El presidente francés, Emmanuel Macron, mantendrá conversaciones con su homólogo egipcio en El Cairo. Macron ya mencionó de antemano que quiere impulsar los lazos con el país del africano en la lucha contra el terrorismo, pero también utilizar la visita para alentar un mayor respeto por los derechos humanos. El presidente francés, quien encabeza una gran delegación en un viaje de tres días al país más poblado del mundo árabe, comentó que quiere «mantener un diálogo sincero sobre temas de libertades públicas y derechos humanos», un área que considera que Egipto no ha avanzado lo suficiente desde que lo planteó anteriormente en su mandato: ”es en este área de lo que está sucediendo en Egipto donde continuaré enfocando las cosas. Lo haré más abiertamente durante este viaje”. Finalmente agregó que considera que respetar los derechos humanos está en el interés de al Sisi y de Egipto.

Francia, que se considera el lugar de nacimiento de los derechos humanos, ha sido presionada por los defensores de derechos humanos con el objetivo de plantear el problema ante el general convertido en presidente de Egipto, Abdel-Fattah al Sisi, cuyo historial de derechos humanos ha sido ampliamente condenado y se considera, de hecho, que este presidente ha dado lugar a un retroceso en este campo. Un ejemplo sobre la opinión francesa en el ámbito de derechos humanos sobre Egipto fue cuando Macron opinó que demasiadas personas que no representan una amenaza para el país estaban siendo encarceladas. Macron añadió que sintió que la represión actual contra la oposición en Egipto, que comenzó después de que al Sisi derrocara a su predecesor islamista electo, pero divisivo, en 2013, se había vuelto peor que con el autócrata del país Hosni Mubarak, quien fue derrocado en el levantamiento de la Primavera Árabe en 2011: ”creo que lo que está sucediendo aquí tarde o temprano amenaza la estabilidad de Egipto. Es decir, creo que las políticas tal como se están haciendo son percibidas por los intelectuales y la sociedad civil egipcia como incluso más fuertes que (bajo) el régimen de Mubarak».

Además, los grupos de derechos y activistas han instado a Francia y a otras potencias occidentales a que detengan las ventas de armas a Egipto, un importante comprador, hasta que muestre una mejora en la forma en que trata a sus propios ciudadanos. Sin embargo, Macron rechazó el uso de tal presión, argumentando que era importante respetar la soberanía de Egipto y no coartarla porque eso podría llevarlo a posicionarse junto a rivales autoritarios de Occidente, como Rusia y China. Cuando se le preguntó específicamente si los problemas de derechos humanos podrían afectar a la venta de armas específica, como en el caso de los aviones de combate Dassault Rafale para Egipto, Macron aclaró que tales asuntos estaban separados: ”me gustaría diferenciar entre los dos temas, no están vinculados para nosotros y nunca lo estuvieron».

La delegación de Macron incluye ministros del gobierno, dos docenas de representantes de los campos académico, cultural y científico, y una docena de líderes empresariales, incluidos los productores del Dassault Rafale. Macron cenará con líderes empresariales locales y se reunirá con los jefes de las comunidades cristiana y musulmana de Egipto durante el viaje, su primera visita a Egipto desde que asumió el cargo en 2017.

Macron también mencionó que plantearía nombres específicos con al Sisi en una discusión confidencial. Aparte de un intensificado énfasis público en los derechos humanos, el presidente de Francia no mencionó si presionará o incentivará a al Sisi. Finalmente, está previsto que ambos presidentes firmen acuerdos bilaterales.

Fuente: News24

[Traducción y edición, Sara Gil Martín-Serrano]

[Fundación Sur]

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