La región del este del Congo está demostrando una vez más ser un gran problema para el presidente Joseph Kabila. Según las organizaciones humanitarias que operan en la región, más de 1.000 civiles han sido asesinados, se han producido 7.000 violaciones y se han quemado más de 6.000 casas, durante la ofensiva militar.

La operación pretendía echar a los ex rebeldes ruandeses de la región.
Denominada Kimia II, el objetivo de la operación era neutralizar a los rebeldes hutu, conocidos como el FDLR, (fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda), que operan en la región.

La primera fase de la operación se llamó Umoja Wetum y fue precedida de un acuerdo entre el presidente Kabila y su homólogo ruandés, Paul Kagame.

La principal víctima fue el general Laurent Nkunda, de los tutsis CNDP, (Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo), que ahora está bajo custodia ruandesa.

El grupo de Nkunda ahora está liderado por Jean Bosco Ntaganda, un hombre que está buscado por el Tribunal Penal Internacional, por crímenes de guerra.

A pesar de los informes de asesinatos en el este de la RDC, según el presidente Kabila, la región disfruta ahora de una paz sin precedentes.
Pero según los grupos de ayuda humanitaria, cerca de un millón de personas han sido desplazadas en la región al perseguir el ejército y sus aliados a los ex rebeldes ruandeses.

Un analista del International Crisis Group, afirma que las autoridades nacionales no han prestado suficiente atención a la mayoría de las fuerzas implicadas en la operación en el este del Congo, que tienen un importante historial de violaciones de los derechos humanos.

En particular, las agencias de ayuda de la zona, mediante un comunicado publicado por Human Right Watch, ha pedido a la fuerza de paz de la ONU en la RDC, MONUC, que deje de prestar apoyo logístico a las fuerzas implicadas en la operación.

Además de al este del país, el presidente Kabila se enfrenta también a una crisis en empate por el momento con Angola, que ha expulsado a miles de congoleños de su país, al igual que el Congo hiciera con los angoleños.

Poderes masivos

Políticamente, el presidente Kabila, que fue elegido para una segunda legislatura en 2006, después de llegar al poder en 2001, está dando señales preocupantes ya que ha abusado de la constitución de 2005, que dice que el poder debe repartirse entre las provincias y Kinshasa.

La constitución exige la figura de un primer ministro ejecutivo y un reparto de beneficios y poder entre Kinshasa y el resto de las provincias del país. Según los analistas de International Crisis Group, el verdadero problema ahora es todo el poder del que disfruta Kabila y los que le rodean.

Una de las personas que toma decisiones importantes en Kinshasa es Katumba Mwanke, que no tiene un puesto electo, pero que ejerce un enorme poder. La aparición de Mwanke en escena se produjo después de la expulsión del portavoz del parlamento, Vital Kamerhe, por cuestionar el obscuro acuerdo de Kabila con Ruanda.

Con Kabila ahora con pleno poder, no es probable que las elecciones locales que están previstas para octubre de 2010, tengan lugar. El gobierno dice que no tiene dinero para organizarlas. De la misma forma se ven afectadas las elecciones presidenciales y parlamentarias que están previstas para 2011.

(Daily Nation, Kenia, 15-10-09)