El domingo 3 de junio en Abiyán, la coalición de la oposición marfileña declaró que la idea de un tercer mandato del presidente Alassane Ouattara, el segundo de los cuales termina en 2020, es «inconstitucional, inaceptable e inviable», considerándolo como una «provocación”.

Ouattara ha afirmado en una entrevista con el semanario Jeune Afrique, no descartar un tercer mandato, pues ya ha comenzado la batalla por su sucesión.

«La nueva constitución me permite cumplir dos mandatos hasta 2020. No tomaré mi decisión final hasta entonces, según sea la situación de Costa de Marfil. La estabilidad y la paz son lo primero, incluso primando sobre mis propios principios «, afirmó el Sr. Ouattara, interrogado sobre la posibilidad de sucederse a sí mismo.

El Presidente de «Juntos por la Democracia y la Soberanía» (EDS en sus siglas en francés), el profesor Georges Armand Ouégnin, ha manifestado en un comunicado, «Esta nueva declaración es pura provocación para el pueblo de Costa de Marfil. El jefe del estado actual sabe que la idea de un tercer mandato, es inconstitucional, inaceptable e inviable».

Ensemble pour la démocratie et la souveraineté (EDS) es una coalición que agrupa partidos políticos, asociaciones de la sociedad civil y al Frente Popular de Costa de Marfil (FPI), el partido del expresidente Laurent Gbagbo.

La plataforma, que fue particularmente activa durante las protestas contra el nuevo Senado, cuya elección se llevó a cabo en marzo, pide especialmente una nueva comisión electoral (CEI) antes de cualquier nueva elección y, en particular, antes de las elecciones presidenciales de 2020.

Para EDS, Ouattara «debe solucionar el problema con la aplicación de un CEI de consenso que favorezca que haya elecciones libres, limpias y transparentes, a las que no podría presentarse en 2020, y que deben ser la promesa de una alternancia democrática y pacífica en nuestro país”.

Después de haber rechazado mucho tiempo esta posibilidad, el presidente Ouattara estima ahora que la modificación de la Constitución en 2016 de la que es el artífice, pone todos los contadores a cero y que las elecciones de 2010 y 2015 no cuentan.
Dicha interpretación, que es a menudo difundida por sus partidarios, es ampliamente cuestionada por la oposición, y por una gran parte de la comunidad internacional.
Por su parte, algunos observadores creen que el presidente usa la «amenaza» de presentarse para silenciar disputas internas que surgen de la guerra por la sucesión que ya comenzó.

Al mismo tiempo, el presidente intenta convertir a la coalición gobernante en un partido para organizar unas primarias para las elecciones presidenciales de 2020.
La transformación en un partido unificado de la Unión de Houphouetists para la Democracia y la Paz (RHDP), ha sido durante una década una serpiente de mar en la política de Costa de Marfil.

Puesto en práctica por el presidente Ouattara, se encontró con la resistencia de su propio partido y en especial sus aliados, entre ellos el principal, el Partido Democrático de Costa de Marfil (PDCI) del expresidente Henri Konan Bédié, que permitió su elección en 2010 y 2015.

Uno de los puntos de fricción es precisamente la investidura del candidato presidencial en 2020.

Algunos miembros del PDCI creen que dicha investidura correspondería a su propia formación política, ya que ellos habían apoyado la Agrupación de Republicanos (el partido de Ouattara) por dos veces.

«Considero que los marfileños deben elegir al próximo presidente en paz y sin violencia, como lo hicieron en 2015 (…) La democracia y la transparencia son mis únicos objetivos», ha dicho a Jeune Afrique Ouattara.

Fuente: Slate Afrique

[Fundación Sur]

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