Serie Grandes Mujeres Africanas: Saray Khumalo: Montañista, por Bartolomé Burgos

Descubriendo su llamada

Esta mujer, de 48 años, es una africana con variedad de referencias geográficas: nacida en Zambia, en 1972, reside en Johannesburgo (Sudáfrica), sus abuelos son ruandeses y como estudiante, residió en Zimbabue y en la RD del Congo. Hasta su ascensión al Everest en 2019, cuando ya tenía 48 años, había pasado por una ciudadana más, entre otras muchas. Pero desde entonces se ha convertido en alguien, que en Sudáfrica, goza de gran atractivo y ejerce una influencia considerable. A parte de su intensa actividad deportiva, Saray Khumalo @Sarayykhumalo sigue siendo una persona normal, madre de dos hijos y emprendedora social en un programa de salud y de seguros sudafricanos. Aunque la subida al Everest marcó un hito en su trayectoria deportiva, no fue ni mucho menos el comienzo de su actividad escaladoras. Ya en 2012 culminó la cima del Kilimanjaro (5.895 metros), la cumbre más alta de África.

Su afición al deporte de la escalada comenzó cuando ya tenía 40 años, casi por casualidad. Nos dice: «Alguien habló de escalar el Kilimanjaro y yo no lo había hecho. Pensé ‘como mujer africana tengo que hacer eso, tengo que pisar la cima de África’. Y lo hice».

Alpinista consagrada

La escalada del Kilimanjaro le sugirió una empresa mucho más ambiciosa: escalar las llamadas Siete Cumbres, es decir las más altas montañas del planeta. Sólo treinta alpinistas han completado dicha hazaña, también llamada el Explorers Grand Slam. No hay acuerdo sobre cuales sean las siete cumbres que completan el Gran Slam, por lo que pueden elegirse entre las nueve siguientes, consideradas como los mayores desafíos en el montañismo:

• Everest (China-Nepal) de 8 848 metros sobre el nivel del mar;
• Aconcagua (Argentina) de 6 963 metros;
• Monte McKinley (EE. UU.) de 6 198 metros;
• Kilimanjaro (Tanzania) de 5893 metros;
• Elbrus (Rusia) de 5 642 metros;
• Macizo Vinson (Antártida) de 4 892 metros;
• Pirámide de Carstensz (Indonesia) de 4 884 metros;
• Mont Blanc (Francia-Italia) de 4 810 metros
• Monte Kosciusko (Australia) de 2 228 metros, el más fácil de escalar, pero de acceso muy complicado.

Sarayy Khumalo lleva realizada una buena parte de esta aventura; además del Kilimanjaro (Tanzania), y el Everest (Nepal), ha alcanzado las altas cumbres del Aconcagua (Argentina), y del Monte Elbrus (Rusia). Además, ha conquistado el Polo Sur y tiene en perspectiva el Ártico.

Mujer perseverante

El éxito de culminar el Everest, en 2019, fue precedido de tres intentos fallidos: su primera tentativa tuvo lugar en 2014 y fracasó cuando una avalancha sepultó a 16 guías que perecieron. El segundo intento, en 2015, fue impedido por un terremoto que sacudió Nepal. En 2017 lo intentó de nuevo pero unas condiciones climáticas terribles lo imposibilitaron una vez más.

Montañismo solidario

La conquista del Everest ha convertido su vida en un derrotero de desafíos solidarios: como consecuencia de dicha escalada, Sudáfrica se llenó de titulares, que la acreditaban como la primera africana negra en coronar el Everest. Esa fama inesperada le ofreció la oportunidad de recabar fondos para proyectos de educación, que para ella es la forma más segura de alcanzar cumbres, en sentido literal o metafórico. Las donaciones y los apoyos de patrocinadores se han multiplicado, a partir del anuncio de su hazaña en el Everest. Esto la ha animado a esforzare por hacer del mundo un lugar mejor, aunque sólo sea de manera modesta. Para ello ha lanzad la campaña Summits with a Purpose (Cimas con intención).

Su empeño deportivo no cesa. Desde su escalada del Everest, ha conseguido ser la primera mujer africana en conquistar el punto más austral del Polo Sur. En esta misma excursión intentó escalar el macizo Vinson (4.892 metros), pero su intento se vio frustrado al congelársele el dedo pulgar, lo que la obligó a volver a puerto.

Inspirar a la nueva generación

En una entrevista, a su regreso de la Atlántida, Khumalo insistía en un tema, que repite con frecuencia: «Para mí, es muy importante que nuestra generación allane el camino a la siguiente»… “La anterior generación nos dio la libertad, que experimentamos hoy; somos un 50 % de mujeres en el Parlamento (sudafricano)… ¿Qué va a hacer mi generación por la siguiente? Les estamos enseñando que el mundo está lleno de oportunidades por atrapar, no de obstáculos que superar”.

Summit for Purpose

Fue con esta intención que Khumalo creó la iniciativa Summits for Purpose, que como ya hemos indicado, tiene por objetivo promover la educación de niños y niñas de África. Con este proyecto pretende igualmente crear «modelos a seguir», que son indispensable en cualquier tipo de disciplina, sobre todo en aquellas que tradicionalmente no han estado abiertas a las mujeres africanas, como es el caso del montañismo. Quiere que cualquier persona, que intente algo nuevo, no tengan que escuchar los “no debería hacer esto”, que tantas veces ella tuvo que oír.

La educación como pauta

Los fondos que recauda se destinan a costear los estudios de jóvenes que, aun teniendo la calificación y cualidades necesaria, no disponen de medios para costearse una carrera o un postgrado. Estos fondos proceden de donaciones, de la ayuda que recibe del programa de salud y seguros para el que ejerce de ejecutiva, y de su acuerdo con Regenesys, una Fundación que considera la educación como derecho humano fundamental. La idea es que, esos mismos estudiantes devuelvan lo prestado, desde su mejorada posición social, para ayudar a la siguiente generación de alumnos. Como embajadora del Mandela Library Projects, Khumalo ha contribuido a construir bibliotecas para un gran número de escuelas en Sudáfrica.

Tanto su actividad deportiva como educativa ha sido reconocida y apreciada. Ya en 2014 fue galardonada con el Golden Endurance Award, que paga tributo al espíritu humanitario, a la determinación y a la amistad, valores que son oro puro. En 2018, el Ministerio de deportes sudafricano le otorgó el Ministerial Recognition of Excellence Award, que goza de gran prestigio y notoriedad en Sudáfrica, lo que presenta a la juventud sudafricana modelos atractivos en los que inspirarse.

Bartolomé Burgos

[Fundación Sur]

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