Después de los escándalos, que habrían terminado con la mayoría de las carreras políticas, el presidente de Suráfrica Jacob Zuma consiguió una rotunda victoria ayer jueves, 10 de noviembre, durante la votación de la moción de censura contra él, en el parlamento. El resultado de 214 a 126 hace que el presidente Zuma haya sobrevivido a seis mociones de censura desde 2010 gracias a la gran mayoría parlamentaria de su partido, el ANC.

Pero el acalorado debate previo a la votación llamó la atención sobre sus montajes después de un año de reveses y humillantes decisiones judiciales. El escándalo de varios millones de dólares, destaca como una de las mayores acusaciones a la presidencia de Zuma después de que se descubriera que se había beneficiado de los impuestos de los contribuyentes para las reformas de su casa privada.

Las labores de vigilancia pública revelaron que las reformas efectuadas incluían unas obras no relacionadas con la seguridad, incluyendo una piscina y un gallinero, como él argumentaba. El 31 de marzo de este año, el escándalo llegó a su punto más álgido cuando la justicia declaró al presidente culpable de violar su juramento al negarse a devolver el dinero. Derrotado en los juzgados y frente a las crecientes críticas públicas, cedió y pagó 542.000 USD, la cantidad fijada por la hacienda pública.

Un fallo del Tribunal Supremo, del 24 de junio, sacudió al presidente Zuma con otro duro golpe al rechazar su solicitud de apelación en el caso de casi 800 acusaciones de corrupción que se produjeron en 2009.
Estos 783 cargos criminales tienen que ver con acusaciones de corrupción, extorsión y lavado de dinero por un acuerdo de compra de armas, de varios miles de millones de dólares, por parte del gobierno a finales de los años noventa. La caída, en esos momentos, de los altos cargos allanó el camino para que él se convirtiera en presidente del ANC y, poco después, ganara las elecciones. El principal partido opositor, la Alianza Democrática, presiona para que se restablezcan los cargos.

Bajo el liderazgo de Zuma, el ANC sufrió una gran humillación electoral en las elecciones municipales del 3 de agosto, perdiendo el control de Pretoria, capital administrativa, y Johannesburgo, centro económico del país.

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Fundación Sur

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