El presidente de turno de la Unión Africana, Teodoro Obiang Nguema, declaró en la inauguración de la cumbre bianual de la UA, que se celebra en Malalbo, capital de Guinea Ecuatorial, que las intervenciones de los ejércitos extranjeros han causado un gran sufrimiento en África y sólo deberían llevarse a cabo con el consenso de las naciones africanas.
El presidente de Guinea Ecuatorial no especificó que estuviera hablando de Libia, pero la campaña en marcha de la OTAN contra el régimen de Gadafi ha sido el tema principal de la cumbre de esta semana.

“Las intervenciones en nombre de los derechos humanos hoy en día están causando mucho daño” dijo hablando en español, la lengua oficial de Guinea Ecuatorial “Las incontables víctimas, entre ellas mujeres y niños, personas desplazadas y la destrucción de infraestructuras económicas hacen que no se justifiquen estas intervenciones En lugar de resolver los problemas estamos empeorando los conflictos del mundo”.

Grupos de derechos humanos de todo el mundo acusan a Obiang NGuema de graves violaciones de los derechos humanos durante sus más de tres décadas en el poder. También se denuncia constantemente la incalculable fortuna de él y su familia, mientras que la mayoría de los ecuatoguineanos viven en la más profunda pobreza.

Aunque la postura de la Unión Africana ha sido por lo general la de apoyar a Gadafi, los diplomáticos que asisten a la cumbre dicen que se está cambiando de opinión, especialmente después de la decisión del Tribunal Penal Internacional lanzase una orden de arresto internacional contra Gadafi, acusado de crímenes contra la humanidad.

Más de 30 países africanos son miembros del TPI, y en teoría están obligados a detener a Gadafi si éste viajase a su territorio, aunque Kenia ya ha permitido al presidente de Sudán, Omar Al Bashir, también perseguido por el TPI, viajar a su territorio sin detenerlo.

Incómodas protestas populares

El ministro británico para África, Henry Bellingham dice que se ha reunido con muchos de los ministros de exteriores de los 53 países que conforman la UA [todos los de África, incluida la República Árabe Saharaui, menos Marruecos] y cree que los que antes se mostraban reticentes a pedir la salida de Gadafi, ahora, en privado, se muestran de acuerdo con que debería irse.

La oleada de protestas populares que ha recorrido el norte del continente genera gran incomodidad entre muchos gobernantes africanos, atrincherados desde hace décadas en el poder, incluido el anfitrión de la cumbre, Teodoro Obiang Nguema, que lleva en el poder desde 1979.

En el último mes, se han producido señales de que la primavera árabe podría estar extendiéndose al sur, después de que los dictadores de Túnez y Egipto fueran derrocados.

Este año la cumbre de la UA se ha visto obligada a seguir adelante sin uno de sus más prominentes miembros, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, que se está enfrentando estos días al mayor reto de sus 11 años de gobierno.

Considerado una de las pocas democracias estables de la región del África Occidental, Senegal se ha levantado en llamas la semana pasada, después de que Wade presionara para lograr cambiar la constitución, de forma que le permitiera delegar el poder en su impopular hijo, Karim Wade.

Las protestas de los senegaleses obligaron a Wade a revocar el proyecto de ley, después de que miles de enfurecidos manifestantes se hicieran con el control de la capital, y atacasen las casas de los parlamentarios que se esperaba que votasen a favor de la reforma de la constitución.

(News 24, 01-07-11)