Una declaración histórica en favor de la libertad religiosa en países islámicos.

8/02/2016 | Editorial

Venimos constatando, durante los últimos años, una creciente persecución de creyentes cristianos, comunidades y minorías religiosas, particularmente en algunos países de mayoría musulmana, como Pakistán, Afganistán, Irak, Irán, Arabia Saudí, Siria, Egipto, Argelia, Somalia, Nigeria, India, etc.

Al mismo tiempo podemos observar un cierto aumento de agresividad y persecución mediática en algunos medios de comunicación occidentales a toda manifestación o expresión religiosa en público.

El respeto se debe a todas las personas: creyentes y no creyentes, de cualquier raza, color, nación y procedencia social. La libertad, política, cultural y religiosa es para todos y siempre es necesario recordar que esta libertad de expresión no es absoluta y no debe llegar a insultar, provocar o abusar de otras personas.

El respeto a la dignidad de la otra persona es el límite de mi libertad. En otras palabras, debo vivir y expresar mi libertad de forma responsable.

En este sentido, una declaración importante sobre los derechos de las minorías religiosas ha sido adoptada en el Congreso Internacional organizado del 25 al 27 de enero en Marrakech (Marruecos).

Esta declaración hace una llamada urgente a la movilización de intelectuales y dirigentes sociales, en los países de mayoría islámica, para promover la libertad religiosa y la igualdad de todos los ciudadanos sin distinción de etnia o religión.

La iniciativa es histórica. Más de 300 representantes musulmanes, procedentes del mundo entero y representando a los académicos, intelectuales, responsables políticos, dignatarios religiosos y representantes de diversas asociaciones, se reunieron en Marrakech para este Congreso y asegurar el respeto a los derechos de todas las minorías religiosas en los países musulmanes.

El Congreso fue organizado en Marrakech por el ministro marroquí de las Alianzas islámicas y del Foro para la promoción de la paz en las sociedades musulmanas residentes un lo Emiratos Árabes. (ACRE: 28.1.2016)

Esta declaración adquiere una relevancia muy importante para reafirmar claramente la necesidad de entendimiento, respeto y colaboración entre las comunidades religiosas, en los países de mayoría musulmana, respetando los derechos de todos para su libre expresión.

Es verdad que la persecución de creyentes ha existido a lo largo de la historia en muchos países y entre todas las religiones. Es saludable aprender de la historia.

Pero ha sido sobre todo en los tiempos modernos cuando hemos observado un aumento de persecución y violencia hacia los creyentes.

Según diversos estudios, en el siglo veinte, habrían sido asesinados 45 millones de cristianos en el mundo, incluso en los países europeos. Mientras que para el año 2011, habrían sido asesinados en el mundo, por motivos de su Fe, más de 160 millones de cristianos-as. (Mario Toso. Roma)

Los diferentes tipos de fundamentalismo y radicalización en diversos grupos sociales o religiosos, son síntomas de frustración, marginación, injusticias, mala gestión de recursos, manipulación política y falta de educación integral.

Mientras que el respeto a los demás, la acogida del inmigrante, el aprecio de la persona que es diferente, son siempre signos de madurez humana, libertad, gestión responsable y bienestar social.

Conviene recordar siempre que las luces abundan más que las sombras, y la bondad de la mayoría de la gente sobrepasa la maldad de unos pocos. En muchos países africanos como: RD del Congo, RCA, Mali, Burkina Faso, Uganda, etc. encontramos a numerosos líderes religiosos: cristianos y musulmanes que siguen trabajando juntos por la justicia, el bien común y la paz.

Además, en cuestiones de solidaridad, reconciliación y paz, el pueblo va siempre por delante de sus líderes.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster