Sudán sentenció a seis niños a muerte por haber tomado parte en un ataque de los rebeldes de Darfur a Jartum, la capital de Sudán, pero ha prometido no ejecutarlos, según ha desvelado un alto cargo de las Naciones Unidas.

Un oficial del gobierno de Sudán dijo que no podía hacer declaraciones sobre este caso, pero aclaró que las ejecuciones de niños no estaban permitidas por la ley y que existen pruebas para no meter a menores de edad en el corredor de la muerte.

“Tenemos a seis detenidos por los ataques rebeldes en el corredor de la muerte”, declaró Radhika Coomaraswamy, la representante especial del secretario general de la ONU, para infancia y conflictos armados. “El gobierno afirma que un panel militar ha averiguado que estos seis no son menores, pero según las evaluaciones de las agencias internacionales, son niños”. “El ministro de Justicia ha asegurado que no serán ejecutados”, dijo la representante ante la prensa, al finalizar su viaje a Sudán.

Las Naciones Unidas definen como niño a cualquier persona menor de 18 años.

Más de 100 personas fueron condenadas a muerte después de haber sido encontrados culpables de tomar parte en un ataque efectuado por el Movimiento para la Justicia y la Igualdad, JEM, de Darfur, al suburbio de Jartum de Omdurman, en mayo del año pasado.

El presidente de Sudán, Omar Al Bashir, perdonó y puso en libertad a decenas de niños que habían sido detenidos tras haber tomado parte en el ataque sin precedentes del año pasado, que se detuvo justo a poca distancia del parlamento del país.

Coomaraswamy afirma que el personal de la ONU ha identificado a otros seis niños entre los condenados que quedan, pero el gobierno de Sudán ha alegado que algunos de ellos tenían ya 18 años en el momento del ataque.

“Según la ley, no se puede ejecutar a niños”, declaró el portavoz del ministerio de Exteriores, “Si un tribunal emite una sentencia a muerte contra un menor, será apelada y revocada”.

Coomaraswamy dijo que hay evidencias que demuestran que JEM todavía recluta a niños soldados, así como otros grupos rebeldes y milicias pro gubernamentales, como los janjaweed, que operan dentro de Darfur.

La representante de la ONU también ha podido conocer a niños obligados a combatir por el Ejército de Resistencia del Señor, el LRA, de Uganda, “Yo diría que la luz se ha borrado por completo de sus ojos, después de años de haber sufrido abusos”, declaró describiendo a los niños que había tenido la oportunidad de conocer.

El JEM siempre niega que reclute a niños para combatir.

(Mail & Guardian, Suráfrica, 23-11-09)