Soluciones africanas a Problemas africanos

24/07/2009 | Opinión

La Unión Africana (AU) y su intervencional estructura de paz y seguridad podría ser visto como una expresión institucional de la frase ‘soluciones africanas a problemas africanos’.

Esto se ha convertido en un mantra para la movilización popular y muy probablemente explica ciertas posiciones políticas adoptadas por la Unión Africana en el manejo de ciertas crisis. El principio básico de la Comunidad Económica Regional (REC) son los ladrillos de la estructura africana de paz y seguridad, y dice muchísimo de cómo esta frase ha llegado a incorporarse al círculo de la política africana.

¿Qué significa esto? ¿Esto apunta a la movilización de los africanos para resolver sus problemas? O ¿es una resignación? ¿Está allí simplemente para explicar la inacción de la comunidad internacional? O ¿proporciona un escudo egoísta para proteger dictadores africanos como Robert Mugabe y otros del escrutinio internacional?

Considerando las limitantes capacidades de África, ¿es una realidad o vana retórica? Frente a la indiferencia internacional o intervenciones, a veces, nocivas en ciertos conflictos africanos, ‘soluciones africanas a problemas africanos’ refleja la justificable necesidad de mayor responsabilidad africana, autonomía y la urgencia para desarrollar la prevención de conflictos indígenas y capacidades de administración. Como el economista y autor Ghanés George Ayittey indica, si usted formulara sus propias soluciones para sus problemas, usted tendría cada motivación e incentivo para verlos funcionar. Las soluciones externas o extranjeras no son viables en África ya que fueron ‘importados’ o ‘dictados’ a los africanos.

La posición africana o local al desarrollar e implementar políticas alternativas no es sinónimo para el distanciamiento o deserción internacional. La frase debería ser descifrada dentro del contexto de la estructura de seguridad internacional que ha sido puesta en el lugar. Así, en el marco del Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas, la frase es evidencia de la aceptación de África de la división del trabajo y distribución de responsabilidades — por lo menos desde una perspectiva africana. La complejidad de los problemas de África requiere un enfoque colectivo y de colaboración basado en una gama de asociaciones que deberían tratar de establecer la coordinación a nivel continental e internacional.

La crisis en Somalia, Chad, y Darfur plantea una seria polémica. La promesa de ‘soluciones africanas’ ¿es solamente una expresión de intenciones? ¿Tiene la Unión Africana la capacidad necesaria para ver a través de algunas de sus buenas intenciones? En lugar de demonizar a la Unión Africana por sus primeras debilidades muy aparentes, ¿la comunidad internacional debería concentrarse, más bien, en fortalecer su capacidad de modo que pueda proporcionar una oportunidad creíble para el continente y enfrentar sus problemas de seguridad? El punto aquí es que la efectividad de la Unión Africana no se puede medir por sus objetivos o sus intenciones; más bien su capacidad para cumplir su mandato es una condición necesaria. Muy frecuentemente al examinar la efectividad de la Unión Africana, se cae en la trampa de medir las consecuencias o lo que refleja un fenómeno y en la actitud de demonizar a la Unión Africana, en lugar de dedicarse a un análisis crítico de sus limitantes capacidades.

El desarrollo de la capacidad de la Unión Africana es mucho más que una cuestión técnica. Va más allá de la movilización de recursos, planificación y ejecución de operaciones de apoyo a la paz. También es una cuestión política que está anclada en la distribución del poder entre estados, organizaciones subregionales, el Unión Africana, la Asamblea General de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC). En consecuencia, ya que los estados son los cimientos y la Comunidad Económica Regional, los ladrillos de la estructura africana de paz y de seguridad, uno podría argumentar que la limitante capacidad de la Unión Africana es un reflejo de la debilidad de los estados africanos, teniendo en cuenta la realidad de la economía política mundial contemporánea. En este contexto, la limitación institucional de la Unión Africana podría ser debido a la naturaleza de la política africana y sobre cómo el liderazgo político de África percibe y concibe a la Unión Africana.

Mientras podría acrecentarse el argumento pesimista que el liderazgo político africano nunca pretendió una fuerte Unión Africana, una cercana mirada al diseño y función de la Unión Africana sugiere que la UA fue concebida como un mecanismo de coordinación sin ningún mandato o mecanismo propio para violar la soberanía de estado. El concepto de ‘soluciones africanas a problemas africanos’ es, sin duda, conveniente para hacer realidad el Renacimiento Africano. Sin embargo, la Unión Africana debe ir más allá de las buenas intenciones. Para conseguir el Renacimiento Africano, Ujamaa, o Ubuntu demandan fortalecer a la Unión Africana sobre el funcionamiento y estructuras nacionales responsables. Mientras tanto debería recordarse que las ‘soluciones africanas a problemas africanos’ no es una excusa para la indiferencia internacional, o un sustituto de la reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (UNSC).

Chrysantus Ayangafac

* Este artículo es una versión condensada de la Introducción de un capítulo del libro titulado ‘Soluciones Africanas a Problemas Africanos: Evaluando la Capacidad de la Arquitectura Africana de Paz y Seguridad’ por Jakkie Cilliers y Chrysantus Ayangafac.

* Chrysantus Ayangafac es un Eminente Investigador en el Programa de Prevención de Conflictos del Instituto para Estudios de Seguridad en Addis Ababa.

Publicado en AU Monitor, el 15 de Julio de 2009.

Traducido por Manuel Kiyota Diaz, desde Perú, para Fundación Sur.

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