Los Estados Unidos y las guerras en el Sahel, por Gary K. Busch (Parte 5/6)

28/07/2017 | Opinión

Otra base gigante de los Estados Unidos fue Kagnew Field en Asmara. La base fue establecida en 1943 como una estación de radio del ejército. El cuartel del U.S Army´s 4th Detachement of the Second Signal Service Battalion. Kagnew Station se convirtió en la residencia de más de 5.000 ciudadanos estadounidenses al mismo tiempo durante los años de mayor actividad en la década de 1960. La estación de Kagnew funcionó hasta el 29 de abril de 1977, cuando se marcharon los últimos americanos.

Sin embargo, con el final de la Guerra Fría, Estados Unidos se ha encontrado luchando una guerra mucho más difícil e insidiosa: la guerra con Al Qaeda. Esto es mucho menos de una guerra que involucra poder militar y destreza. Es una guerra contra la propagación del narcotráfico, diamantes ilícitos, oro ilícito, trata de seres humanos y el refugio de salafistas (militantes Islámicos) que utilizan estos métodos para adquirir dinero en efectivo que ha sostenido la organización Al Qaida y ahora el Daesh en todo el mundo. Es un conflicto entre el crimen internacional organizado y los estados que buscan mantener su legitimidad.

Actualmente hay varios «narco-estados» en África. El primero en caer fue Guinea-Bissau, a donde llegaron decenas de líderes del Cártel colombiano para tomar prácticamente el control del estado. Se calculaba que cada día una tonelada de cocaína colombiana transitaría por los manglares del país y la cadena de islas que conforman Guinea-Bissau, la mayor parte de ella en ruta a Europa. Lo mismo sucedía con Guinea bajo la presidencia de Lansana Conté, cuya esposa (y su hermano) fueron un pivote en el tráfico de drogas guineano. Muchos en el Ejército Nacional fueron cómplices y participantes activos. Este tráfico de drogas se ha extendido a Senegal, Togo, Ghana y Nigeria. Hay muy pocas cárceles en todo el mundo que no sean hogar de «mulas de drogas» de África Occidental que han sido juzgadas o en espera de juicio o ejecución. Este tráfico de drogas se está propagando como un incendio forestal en África Occidental, ofreciendo una rica remuneración a líderes Africanos, generales o señores de la guerra que excede todo lo que estos africanos podrían esperar ganar en el comercio normal.

Según un estudio del Servicio de Investigación del Congreso de los Estados Unidos, publicado en noviembre de 2010, Washington ha enviado entre cientos y varios miles de tropas de combate, decenas de aviones de combate y buques de guerra para reforzar dictaduras de clientes o desplazar regímenes adversarios en docenas de países, casi cada año. El registro muestra que las fuerzas armadas estadounidenses intervinieron en África cuarenta y siete veces antes de la ahora finalizada tarea del LRA. Los países que recibieron una o más intervenciones militares de los Estados Unidos incluyen a los siguientes: los dos Congos, Libia, Chad, Sierra Leona, Somalia, Ruanda, Liberia, Gabón, Guinea-Bissau, Kenia, Tanzania, Sudán, Costa de Marfil, Etiopía, Yibuti y Eritrea. Entre mediados de la década de los cincuenta y finales de los años setenta, sólo se registraron cuatro operaciones militares manifiestas, aunque las operaciones militares de gran alcance y clandestinas eran omnipresentes. Bajo el gobierno de Reagan-Bush padre (1980-1991), llegaron hasta 8 las intervenciones militares, sin contar las «fuerzas especiales» clandestinas a gran escala y las guerras de poder en el sur de África. Bajo el régimen de Clinton, la intervención militarizada de Estados Unidos en África despegó. Entre 1992 y 2000 tuvieron lugar diecisiete incursiones armadas, entre ellas una invasión a gran escala de Somalia y apoyo militar al régimen de Kagame de Ruanda. Clinton intervino en Liberia, Gabón, Congo y Sierra Leona para sostener regímenes problemáticos de larga duración. Bombardeó el Sudán y envió personal militar a Kenia y Etiopía para respaldar a clientes amigos que asaltaban Somalia. Bajo Bush Jr. se realizaron quince intervenciones militares estadounidenses, principalmente en África Central y Oriental.

estados_unidos_ejercito_africa4.jpgLa mayor parte de las intervenciones de los EE.UU. en África están basadas desproporcionadamente sobre lazos militares con jefes militares amigos. El Pentágono tiene lazos militares con cincuenta y tres países Africanos. La Administración Bush anunció en 2002 que África era una «prioridad estratégica en la lucha contra el terrorismo». Desde entonces, los estrategas de la política exterior estadounidense, con el respaldo de los congresistas tanto liberales como neoconservadores, se movilizaron para centralizar y coordinar una política militar a nivel continental formando el Comando Africano (AFRICOM) y el Comando de Operaciones Especiales África (SOCAFRICA). Estos organizan ejércitos africanos, eufemísticamente llamados «consorcios cooperativos» para apoyar actividades antiterroristas en el continente. Los equipos de operaciones especiales de Estados Unidos están ahora desplegados en 23 países Africanos y los Estados Unidos tienen bases en todo el continente.

En su artículo de 2015 para TomDispatch.com, Nick Turse, reveló que hay docenas de instalaciones militares de EE.UU. en África, además de Camp Lemonnier en Yibuti (Main Operating Base). Estos numerosos lugares de seguridad cooperativa (CSL), lugares de operaciones avanzadas (FOL) y otros puestos han sido construidos por los EE.UU. en: Burkina Faso, Camerún, Senegal, Republica de Centroáfrica, Chad, Yibuti, Etiopia, Gabón, Ghana, Kenia, Mali, Níger, Senegal, las Seychelles, Somalia, Sudán del Sur y Uganda. Según Turse, los militares estadounidenses tenían también acceso a campamentos en: Argelia, Botsuana, Namibia, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Túnez, Zambia y otros países.

El general Charles F. Wald los dividió en tres tipos:

• La Base Operativa Principal (MOB, por sus siglas en inglés) es una base de ultramar, permanentemente atendida y bien protegida, usada para apoyar fuerzas permanentemente desplegadas y con acceso seguro al mar y / o al espacio aéreo.

• El Sitio de Operaciones Avanzadas (FOS) es una instalación escalable y «caliente» que puede soportar operaciones sostenidas, pero con una pequeña presencia permanente de personal de apoyo. Un FOS alojará fuerzas de rotación ocasionales y muchos contienen equipamiento preposicionado.

• Cooperative Security Location (CSL) es una instalación de una nación anfitriona con poca o ninguna presencia permanente de personal de los Estados Unidos, que puede contener equipamiento preposicionado y / o aparatos logísticos y servir tanto para actividades de cooperación de seguridad como para contingencias.

Hay también un gran número de bases de UAV.

Las dos instalaciones de operaciones de AFRICOM son el campamento Lemonnier de Yibuti y una base en la Isla Ascensión del Reino Unido, frente a la costa occidental de África. Descritos como «lugares permanentes de resistencia» con una presencia sostenida de tropas y «bienes propiedad de Estados Unidos», sirven como centros para realizar misiones en todo el continente y para abastecer la creciente red de puestos avanzados allí. [II]

Una de las más importantes de estas bases se encuentra en Niamey, la capital de Níger, y cerca de Agadez, en la que los Estados Unidos acaban de gastar 100 millones de dólares en mejoras. N’Djamena, en Chad, ha sido muy utilizada en la lucha contra Boko Haram.

Los programas de AFRICOM

El principal objetivo de los programas de AFRICOM consiste en capacitar y equipar a las fuerzas locales. Se dedica a ejercicios regulares con los ejércitos Africanos y realiza programas de entrenamiento JCET. La mayoría de estos implican trabajar en conjunto y aconsejar a los aliados locales. El esfuerzo ejemplar de SOCAFRICA, por ejemplo, es Flintlock, un ejercicio anual de capacitación en el noroeste de África, en el que participan fuerzas de élite Estadounidense, Europeas y Africanas, que proporciona al comando una amplia publicidad. Más de 1.700 militares de más de 30 países participaron en Flintlock 2016. Hay una amplia gama de programas, además de la participación de EE.UU. en varios programas de la ONU como AMISOM en Somalia.

La Iniciativa TransSahariana conjunta de lucha contra el terrorismo (anteriormente llamada Iniciativa Pan Sahel) (TSCTI) dirigida contra las amenazas a las operaciones de petróleo y gas natural de los Estados Unidos en la región del Sáhara Argelia, Chad, Malí, Mauritania, Marruecos, Níger, Senegal, Túnez, Nigeria y Libia.

Gary K. Busch

Notas finales:

[II] Nick Turse. «La huella de la guerra de Estados Unidos en África», TomDispatch 22/5/17

Fuente: Pambazuka News

[Fundación Sur]


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