Esta semana, los congresistas estadounidenses han enviado un mensaje al Secretario de Estado Rex Tillerson para expresar su preocupación sobre la reducción de sanciones contra Sudán.
El nuevo Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está concentrando sus esfuerzos durante estos 100 primeros días de su mandato en cumplir sus promesas electorales. Este periodo ha estado salpicado por el conflicto con los tribunales sobre su prohibición de viajar, la reforma de la Salud y la investigación sobre la interferencia de Rusia.
A pesar del profundo compromiso de la Administración bajo el mandato de Barak Obama con los dos países, la continuación de la guerra y la hambruna declarada en Sudán del Sur, todavía no se ha nombrado un nuevo enviado especial para Sudán y Sudán del Sur.
Los congresistas expresaron su preocupación por la decisión del gobierno de Obama de aliviar las sanciones contra Sudán el julio siguiente, después de una revisión realizada por diferentes agencias estadounidenses de cooperación de Khartoum sobre antiterrorismo, acceso humanitario a civiles en las zonas afectadas por el conflicto y estabilidad regional, incluyendo la paz con Sudán del Sur y los esfuerzos regionales contra el LRA. «Estamos preocupados por el reciente alivio de las sanciones y el aumento del comercio con Sudán. Es fundamental que las acciones del gobierno sean monitorizadas de cerca para determinar si estos pasos hacia la normalidad realmente resultan en una mejor situación sobre el terreno para el pueblo de Sudán«.
Los legisladores pidieron al Departamento de Estado que les informara sobre los puntos de inflexión alcanzados que justificaban la reducción de las sanciones y les diera un análisis que asegure que dicha reducción mejorará la vida del pueblo sudanés. Además, instaron a que se consideren sanciones específicas contra los funcionarios sudaneses responsables de la continuación del conflicto: «Si la relajación de las sanciones llevara a un empeoramiento de la situación, les instamos a que nos informen y consideren endurecer los mecanismos de aplicación, siendo más específicos, centrándose en los activos militares y financieros de los responsables de continuar con el conflicto, las atrocidades y la corrupción masiva«.
Sudán ha estado bajo sanciones económicas y comerciales estadounidenses desde 1997 por su supuesta conexión con redes terroristas y permanece en la lista estadounidense de «patrocinadores del terror». El primer lote de sanciones restringe el comercio y la inversión de los Estados Unidos en Sudán y bloquea activos del gobierno sudanés. Otras sanciones adicionales, relacionadas con el conflicto en Darfur, fueron introducidas por dos Órdenes Ejecutivas en 2006.
Fuente: Sudantribune
[Traducción y edición, Mario Villalba]
[Fundación Sur]
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