Toda aportación, de la mujer y del hombre, es eficaz cuando es competente y responsable

11/03/2019 | Editorial

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Participamos en constantes reflexiones sobre la necesaria y total integración de la mujer en todos los ámbitos de la vida familiar, social, nacional e internacional.

Si cada persona tiene su especial y única contribución que aportar para construir una familia real, una sociedad más justa y solidaria, así como un mundo más humano, es evidente que las mujeres tienen una contribución única, especifica e irremplazable, para construir una familia humana y armoniosa, así como una sociedad más completa, desarrollada y pacífica.

Se investiga cuál es y cuál puede ser la contribución especifica de la mujer, particularmente de la mujer africana, en campos y países donde podemos observar notables avances en la salud, educación, derechos humanos, transformación de conflictos y desarrollo integral, gracias a la especial aportación de mujeres en posiciones de gestión.

En varios países de África, como: Burkina Faso, Tanzania, Uganda, Ruanda, etc. podemos observar los importantes logros conseguidos como: el derecho de las mujeres a ser propietarias de tierras, la superación gradual de la MGF y de los matrimonios de menores, el mejor acceso a la educación, etc., gracias a la posición de mujeres en puestos de responsabilidad, y a los movimientos sociales de mujeres y jóvenes en muchos países africanos.

Es evidente que esta inclusión total de la mujer en todos los ámbitos de responsabilidad familiar, social, nacional e internacional, no es todavía una plena realidad, particularmente en regiones tradicionales de África y de otros continentes. Queda mucho camino por recorrer todavía para que las mujeres africanas sean respetadas y valoradas en su dignidad, igualdad y gocen de las mismas oportunidades que los hombres para gestionar los servicios de máxima responsabilidad.

Dicho esto, quiero añadir algo que me parece fundamental: lo importante es valorar la contribución específica de la mujer africana a todos los niveles, y segundo: valorar el grado de competencia y responsabilidad de la persona.

La cuestión más relevante debe ser centrada, tanto si se trata de mujer como de hombre, en el grado de competencia y de responsabilidad de la persona.

Pienso que lo realmente importante es que todas las personas tengan las mismas oportunidades de educación y de gestión, y que elijamos para tareas importantes a las personas que son ante todo competentes y responsables, sean mujeres o sean hombres.

Pienso que las manifestaciones feministas de estos días, sobre todo en Europa, tiene su objetivo valido, pues aún queda camino por recorrer. Al mismo tiempo, también creo que algunas protestas están “politizadas” y parecen estar motivadas, en parte al menos, por el miedo a otros grupos y por intereses partidistas.

Espero que elijamos siempre, para todos los puestos de responsabilidad, a personas competentes y responsables, sean mujeres o sean hombres, buscando al mismo tiempo una integración equitativa y la aportación específica de los dos géneros.

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