Una lectura de la realidad política congoleña

26/01/2011 | Crónicas y reportajes

A) Una elección presidencial a una vuelta

El poder de Kinshasa no quiere que el síndrome del marfileño Laurent Gbagbo le contamine. En la perspectiva de la elección presidencia de noviembre de 2011, el PPRD trata de modificar la Constitución. La elección presidencial no será a doble vuelta como en 2006. Las razones evocadas son el coste del escrutinio y las violencias que una segunda vuelta puede generar como ha sucedido en Guinea y en Costa de Marfil en 2010. Sin embargo, si se miran las cosas de cerca, la realidad es que J. Kabila teme la unión de la Oposición. Está claro que en Kinshasa se hacen cálculos electorales.

El partido del presidente ha perdido a uno de sus más eminentes miembros, Vital Kamerhe, antiguo presidente de la Asamble y director de la campaña electoral de Kabila en 2006. El MLC del J.P. Bemba sigue siendo un gran rival. Etienne Tshisekedi, el eterno opositor y presidente de la UDPS ya se ha lanzado a la batalla y ha regresado al país. También Vital Kamerhe está en la carrera presidencia, con la particularidad de que se trata de un hombre del este de la RDC, donde Kabila obtuvo en 2006 sus mejores resultados. La supresión de la segunda vuelta significa que Kabila no tendrá que enfrentarse a una hipotética coalición del conjunto de la Oposición. La mayoría presidencial calcula que los distintos opositores no se pondrán de acuerdo para unir sus fuerzas y presentar un único candidato en una única vuelta(1).

El “voto-sanción” consiste en no reelegir a un mandatario del que se está descontento. El “voto-precaución” es diametralmente distinto al “voto sanción”: el dirigente X es abominable, sin embargo preferimos votarlo – aunque desearíamos su derrota – para evitar represalias eventuales”. El cálculo que está detrás de la propuesta de elección a una sola vuelta es muy claro. La “prima del saliente”, el “voto-precaución”, tienen como consecuencia que el `presidente saliente es casi siempre el vencedor RELATIVO de la primera vuelta, es el primero, pero tiene menos del 50% de los votos.

La elección a dos vueltas es una de las disposiciones de la Constitución de la V República francesa que ha sido trasladada tal cual a la de la RDCongo. No resulta inútil fijarse en su origen, lo que nos lleva al General De Gaulle, que quiso dar al régimen un carácter más presidencial. Hasta entonces los Presidentes de la República francesa eran elegidos por los Parlamentos, y para que la función presidencial tuviera más prestigio y autoridad se optó por el sufragio universal directo. Esto es, para ser presidente de todos los franceses era preciso que fuera elegido por más del 50% de los votos. La votación a dos vueltas sirve ante todo para evitar que un Presidente elegido por sistema mayoritario a una vuelta, por ejemplo con el 35% de los sufragios, sea considerado como un “Presidente de la minoría”. Con dos candidatos solamente en liza en una segunda vuelta, el vencedor fatalmente obtiene el 50%.

Hasta ahora el Parlamento congoleño siempre ha vota los proyectos gubernamentales, ya que tiene la mayoría, que se ha mostrado disciplinada. Por lo tanto la adopción de esta propuesta es muy probable y las protestas de la oposición no cambiarán nada, con la particularidad de que en el plano formal la maniobra es plenamente legal.

Cuando Joseph Kabila Kabange sea elegido “presidente de la minoría de los congoleños”, no puede pensarse que ello será aceptado pasivamente por la población. Hay que esperarse a que se produzcan disturbios y una sangrienta represión que generará nuevos desórdenes en virtud de la clásica espiral según la cual la violencia llama a la violencia. Es de suponer que las violencias sean interpretadas como “tentativas de tomar el poder por la fuerza”, dirigidas contra un poder “elegido legalmente”. Así que, si se producen intervenciones extranjeras, africanas u onusianas, tendrán claro está el objetivo reconocido de “defender el poder salido de las urnas” y, sin duda, como objetivo menos confesable la balcanización del país(2).

La mayoría en el poder, percatándose de la imposibilidad de que el candidato Kabila pueda obtener en la primera vuelta más del 50% de los votos, se agita a la búsqueda de argumentos que le puedan servir para cambiar las reglas del juego electoral. Pero no logra convencer al pueblo congoleño. El argumento de la pobreza del país para suprimir las oficinas de voto en la provincias pobladas del este y para adoptar la elección a una sola vuelta no se tiene en pie, cunado proviene de la Alianza por la Mayoría Presidencia (AMP) que se ha gastado en los festejos del cincuentenario más de lo que sería necesario para la organización de las elecciones de 2011. Cuanto más la AMP busque trapichear y manosear las reglas del juego, más grande será la sospecha del fraude. Recordemos que el Kivu, que había elegido masivamente al presidente Joseph Kabila en 2006, hoy no le es favorable. La marcha de Vital Kamerhe, muy apreciado en esta región y la creciente inseguridad, alejan la posibilidad de que en esta región Kabila sea reelegido. La presencia de Ruanda en la RDC, la alianza con el CNDP, la carestía de la vida, la inseguridad, son cosas que afectan negativamente a la AMP. Si añadimos una ley electoral cortada a medida del candidato de la AMP Kabila, algunos observadores piensan que la AMP está cavando su tumba.

Unas malas elecciones no aceptadas por los congoleños, prepararían el terreno a la balcanización del Congo. Ya la presencia de un ejército mono-étnico en el este del país es un signo que no engaña sobre ese plan de balcanización que se mantiene siempre medio tapado. Para apaciguar el clima antes de las elecciones, en lugar de revisar la ley electoral, lo que debería ser preocupación de los legisladores es la reforma del ejército y de los servicios de seguridad. Para los observadores es necesario que el juego electoral sea plenamente democrático un ejército republicano y neutro. Lo que hay que ofrecer a los congoleños no es un escrutinio a una vuelta sino un ejército y unos servicios de seguridad capaz de aportar seguridad a los congoleños y a las instituciones surgidas de la democracia(3).

B) La adhesión del CNDP a la AMP

Este acercamiento entre el CNDP y la AMP, enemigos ayer, parece dictado por un cálculo electoral muy simple, según opina Gaspar-Hubert Lonsi Kojko del partido RDPC. Gracias a esta adhesión, el presidente Kabila “acaba de garantizarse el control de todas las oficinas y mesas de voto en los territorios ahora no accesibles a las FARDC pero controladas por el CNDP. Por otra parte, espera contar con estos apoyos del este partido político-militar en caso de que se produzca una contestación de los resultados del escrutinio. Como contrapartida de este acuerdo, un buen número de elementos del CNDP serán promovidos a la dirección de las FARDC”(4).

La admisión del CNDP en el entorno de la mayoría presidencial hace estremecer. El CNDP, ese mismo que ha sembrado el terror y la desolación, se presenta hoy como aliado del jefe de Estado en las elecciones. Es una decisión de graves consecuencias. Al optar por una alianza con el CNDP, el jefe de Estado carga en sus espaldas los crímenes cometidos por este ex-movimiento insurreccional y rebelde, antes de vestirse con los ropajes de un partido político. Los militares provenientes de sus filas han rechazado servir en zonas alejadas de las regiones del este, desobedeciendo instrucciones de la jerarquía militar. Han rechazado últimamente el censo biométrico. Todo ello son pruebas de que no se han integrado realmente en las FARDC. Al mismo tiempo todos los informes sobre violaciones de los derechos humanos y sobre explotación ilegal de recursos naturales citan a elementos del CNDP, al mismo nivel que los interahamwe, la LRA o ADF-NALU. La AMP debe asumir el vergonzoso pasado del CNDP. Toda una trampa para Joseph Kabila(5).

Esta noticia ha sorprendido a muchos compatriotas. La amnesia y la costumbre de trabajar a corto plazo estarían a la base de esta sorpresa.
En cuanto perdemos de vista que Ruanda tiene interés en la partición del Congo y en apoderarse del Kivu, de que las potencias occidentales imperialistas practican la política de dividir para reinar sirviéndose de Uganda de Ruanda y de Burundi, como estos satélites para desestabilizar África de los Grandes Lagos y tener así acceso a sus recursos naturales y a sus materias primas estratégicas, falseamos los términos del nuestros debates.

¿Cómo proceden para alcanzar estos objetivos?

Llevan a cabo acciones coherentes. A corto y a largo plazo. Cambian de tiempo en tiempo su estrategia, pero los objetivos siguen siendo los mismos. Infiltrar todas las instituciones congoleñas para debilitarlas desde el interior y crear instituciones paralelas, recurrir a la violación como arma de guerra, indicar a sus hombres y mujeres adictos que operan en el seno de las instituciones congoleñas la dirección que deben tomar. Todos los movimientos rebeldes creados por Kigali (AFDL, RCD, CNDP) eran caballos de Troya. Han trabajado en el seno de un gobierno paralelo para realizar los objetivos de Kigali y de sus padrinos.
A través de su alianza, la AMP y el CNDP siguen siendo coherentes en su acción criminal y depredadora en el Congo en su propio provecho y en provecho de sus amos.

(De Congo Actualité, nº 118,

15 de enero de 2011)

Traducido por Ramón Arozarena.

1. Cf Afriscoop – Kinshasa , 04.01.11; Cfr también: Christophe Rigaud – Afrikarabia, 06.01.2011; Contrarestar una posible alianza entre la Udps de Tshisekedi, el MLC de Bemba y la Unc de Kamerhe, es muy verosímilmente el motivo por el que Joseph Kabila modifica el modo de escrutinio para las próximas presidenciales. No desea afrontar esta hipotética “unión sagrada de la oposición” en la segunda vuelta, por lo que propone reducir a una sola vuelta la próxima elección presidencial.

2. Cf Guy De Boeck – congoforum, 03.01.’11
http://www.congoforum.be/fr/nieuwsdetail.asp?subitem=1&newsid=173518&Actualiteit=selected

3. Cf Beni-Lubero Ondine, 03,01,’11

4. Cf Christophe Rigaud – Courrier International – africatime, 14/12/2010.En efecto, el 31 de diciembre, el presidente de la República ha promovidoa 14.280 militares, entre ellos a 3,239 oficiales superiores y 11.041 oficiales subalternos y 11.555 policías (Le Potentiel – Kinshasa, 05.01.’11).

5. Cf Le Potentiel – Kinshasa, 16.12.’10

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