Una situación explosiva: el Sur Sudán cierra el grifo del petróleo , por Alberto Eisman

30/01/2012 | Bitácora africana

Las últimas semanas no han deparado nada bueno en la situación que vive la región fronteriza entre el Sudán y el Sur Sudán. Las relaciones entre los dos países no están para tirar cohetes y aquí tienen un resumen de las «zonas calientes» dentro de este conflicto:
En el Sudán:

– La situación de la región del Sur Kordofán es crítica. El ejército sudanés se prepara para una aparente ofensiva que tendría como objetivo erradicar elementos del SPLM (Movimiento Popular de Liberación de Sudán, el mismo partido que está en el poder en el Sur) de la zona de Kauda, en las Montañas Nuba. La retórica prebélica parece que sube varios enteros en Sudán y esto ha hecho que un grupo anónimo de oficiales escriba una carta al presidente Bashir advertiéndole de serias consecuencias si se llevara a cabo de nuevo – tal como amenazan desde los estrados mitineros – una ofensiva militar en el Sur.

– Como consecuencia de estos dispositivos de seguridad, hay ya varias zonas del Sudán – el Sur Kordofán así como la zona del Nilo Azul – que se encuentran en una situación de emergencia que no puede ser atendida por ninguna organización internacional, ya que el gobierno ha puesto muy claro que “aceptan la ayuda de emergencia, pero no trabajadores internacionales”, indicando que no quieren testigos incómodos de lo que está pasando en el terreno y es seguro que hay muchas cosas que ocultar en la zona ya que el ejército sudanés – a imagen y semejanza de su presidente, en la lista de busca y captura de la Corte Internacional de Justicia – no es que sean muy famosos por su respecto a los Derechos Humanos. Escalofriantes informes han llegado de destrucción indiscriminada de pueblos, quema de cosechas y de almacenes domésticos, violaciones y otros atropellos.
– Además, 29 trabajadores chinos de una empresa de la construcción han sido secuestrados aunque se acaba de anunciar hace un par de horas que 14 de ellos han sido «rescatados» por el ejército sudanés en circunstancias todavía no aclaradas del todo.
En el Sur Sudán:

– Los enfrentamientos en el estado de Jonglei entre miembros de las etnias Lou Nuer y Murle han causado una gran destrucción de miles de vidas y de propiedades, incluyendo poblados enteros que han sido reducidos a cenizas. El móvil de estos ataques es la rivalidad de tribus pastoralistas por la posesión de ganado, pero alguien bien versado en la realidad de la región y los esfuerzos de paz me ha asegurado que este año es un fenómeno que va más allá de la tradición secular de quitarle el ganado a los vecinos (esto pasaba desde tiempo inmemorial con lanzas y flechas, ahora los rifles AK-47 hacen que la práctica sea mucho más mortífera), dando a entender que hay también intereses políticos en juego. No sería de extrañarse que también Jartúm jugara ahí su ya clásica y refinada táctica de desestabilizar partes del Sudán (ahora del Sur Sudán) a través de “servicios subcontratados” de milicias locales.

– Pero el factor que en los últimos días más ha encendido los ánimos es el de la situación petrolífera. Mientras que la mayoría de los yacimientos petrolíferos está en Sur Sudán, los oleductos y las refinerías se encuentran todos en el Sudán y esto supone unos complicados acuerdos en los que una parte pone el petróleo y la otra cobra por el paso del crudo por el oleoducto y el proceso de refinamiento. El Sur Sudán reclama en ese contencioso más de 500 Millones de dólares que exige del gobierno de Jartúm, a lo cual este responde diciendo que se queda con el crudo en compensación por la falta de pago de otras tasas… Finalmente, el gobierno de Juba (Sur Sudán) ha decidido cortar por lo sano y ha ordenado el cierre de los pozos petrolíferos y la interrupción del suministro al oleoducto, un proceso logísticamente bastante complicado que ha durado 15 días y ha sido concluído all 100%. El gobierno del Sur Sudán ha decidido tomar esta decisión para así poner mucha más presión sobre el gobierno de Jartúm y demostrar que también puede esperar lo suyo si necesita encontrar una solución o alcanzar si hace falta una alternativa como la construcción de un nuevo oleoducto que comunique el Sur Sudán con la ciudad keniana de Lamu, en el Océano Índico. Podría ser que, si se baraja la opción militar, el cierre del suministro sería una ocasión ideal para darle a Jartúm la ocasión que están buscando para actuar militarmente.

Como ven, todo un racimo de factores muy preocupantes ya de por sí por separado, así que imagínense en su conjunto. Esperemos que estas semanas que vienen traigan algunas buenas noticias… como ven, los sudaneses y sur sudaneses necesitan alguna más que el comer.

Original en En Clave de África

Autor

  • Eisman, Alberto

    Alberto Eisman Torres. Jaén, 1966. Licenciado en Teología (Innsbruck, Austria) y máster universitario en Políticas de Desarrollo (Universidad del País Vasco). Lleva en África desde 1996. Primero estudió árabe clásico en El Cairo y luego árabe dialectal sudanés en Jartúm, capital de Sudán. Trabajó en diferentes regiones del Sudán como Misionero Comboniano hasta el 2002.

    Del 2003 al 2008 ha sido Director de País de Intermón Oxfam para Sudán, donde se ha encargado de la coordinación de proyectos y de la gestión de las oficinas de Intermón Oxfam en Nairobi y Wau (Sur de Sudán). Es un amante de los medios de comunicación social, durante cinco años ha sido colaborador semanal de Radio Exterior de España en su programa "África Hoy" y escribe también artículos de opinión y análisis en revistas españolas (Mundo Negro, Vida Nueva) y de África Oriental. Actualmente es director de Radio-Wa, una radio comunitaria auspiciada por la Iglesia Católica y ubicada en Lira (Norte de Uganda).

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