Violencia, por Chema Caballero

10/03/2010 | Bitácora africana

No sé que es lo que realmente está pasando por aquí pero se respira agresividad en el ambiente. Hoy ha sido un día particularmente violento. La mañana ha transcurrido sin nada que notar, cada uno en la comunidad salimos a celebrar misas a distintas aldeas de la zona. A mi me tocaba quedarme en Madina. Luego también era mi turno de cocinar. Preparé mi famosa pasta con funghi que cada día me sale mas buena según dicen Natalio, Chuy y Bruno para ver si así se escaquean de tener que cocinar cuando les toca a ellos. Luego, con la excusa de que era domingo de carnaval y que imagino que este año, con Natalio de superior de la comunidad vamos a tener una cuaresma de lo mas tradicional, hice una tarta que tampoco me quedó mal aunque me había pasado un poco con el aceite.

Nos sentamos a comer como buenos hermanos los cuatro que formamos la comunidad de Madina. La comida transcurrió en un ambiente de fiesta, animada con una botella de Rioja que nos había mandado el Doctor Manuel Viejo, hermano de San Juan de Dios del hospital de Lunsar. Al terminar, haciendo un poco de sobremesa, Chuy nos contaba algunas anécdotas de las que le pasaron la semana pasada cuando estuvo en Freetown haciendo gestiones en el Ministerio de Educación y le desplumaron a base de sobornos para poder pasar de un despacho a otro para después volverse sin nada. De repente, sin venir mucho a cuento, Natalio rompió en un ataque a Chuy, se cruzaron cuchillos, se dijeron de todo y terminamos la comida de fiesta como el rosario de la aurora.

Por la tarde yo tenía reunión con uno de los equipos de fútbol, el de una aldea llamada Yebaya. Habíamos quedado a las tres y media. El sábado todos los jóvenes del pueblo habían caminado las seis millas que lo separan de Madina portando sobre sus cabezas haces de leña, un total de setenta y cinco, para la guardería. Es el tributo que tienen que pagar a cambio de las equipaciones deportivas que reciben. Esta tarde era la entrega de equipaciones del Real Valladolid. Ya os contaré uno de estos días lo del contenedor lleno de equipaciones del Real Valladolid que he recibido a través de la Fundación El Compromiso.

Llegué a la hora que habíamos quedado. Fui al campo de fútbol que esta junto a la escuela. Llegar el coche y empezar a salir los jóvenes y niños corriendo a saludar. Gran expectación. Logramos alinear el equipo de fútbol. Llega un chaval corriendo a decirme que el Paramount Chief y el Parlamentario de la zona (Manso A. Dumbuya) están, justo detrás de la escuela, en una reunión y que quieren saludarme. Les mando mensaje que cuando termine me acercaré. Empezamos las distribución de las equipaciones y llega otro mensaje, que la gente ha salido corriendo y han abandonado le reunión, que pare lo que estoy haciendo. Le digo al mensajero que le comunique al Paramount Chief y al Parlamentario que casi he terminado, que vengo enseguida.

Empezamos la sesión de fotos para que quede constancia del acontecimiento y llega Anty Esther, la directora de la escuela, a decirme que vaya inmediatamente a saludar que el Paramount Chief se está enfadando. Hago caso omiso al consejo. Llegan los discursos, del encargado del equipo, de algunos jugadores, de algunos ancianos, el mío. Por fin me acerco a saludar al jefe y al parlamentario. El jefe no me saluda y el parlamentario, algo mas amable por eso de que esta de campaña electoral, me dice que ha sido humillante para el jefe el que todo el mundo saliera corriendo al ver mi coche y les dejaran solos, con cuatro ancianos, que por respeto no se habían atrevido a moverse. Les digo que no es culpa mía, que hacía tiempo tenía planeada la entrega de equipaciones y que si la gente había abandonado la reunión no era porque yo les hubiera llamado. El jefe se vuelve y me dice

– áya hablaremos!

– Cuando quieras jefe -le respondo y dándome media vuelta me voy. No estaba yo para muchos protocolos.

Camino de Madina, en la angosta carretera, si se puede llamar así, que va de Yebaya a Kakola, en mitad de la selva un camión a toda velocidad nos viene de frente. Frenamos. Alpha se orilla un poco para que el camión pueda pasar. El conductor del camión dice que no va a pasar, que echemos marcha atrás hasta el pueblo. Alpha insiste en que hay suficiente espacio para pasar. El camionero que no, que su camión es nuevo y no quiere que se raye con los arbustos de la selva. Alpha, con mucha ironía, desde el volante del coche nuevo que tenemos, a penas una semana, donado por la Junta de Extremadura, le dice al conductor del camión:

– ¿Llamas nuevo a un camión que han usado en Europa hasta que ya no servía para mas y luego te lo han mandado por barco?

– Hablas así porque conduces para un libanés contesta el camionero refiriéndose a mí – que te explota, mientras que yo tengo mi propio camión y no soy esclavo de nadie.

Han tocado la fibra mas sensible de Alpha que salta del coche y saca sus modales de ex niño soldado mientras el camionero salta de la cabina de sus camión y se quita la camisa seguido de sus cuatro aprendices que le jalean mientras insultan a Alpha:

– ¿Libanés este?, ¿Libanés? grita Alpha mientras forcejea con Medo, Bakarr, Pa Alie y Aruna que nos acompañan y corren a sujetarle- Tú no sabes con quien estás hablando.

Sigue toda una lluvia de gritos, insultos, amenazas, … Yo mientras he reclinado el asiento del coche, subo un poco el volumen de la radio y contemplo la escena mientras me fumo un cigarrillo. Al cabo de muchos gritos y golpes de pecho desafiándose unos a otros a luchar, los conductores vuelven a sus volantes, Alpha echa marcha atrás, el camión se orilla y todos pasamos y nos despedimos con otro intercambio de insultos.

Pasada la aldea de Kathantineh le digo a Alpha que no me ha gustado la actitud tan violenta que ha tenido, que esa no es forma de reaccionar. Alpha me mira de reojo y no dice nada, pero rezuma agresividad por todos sus poros. Conduce con rabia y muy deprisa mientras en la parte de atrás Medo, Bakarr, Pa Alie y Aruna comentan los incidentes de la pelea.

Llegamos a Yankambor, Alpha pasa a toda velocidad y a las afueras de la aldea no tiene tiempo de esquivar una gallina que se le lanza contra las ruedas del coche y la espachurra. Frena, sale una señora de su choza gritando que le hemos matado a su gallina. Alpha me mira, le digo que no he sido yo quien ha atropellado a la gallina. Alpha se baja del coche, se acerca a la señora, se inclina ante ella y le pide perdón. La señora le dice que qué se va a hacer, que ha sido un accidente, y así seguimos camino hasta llegar a casa. El ambiente se ha destensando, todos ríen por el incidente de la gallina, hacen planes para ver el partido del Barça en la tele esta noche, …

Autor

  • Caballero, Chema

    Chema Caballero nacido en septiembre de 1961, se licenció en derecho en 1984 y en Estudios eclesiásticos en 1995 Ordenado Sacerdote, dentro de la Congregación de los Misioneros Javerianos,
    en 1995. Llega a Sierra Leona en 1992, donde ha realizado trabajos de promoción de Justicia y Paz y Derechos Humanos. Desde 1999 fue director del programa de rehabilitación de niños y niñas soldados de los Misioneros Javerianos en Sierra Leona. En la , desde abril de 2004 compaginó esta labor con la dirección de un nuevo proyecto en la zona más subdesarrollada de Sierra Leona, Tonko Limba. El proyecto titulado “Educación como motor del desarrollo” consiste en la construcción de escuelas, formación de profesorado y concienciación de los padres para que manden a sus hijos e hijas al colegio.

    Regresó a España donde sigue trabajndo para y por África

    Tiene diversos premios entre ellos el premio Internacional Alfonso Comín y la medalla de extremadura.

    Es fundador de la ONG Desarrollo y educación en Sierra Leona .

    En Bitácora Africana se publicarán los escritos que Chema Caballero tiene en su blog de la página web de la ONG DYES, e iremos recogiendo tanto los que escribió durante su estancia en Sierra Leona, donde nos introduce en el trabajo diario que realizaba y vemos como es la sociedad en Madina , como los que ahora escribe ya en España , siempre con el corazón puesto en África

    www.ongdyes.es

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