¿Vacaciones en Africa?, por Rafael Muñoz Abad

13/06/2019 | Bitácora africana

vacaciones_africa.jpgAlguna vez me han preguntado por el destino ideal para tener la primera experiencia africana como viajero y siempre acudo al bolsillo pues en contra del pensamiento habitual, Africa es cualquier cosa menos barato pero siempre valdrá la pena. Haber visitado Marruecos o Túnez en un todo incluido, incluso Egipto, no es sinónimo de emocionalmente haber estado en Africa más allá de que la geografía así te lo asevere. El Magreb no es Africa en sí y llamar africano a un rifeño es algo que no le hará mucha gracia. Razón por la que recomiendo como primera visita Senegal. Destino cercano a Canarias que a un precio razonable ofrece todo lo que el visitante espera encontrar en lo que se denomina Africa negra en forma de trepidantes bullicios callejeros, mercados, música y gente amable. Dakar es una de las capitales culturales del continente y su caótica vida urbana ya es en sí la atracción y, si lo que buscan es perderse en mercados de artesanía y comida, sin duda alguna es el destino más recomendado.

¿Y The Gambia? Igualmente cercana, me parece la estafa africana por excelencia. Evidentemente, mi opinión está condicionada por mis experiencias y allí no fueron muy buenas pero más allá de eso, creo que el destino se vende muy por encima de sus posibilidades. Con su anglofonía artificial, el país es una angosta franja pantanosa encajada en Senegal bajo una publicidad engañosa de safaris…de mosquitos del tamaño de un dátil.

[Yo], por razones de trabajo, acabé en un arrabal llamado Sierra Leona en los años noventa, así que mi primera vez en Africa fue sin anestesia y a lo fuerte. Después del susto, el resto ya fue llevadero. Si hay presupuesto, Africa ofrece los grandes destinos naturales de Kenia, Sudáfrica o Tanzania. Planicies infinitas y emociones en la estela de Memorias de Africa diseñadas ex profeso por los tour operadores para que el turista tenga las fotos de su vida. El límite es lo que puedas gastar. Amanecer en un lodge en lo alto de un árbol con la sabana por horizonte se paga. Escenarios relativamente seguros y en el caso de Africa del Sur, con todo lo que podamos imaginar en comodidad y servicios. Si piensan en Safaris y babear la vista con leones y elefantes, los tres países vecinos del Africa austral en forma de Botswana, Namibia y la citada Sudáfrica, son referencia obligada.

También se puede optar por destinos sin machacar y más difíciles de manejar. Sin entrar en detalles, unas semanas de mochila en Etiopia pueden ser un regalo al interior y los sentidos; pero nunca pierdan de vista que Africa es Africa y siempre pasará algo. El continente te despojará de las prisas y tus planes se quedarán en eso, en los propósitos que hiciste en un despacho. ¿Quieren conocer bien a alguien?, viajen con esa persona por Africa pues tendrán que improvisar sí o sí. Insisto, quitando la “organizada” Sudáfrica, hacer planes y pretender horarios en el resto del continente es como escribir sobre el agua.

En el otro extremo, si lo que desean es jugarse la vida y tener emociones fuertes, unas caminatas por el corazón vacío del Sahel no estarían mal; déjenlo todo “arreglado” antes de subir al avión. ¿Es recomendable leer las recomendaciones al viajero del Ministerio de Asuntos Exteriores? Sí, sí que lo es pese al alguna vez inusitado alarmismo; y las de un segundo país versado en Africa, caso de Francia, también. En 2013 yo y mi mochila nos presentamos al cónsul de España en Nouadhibou, Mauritania, bajo la estricta recomendación de no viajar al país por el alto riesgo de ser secuestrado y la tuvimos bien gorda en la embajada. Suerte o no, lo cierto es que estuve dos semanas vagabundeando y en pocos sitios me han tratado tan bien. ¿Entonces es recomendable Mauritania? No lo sé, no soy objetivo, adoro Mauritania con sus espacios vacíos y puestas incendiarias; sus gélidas noches del desierto y esa sensación de soledad que te envuelve. No, no soy objetivo pero si pueden, desde luego que es una experiencia.

Por razones emocionales siempre recomiendo Namibia y Sudáfrica pero soy consciente de que son destinos caros y lejanos por el traslado y la estancia. A su favor tienen que se pueden recorrer conduciendo, con el volante en la derecha, sin mayor problema que tomando las precauciones mínimas que en cualquier otro lugar adoptaríamos; quien haya conducido en el medio oeste estadounidense, lo hará ahí abajo en un paisaje similar.

Finalmente y sólo por razones de espacio, tenemos la curiosa, exótica, paradisiaca y siempre cara Africa insular del océano indico. Seychelles y Mauricio son dos destinos en forma de playas de ensueño y aguas turquesa. Mauricio es quizás el estado del mundo más exitoso en lo relativo a lo heterogéneo de sus grupos sociales donde chinos, europeos, hindúes y musulmanes, aglutinan una sociedad altamente tolerante y pacífica. Africa, en cualquiera de sus destinos y formas, valdrá la pena; piénsenlo.

CEAULL
cuadernosdeafrica@gmail.com

Autor

  • Muñoz Abad, Rafael

    Doctor en Marina Civil.

    Cuando por primera vez llegué a Ciudad del Cabo supe que era el sitio y se cerró así el círculo abierto una tarde de los setenta frente a un desgastado atlas de Reader´s Digest. El por qué está de más y todo pasó a un segundo plano. África suele elegir de la misma manera que un gato o los libros nos escogen; no entra en tus cálculos. Con un doctorado en evolución e historia de la navegación me gano la vida como profesor asociado de la Universidad de la Laguna y desde el año 2003 trabajando como controlador. Piloto de la marina mercante, con frecuencia echo de falta la mar y su soledad en sus guardias de inalcanzable horizonte azul. De trabajar para Salvamento Marítimo aprendí a respetar el coraje de los que en un cayuco, dejando atrás semanas de zarandeo en ese otro océano de arena que es el Sahel, ven por primera vez la mar en Dakar o Nuadibú rumbo a El Dorado de los papeles europeos y su incierto destino. Angola, Costa de Marfil, Ghana, Mauritania, Senegal…pero sobre todo Sudáfrica y Namibia, son las que llenan mis acuarelas africanas. En su momento en forma de estudios y trabajo y después por mero vagabundeo, la conexión emocional con África austral es demasiado no mundana para intentar osar explicarla. El africanista nace y no se hace aunque pueda intentarlo y, si bien no sé nada de África, sí que aprendí más sentado en un café de Luanda viendo la gente pasar que bajo las decenas de libros que cogen polvo en mi biblioteca… sé dónde me voy a morir pero también lo saben la brisa de El Cabo de Buena Esperanza o el silencio del Namib.

    @Springbok1973

    @CEAULL

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