Un sistema de salud todo en uno, ¿realidad o sueño?

24/05/2017 | Crónicas y reportajes

Imagina entrar en una clínica de atención primaria en Cabo Oriental, Sudáfrica, donde una enfermera es capaz de diagnosticar formas complejas de tuberculosis resistente a los medicamentos. Ella utiliza una pequeña máquina portátil parecida a las que fabrican bebidas frías Soda Stream.

Con este dispositivo, la enfermera también puede medir la cantidad de virus en la sangre de sus pacientes con VIH para establecer, en 90 minutos, si su medicación antirretroviral está funcionando. Si hay demasiado VIH en la sangre significa que el medicamento ya no es eficaz y que podría necesitar un cambio en la combinación de las dosis.

Además de esto, la máquina puede probar si alguno de los pacientes de la enfermera tienen formas peligrosas de la infección por el virus del papiloma humano, que puede conducir a un cáncer de cuello uterino.

Todo lo que esta enfermera tiene que hacer para realizar diagnósiticos que salvan vidas es cambiar el cartucho del dispositivo al apropiado para cada vez que quiera hacer una nueva prueba de PCR (un tipo de análisis de ADN). Se reduce a seguir unas sencillas instrucciones sobre cómo introducir el esputo o la muestra de sangre del paciente en cuestión en el cartucho.

Anteriormente, la enfermera tenía que enviar muestras a un laboratorio gubernamental de una ciudad que quedaba a cuatro horas de viaje. A menudo tardarban semanas en llegar los resultados a la clínica. A veces se pierden en el sistema y directamente no vuelven.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que sólo 7 de cada 10 pacientes de tuberculosis en Sudáfrica reciben tratamiento, y el 10% de las personas con tuberculosis no son nunca diagnosticadas, a menudo debido a la fragmentación de los servicios y a una mala coordinación. O simplemente los pacientes nunca regresan a las clínicas a recoger sus resultados.

Pero ahora esta enfermera puede, técnicamente, incluso ir a los hogares de los lugareños con su dispositivo y hacerles pruebas para detectar estas enfermedades. Si tuviera tiempo, claro.

¿Todo esto suena descabellado? En realidad no.

La nueva tecnología podría revolucionar la asistencia sanitaria en Sudáfrica

De acuerdo con Yogan Pillay, subdirector del departamento nacional de salud para el VIH, la tuberculosis y la salud materna, este escenario podría materializarse en julio, cuando la compañía de diagnósticos estadounidense Cepheid lance su nueva versión de la máquina GeneXpert Omni.

«Puede que no seamos capaces de implementar completamente el uso del dispositivo hasta el próximo año fiscal, debido al costo y al tiempo que llevaría hacer un mapeo geográfico para establecer qué clínicas se beneficiarían más de la máquina. Pero es probable que podamos probarla en algunos sitios este año si podemos negociarlo con la compañía«, dice Pillay.

Cepheid no ha confirmado el coste del dispositivo, pero previamente ha indicado que podría estar alrededor de 3.000 dólares si se compara con los modelos más grandes de GeneXpert, que cuestan 17.500 $ y pueden albergar más muestras simultáneamente. Sudáfrica posee varias de las máquinas más caras, pero en su mayoría necesitan de laboratorios y entrenamiento específico para funcionar.

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«Cuando se tiene una herramienta de diagnóstico para varias enfermedades, esencialmente estás creando un minilaboratorio portátil que permite diagnósticos in situ, ya que los pacientes no tienen que regresar a la clínica del hospital en una fecha distinta para recoger sus resultados«, agrega Pillay. «En realidad es hacia donde nos dirigimos en términos de servicios de salud integrados a nivel de diagnóstico«.

La definición más común para integración es «la organización y gestión de los servicios de salud para que las personas reciban el cuidado que necesitan, cuando lo necesitan, y de una manera que sea fácil de usar, logren los resultados deseados y tengan una buena relación calidad-precio«, según un informe técnico del WHO en 2008.

El sistema de salud pública de Sudáfrica necesita desesperadamente de una tecnología como la del GeneXpert Omni para mejorar la prestación de sus servicios. En algunos casos, la tecnología ya ha dado sus frutos: en 2014, el departamento de salud implementó una aplicación móvil que envía mensajes SMS semanales a mujeres embarazadas sobre cómo manejar el embarazo en sus diferentes etapas. MomConnect, que así se llama la app y cuenta con 1’6 millones de usuarios registrados, también permite a las mujeres registrar quejas sobre el mal servicio, y no requiere que el usuario tenga datos o use un smartphone siquiera. «Empodera a las mujeres embarazadas y al sistema«, explica Pillay. «Lo bueno de las quejas, principalmente sobre los largos tiempos de espera y enfermeras con mala actitud, es que son en tiempo real y podemos hacer algo al respecto lo más rápido posible«.

Pero los sudafricanos no consideran que su sistema de salud esté integrado, ni siquiera en el sector privado, según una encuesta realizada por Philips, una compañía de tecnología de la salud, en 2016 a 13 países distintos. Los pacientes y profesionales de la salud que participaron en el estudio ven, sin embargo, «un claro valor de la integración futura».

El departamento de salud está considerando la introducción de una campaña publicitaria en la que todos los pacientes que visitan las instalaciones de salud pública se examinan para el germen de la tuberculosis.

Pero tal integración no cura los recursos inadecuados: hacer pruebas a más personas aumentaría el trabajo de los trabajadores de la salud, que ya están operando en un ambiente con pocos recursos. La OMS advierte que tales esfuerzos no son sostenibles sin «ampliar, en general, la fuerza de trabajo en algún momento».

¿Qué puede aprender el sector privado del público?

Sólo un 30% de los médicos en Sudáfrica trabaja en el sector público,atendiendo a más del 84% de la población, más de 40 millones de personas, según un informe especial de 2014 publicado en The New England Journal of Medicine. Y es probable que este escenario empeore según los departamentos de salud provinciales empleen medidas de austeridad para luchar contra el aumento de los costes y de la deuda, como ya está sucediendo.

Pero en muchos aspectos, el sector privado de salud de Sudáfrica, bien dotado pero fragmentado, puede aprender de los esfuerzos de integración del sector de la sanidad pública. Alrededor del 16% de los sudafricanos tienen seguro médico privado, que les proporciona acceso al 70% de los médicos del país, según The New England Journal of Medicine.

«En un hospital universitario o público que funcione bien, el equipo médico de un paciente se reunirá regularmente para discutir el plan de tratamiento conjunto para dicho paciente, pero en el sector privado los médicos rara vez trabajan en un equipo multidisciplinar«, dice Jonathan Broombert, director ejecutivo de Discovery Health, administradores del mayor plan de ayuda médica del país. «Esto a menudo conduce a una atención de menor calidad y a un mayor coste del tratamiento, en parte debido a lo que se malgasta, como investigaciones que se realizan varias veces por diferentes médicos porque no se están comunicando o errores médicos que se cometen por no tener acceso a la información del otro».

Según las regulaciones sudafricanas, los hospitales privados no pueden emplear a doctores y terapeutas, por lo que todos tienen sus propias prácticas individuales, con poca coordinación entre los profesionales de la salud, hospitales y laboratorios. Para evitar esto, Discovery Health creó su propio «programa de coordinación para la atención», que cuenta ahora mismo con 7.275 miembros inscritos.

«En esencia, tenemos un proceso de coordinación y recursos en torno a los diversos proveedores fragmentados que tratan a nuestros miembros. Tenemos coordinadores de salud monitorizando lo que está pasando con el paciente y comunicando dicha información a los distintos profesionales de la salud que se ocupan de él», explica Broomberg. «La polifarmacia, esto es, cuando diferentes médicos han prescrito múltiples medicamentos en un paciente, fármacos que pueden funcionar unos contra otros, es uno de los resultados más frecuentes de los esfuerzos no coordinados. Nosotros, por ejemplo, tenemos muchos miembros de edad avanzada, que sufren de múltiples enfermedades y que toman entre cinco y diez medicamentos diferentes, de los cuales uno puede estar exagerando sus efectos. El mareo, que conduce a caídas, es una de las complicaciones más comunes«.

Numerosos estudios han demostrado que la frecuencia de fracturas de cadera en ancianos puede reducirse significativamente cuando las dosis de distintos medicamentos están coordinadas para prevenir mareos.

Los médicos senior, que trabajan con el equipo de coordinación de cuidado del administrador del sistema médico, revisan la medicación de los pacientes para mejorar los regímenes de medicamentos y reducir el número de fármacos cuando es necesario.

Un enfoque integrador podría reducir los ingresos hospitalarios

Para Discovery Health está dando resultados: ha habido una mejora del 60% en el «funcionamiento físico» de las personas mayores que son miembros del programa de atención para la tercera edad, que se inició en 2013. El «funcionamiento cognitivo» de sus miembros ha mejorado un 55% y la carga sobre los cuidadores se ha reducido en un 65%. Además, ha habido un 57% menos de hospitalizaciones prevenibles.

Idealmente, la integración de la salud en Sudáfrica debería acortar la brecha entre el sector público con recursos insuficientes y el rico sector privado. Pero el plan Nacional de Salud y Seguros, que pretende hacerlo, está avanzando lentamente y está plagado de problemas de infraestructura y coordinación.

El sector privado cuenta con costosos equipos de diagnóstico, que rara vez usan de noche. Cuenta con sistemas bien establecidos de electricidad y con registros de salud de los que el sector público puede beneficiarse.

Pero raro es que se produzca un intercambio entre estos dos sectores.

¿Por qué?

«En lugar de ser un problema tecnológico, lo es de voluntad política«, argumenta Broomberg. «¿Ven el suficiente beneficio en trabajar juntos el liderazgo gubernamental de salud pública y el de la industria del sector privado? Ese es el principal obstáculo«.

Las soluciones están ahí, pero, ¿las quieren los actores implicados?

Fuente: Bhekisisa.org

[Traducción y edición, Mario Villalba]

[Fundación Sur]


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