Los ugandeses han sido privados de los derechos humanos básicos. La libertad de reunión y participación política, la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de orientación sexual, el estado de derecho y el fraude electoral, entre otros. ¡Conciencie a la gente! #Wearemovingadictator.

Dependencia neocolonial

La dependencia neocolonial es la teoría económica según la cual los recursos humanos y naturales de un país pobre fluyen hacia las economías de los países ricos, enriqueciendo a estos últimos a costa de los primeros. Afirma que la pobreza de los países periféricos es el resultado de cómo éstos están integrados y mal gestionados en el sistema económico mundial.

La economía de Uganda depende de la ayuda y la inversión de los países donantes, lo que paraliza la economía de Uganda porque esa ayuda acaba apoyando la corrupción, la mala gestión de los fondos, la militarización y la brutalidad policial a cambio de la explotación del pueblo y los recursos naturales de Uganda. Los estudios han revelado que la ayuda sólo es beneficiosa para los países que adoptan políticas adecuadas y estables; de lo contrario, se utiliza mal (Burnside & Dollar, 2004)

Según los estudios, el alto nivel de apoyo de los donantes al gobierno de Museveni ha sido compatible con la reticencia del gobierno ugandés a la democracia. Los donantes han optado por el diálogo en lugar de las acciones. Esto puede atribuirse a una serie de factores, entre los que destaca la necesidad de los donantes de mantener buenas relaciones con Uganda para perseguir sus objetivos de política exterior de "dependencia neocolonial". Sin embargo, las relaciones resultantes entre donantes y receptores han creado peligros para el mantenimiento de una democracia sostenible a largo plazo en Uganda (Hauser, 1999).

Llamamiento mundial a la acción

El comité internacional debe ir más allá de las declaraciones y hacer que Museveni rinda cuentas. Los donantes deben poner en marcha una revisión exhaustiva de toda la ayuda financiera a Uganda, a la que deben dar una gran publicidad. Todos los programas humanitarios llevados a cabo por el gobierno ugandés deben ser redirigidos a terceras partes, preferentemente a organizaciones locales activistas y de base, para garantizar la continuidad del servicio al pueblo ugandés. Los programas que sólo benefician al gobierno de Uganda, especialmente la asistencia militar y de seguridad, deben ser suspendidos. Y lo que es más importante, la Corte Penal Internacional (CPI) debe investigar y procesar a Museveni por los abusos contra los derechos humanos, que incluyen el fraude electoral, la opresión política, los genocidios y las masacres.

@Redpearlmvmt (Cuenta de la diáspora ugandesa)

Fuente: Redpearlmvmt-Imagen Readpearlmvmt

[Traducción y Edición, Irene Ruzafa Martín]

[Fundación Sur]

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