La policía de Dar es Salaam, Tanzania, apresó ayer a 28 migrantes ilegales de Etiopía, mientras se dirigían a un destino desconocido.

Los migrantes viajaban a bordo de un autobús registrado con el nº de matrícula, T245 BDD y estaban escoltados por dos oficiales del departamento de inmigración. Según las fuentes, el tráfico humanos es ahora un lucrativo negocio en las ciudades fronterizas, ya que cuesta alrededor de 200.000 chelines tanzanos [unos 100 euros] pasar clandestinamente a un somalí, etíope o eritreo a Tanzania.

Los oficiales del departamento de inmigración que escoltaban a los inmigrantes etíopes dijeron a la policía que los migrantes acababan de cumplir un año de cárcel, en la prisión de Babati, después de haber sido detenidos viviendo de manera ilegal en el país.

Según algunas fuentes, los migrantes iban de camino a Suráfrica y nunca habían estado en la cárcel en Tanzania, como dijeron los funcionarios de inmigración a la policía. “Esto es un negocio para algunos oficiales del departamento de Inmigración, que están ganando dinero traficando con personas de Etiopía, Somalia y Eritrea hacia Suráfrica”.

La misma fuente dijo que después de que el autobús fuera detenido en el puesto de la policía de Urafiki, durante algunas horas, se recibieron directivas desde la oficina de inmigración para que dejasen continuar al autobús su camino, sin dar ninguna otra explicación.

Uno de los oficiales que escoltaba el autobús de inmigrantes dijo que los migrantes iban a coger otro vehículo en la frontera con Malaui, donde serían escoltados por otros oficiales.

Los migrantes ilegales de Etiopía y Somalia están llegando a Tanzania en oleadas, aprovechándose de la permeabilidad de las fronteras.

Raramente pasa un mes en que la policía y los oficiales de inmigración de Tanzania no detengan a decenas de inmigrantes ilegales, no sólo en los puestos fronterizos, sino en poblaciones del interior del país.

(This Day, Tanzania, 30-11-09)