«Unidos contra el hambre«. Este es el tema de la 30 ª Jornada Mundial de la Alimentación, celebrada el pasado 16 de octubre. Cuando más de mil millones de personas aun pasan hambre en el mundo, el momento ha llegado de unirse en su contra. Pero ¿basta mostrar nuestra indignación?, como nos invita la web responsable de la recogida de firmas a favor de la petición de la FAO: «Mil millones de personas pasan hambre a diario. ¡Me indigna!” .
He aquí el texto exacto de la petición: «Los que apoyamos la petición consideramos intolerable que casi mil millones de personas padezcan hambre crónica. A través de la voz de las Naciones Unidas, instamos a los gobiernos a dar absoluta prioridad a la erradicación del hambre en el mundo hasta que se alcance este objetivo. El símbolo de esta campaña, con el lema: «1billionhungry» (1.000.000.000 de hambrientos), es un silbato amarillo, animando a los ciudadanos a pitar contra el hambre y enseñarle una tarjeta amarilla.
No está mal apoyar dicha campaña con un símbolo. Pero seamos coherentes. No se trata de reducir el hambre, ¡hay que suprimirla! Enseñarle una tarjeta roja habría sido mejor. Pero, sobre todo, hay que tener cuidado con el manejo de los símbolos. Pitar contra «el hambre» y enseñar una tarjeta amarilla, no tiene mucho sentido. ¡Hay que pitar contra los responsables políticos! Aparece más claro en la petición: en ella se dice «instamos a los gobiernos»… ya que de eso se trata: de “cambiar la política».
Voltaire (filósofo francés del siglo 18) escribía «la buena política tiene el secreto de matar de hambre a quienes, mediante el cultivo de la tierra, permiten vivir a los demás.”
«La FAO sabe muy bien que los principales responsables del hambre en el mundo son los responsables políticos y, en parte, la misma FAO, que celebra este año su 65 aniversario. Que nos invite a manifestar nuestra rabia, ¿por qué no? Pero, con todos los gobiernos del mundo, debería de preguntarse: “¿Por qué, después de 65 años de existencia, aun estamos aquí?” ¿No será porque está más cerca de los gobiernos que de los campesinos? ¿Por qué los campesinos no están representados en la FAO?
En Burkina Faso, este día se ha celebrado en Pisila, al nordeste de Uagadugú. Lo ha presidido el Sr. Laurent Sedego, ministro de Agricultura, Agua y Recursos Pesqueros.
«Muy pronto, tendrán lugar en Burkina Faso los “estados generales” de la agricultura y seguridad alimentaria para que todos los actores puedan unir sus esfuerzos y encontrar las vías y medios para alcanzar con rapidez esta seguridad alimentaria», dijo el ministro Laurent Sedego.
Muy bien. Hace años que lo esperamos. Eso podría ser la ocasión para preparar una verdadera política agrícola y alimentaria. Siempre que se confíe en los agricultores burkinabés y, aprovechando dicha ocasión, se cree una alianza entre los consumidores urbanos y los agricultores con la voluntad firme de privilegiar los productos de Burkina en nuestra alimentación. ¡La apuesta no se ha ganado todavía!
A un mes de las elecciones presidenciales, nos podemos preguntar. ¿Qué valor tiene este compromiso?
Al final de la celebración, el Ministro de Agricultura pitó contra el hambre. ¡Muy bien! Pero, si nada cambia, próximamente será contra el gobierno que los campesinos y todos los que pasan hambre estarán tentados de pitar. ¡Con tarjeta amarilla o con roja!
Estimo, por mi parte, que el próximo Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre de 2011, se debería de hacer un balance del año precedente. Hace años que lo esperamos. los estados generales de la agricultura y la alimentación. ¿Han tenido ya lugar? ¿Han conseguido los cambios que se esperaban?
