En estos últimos dos años, la Iglesia en la República Democrática del Congo (RDC), con el apoyo del mismo Papa Francisco, ha intentado mediar en la crisis política que atraviesa el país. El actual presidente interino, Kabila, terminó su segundo mandato presidencial el 20 de diciembre de 2016, negándose a convocar elecciones, puesto que la constitución congoleña le prohíbe concurrir a un tercer mandato. Se logró un acuerdo el 31 de diciembre de 2016, el acuerdo de San Silvestre, por el que se convocaban elecciones para el 23 de diciembre de 2018, con la esperanza de que el país recobrara la calma.
Los obispos, el pasado viernes, mostraban su preocupación, ante la situación de la República Democrática del Congo, en un mensaje con el título “Salvemos el proceso electoral”. “Estamos muy preocupados”, dicen los obispos, “por las incertidumbres que rodean a nuestro país. A seis meses de las elecciones legislativas presidenciales, nacionales y provinciales, el clima sociopolítico sigue siendo tenso, la situación de seguridad y humanitaria es precaria y se violan los derechos humanos”. Expresan su convencimiento de que la salida pacífica de la crisis que azota el país implica unas elecciones, por lo que “debemos salvar el proceso electoral”.
Enumeran a continuación varias de sus inquietudes, entre ellas, el clima político, “porque mantener en prisión o en el exilio casos emblemáticos por sus opiniones políticas no favorece las elecciones incluyentes y pacíficas que todos queremos”.
Otras inquietudes son los problemas en el padrón electoral, detectados por organizaciones internacionales, y, sobre todo, la falta de seguridad: “deploramos la persistente y creciente inseguridad en varias provincias, agravada por la multiplicidad de grupos armados. Paradójicamente, esta situación contrasta con la impresionante militarización del país, sobre todo en Kivu del Norte. ¿Es probable que esta inseguridad, mantenida, sirva de pretexto para negarse a organizar las elecciones dentro del plazo?”.
Por eso piden al pueblo congoleño que recen para que se salvaguarde el proceso electoral, verdadero camino hacia la paz.
Fuente: OMPress
[Fundación Sur]
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