El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el viernes el levantamiento de algunas sanciones económicas contra Sudán, aduciendo avances «positivos» por parte de Jartum durante los últimos seis meses, una decisión que ha provocado la cólera de las organizaciones no gubernamentales (ONG).
El presidente sudanés, Omar al-Bashir es objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI), por acusaciones de genocidio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Darfur.
En un correo enviado al Congreso y hecho público por la Casa Blanca, Obama hizo especial hincapié en la cooperación de Jartum con Washington en su respuesta a «conflictos regionales y a la amenaza del terrorismo».
También destaca «una marcada reducción de las actividades militares que han culminado en el compromiso de mantener el cese de las hostilidades en las zonas de conflicto» y los esfuerzos para mejorar el acceso humanitario a todo el país.
Esta decisión, que no cuestiona la presencia de Sudán en la lista estadounidense de «estados que apoyan el terrorismo», entrará en vigor dentro de seis meses, un período que tiene como objetivo «alentar al gobierno de Sudán a que continúe sus esfuerzos», declaró el ejecutivo estadounidense.
En noviembre, Washington había prolongado las sanciones contra Jartum durante un año más, pero sin excluir la posibilidad de levantarlas en cualquier momento si este país africano progresaba.
Sudán está bajo el embargo comercial desde 1997 por parte de los EE.UU. que le acusado de apoyar a los grupos islamistas armados. El difunto fundador y líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, tuvo su base en la capital de Sudán entre 1992 y 1996.
Posteriormente, los estadounidenses han denunciado la política del gobierno sudanés en el conflicto que lo enfrentó a las minorías rebeldes, especialmente en la región occidental de Darfur.
Decisión ‘inexplicable’
Las relaciones han mejorado en los últimos años, el secretario de Estado John Kerry se ha reunido en dos ocasiones con su homólogo sudanés, mientras que el enviado de Estados Unidos para Sudán y Sudán del Sur, Donald Booth, ha visitado varias veces Jartum.
El conflicto en Darfur desde 2003, que ha causado 300.000 víctimas y ha desplazado a 2,5 millones de personas, según la ONU, sigue siendo un tema muy sensible entre los dos países.
En septiembre de 2015 y septiembre de 2013, el Departamento de Estado no concedió el visado al presidente Omar al-Bashir, para asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York debido a la orden de detención dictada por la CPI.
La organización Human Rights Watch (HRW) reaccionó a la iniciativa del presidente demócrata, una semana antes de dejar el cargo, calificándola de «inexplicable».
«El gobierno de Sudán no ha hecho ningún progreso en un conjunto de criterios clave», declaró Leslie Lefkow, a cargo de la ONG en África, respecto a la persecución de los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad en Darfur “y ha suprimido las voces independientes.
«En lugar de utilizar su poder para exigir reformas reales que beneficien a los ciudadanos de Sudán, el gobierno de Obama envía el peor mensaje posible a Sudán y otros gobiernos represivos: si coopera en la lucha contra el terrorismo, todos sus abusos de poder, incluyendo los de su presidente, serán ignorados», agregó.
afriqueexpansion.com
Fundación Sur
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