Un informe sobre piratería critica duramente el nombramiento de España a la cabeza de la operación Atalanta

22/10/2009 | Crónicas y reportajes

Los intentos de combatir la piratería somalí, desplegando buques de guerra o reavivando el gobierno central en el país, están fracasando y los esfuerzos deberían centrarse en apoyar a las autoridades locales en la región, según un nuevo informe.

El informe de 71 páginas, titulado “Paratería en el Gran Golfo de Aden: mitos, ideas equivocadas y remedios”, argumenta que ayudar a las estructuras con legitimidad local, como las autoridades de Puntland, y la milicia sufí ahlu Sunna wal Jamaa, podría ser más viable.

El informe publicado por el instituto noruego de Investigaciones Urbanas y Regionales, NBIR, dice que el enfoque de contención con patrullas navales es costoso y ha dado resultados diversos.

“La presencia naval internacional es simplemente demasiado pequeña para cubrir toda la zona”, afectada por la piratería, según el informe.

Los secuestros de la estación inter-monzón, que empezó hace dos semanas, durante la cual los piratas están más activos, ha desvelado una tendencia en la que los bandidos buscan a sus presas incluso más lejos al este en el océano, lejos del patrullado golfo de Adén.

El informe señala que la coalición naval internacional “carece de mecanismos para abordar las causas de la piratería que están tierra adentro”, y no ofrece a los somalíes la posibilidad de considerar la lucha contra la piratería como algo propio.

Retirada de los barcos extranjeros

El NBIR cita la decisión de la Unión Europea de dar el liderazgo de su fuerza Atalanta a España durante cuatro meses, a principios de este año, como un paso falso que ha fomentado el resentimiento público. “Es de todos conocido que los pesqueros españoles pescan ilegalmente en las aguas de Somalia, y la decisión es altamente impopular entre los somalíes”, explica el informe.

El informe también argumenta que el coste de la acción naval no es sostenible, y que la piratería probablemente reaparezca, en el caso de que un eventual descenso en los ataques haga que se retiren los buques extranjeros.

El autor, el experto somalí, Stig Jarle Hansen, señala que el coste de una fragata noruega desplegada durante seis meses, de cerca de 30 millones de dólares, podría pagar los salarios de 100.000 oficiales de policía de Puntland durante el mismo periodo.

Hansen, del NBIR, también critica la estrategia centrada en torno al Gobierno Federal de Transición, respaldado por occidente, que no controla ninguna zona del país en la que operan los piratas y no puede pagar a sus propias fuerzas armadas. “La piratería no puede ser abordada en zonas en la que no existe”, aclara.

El informe dice que “los piratas son un producto de la falta o la decadencia de las instituciones locales, más que de una falta de estado.

Posibles soluciones

Hansen argumenta que en las dos principales regiones afectadas por la piratería, el estado separatista del norte, Puntland y el estado de Mudug, más al sur, hay socios con los que se pueden desarrollar e implantar estrategias anti piratería.

En Puntland, a pesar de la supuesta complicidad con los piratas, las autoridades son temidas y la región, últimamente, está libre de conflicto a gran escala, que asedia al resto del país.

Fuera de Puntland, en la región de Mudug, Hansen sugiere que la facción Ahlu Sunna wal Jamaa, cuyo principal interés no está actualmente cerca de la costa, debe ser persuadida y recompensada por expandir su influencia hacia las áreas de piratería.

El grupo, recientemente se ha levantado en armas para defender su facción sufí del Islam, contra la línea más dura de la doctrina Wahhabi, defendida por los insurgentes y organizaciones como Al Shabaab, inspirada en Al Qaeda, y es considerada de gran popularidad.

El informe también sugiere tres posibles enfoques que podrían ser adaptados a la realidad local: pagar y formar a las fuerzas de seguridad existentes en el país, para combatir la piratería; establecer una entidad separada con considerable autonomía y recurrir a una compañía privada en tierra, en lugar de mar adentro.

(News24, 22-10-09)

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