Los periodistas de la AFP informaron de la manifestación de cientos de chiítas nigerianos en las calles de Abuja el miércoles 10 de julio para exigir la liberación de su líder Ibrahim Zakzaky, en las que murieron al menos tres personas, entre ellos adolescentes de 14 años.

Cientos de miembros del Movimiento Islámico de Nigeria (IMN), un movimiento radical pro-iraní chiíta, cantaron consignas y bailaron con bandas amarillas en la cabeza frente a los edificios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos en el centro de la capital federal. En la pared, una inscripción roja recordaba que «la policía nigeriana disparó a chiítas en la Asamblea Nacional el 9/07/2019».

La policía afirmó que uno de los manifestantes agarró un rifle y disparó a un agente de policía, lo que justificaba una respuesta armada. Casi toda la prensa nigeriana tomó una foto de un agente de policía herido, con el título ‘Los chiítas atacan la Asamblea Nacional’. IMN niega esta versión de los hechos, insistiendo en que la policía abrió fuego contra los manifestantes que marchaban en su dirección. «Algunos de nuestros miembros probablemente tiraron piedras», dijo el portavoz de IMN Ibrahim Musa, «pero decir que intentamos tomar las armas simplemente no es cierto».

Zakzaky, que reclama una revolución islámica inspirada en Irán chiíta en un estado con una amplia mayoría suní, se ha opuesto durante años a las autoridades nigerianas. Está detenido desde diciembre de 2015, cuando el ejército disparó contra los manifestantes y mató a más de 350 personas. A finales de octubre, los partidarios del IMN se manifestaron en masa en Abuja y la represión violenta de la manifestación por parte de las fuerzas de seguridad dejó un saldo de 47 muertos, según el IMN y 6 según cifras oficiales.

Fuente: Slate Afrique

[Traducción y edición, Carmen Moreno García]

[Fundación Sur]

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