Soldados somalíes desertan porque no cobran

5/05/2010 | Crónicas y reportajes

Cientos de soldados somalíes, entrenados con dólares de los contribuyentes americanos y europeos, han desertado porque no están cobrando el salario de 100 dólares al mes. Algunos incluso se han unido a los militantes relacionados con Al Qaeda a los que se supone que deben combatir.

Las deserciones han hecho surgir los temores de que un nuevo esfuerzo respaldado por Estados Unidos, un proyecto para este mes de mayo, de construir un ejército somalí, no haga más que aumentar las filas de la insurgencia.

El asediado gobierno de Somalia, respaldado por la ONU, controla solamente unos cuantos bloques de la capital, Mogadiscio, mientras que los insurgentes islamistas controlan el resto de la ciudad y la mayor parte del país. Esta crisis, y la proximidad de este país sin ley del este de África con Yemen, donde Al Qaeda tiene sus bases, hacen temer que Somalia pueda ser utilizada para lanzar ataques a Occidente.

En un esfuerzo por reconstruir el destrozado ejército somalí, los Estados Unidos ayudaron con un programa de entrenamiento y formación de unos 1.000 soldados en el vecino Yibuti, el año pasado, según diplomáticos occidentales. Los soldados, que habían sido entrenados por franceses en Yibuti, deberían cobrar 100 dólares al mes cada uno, pero la mitad de ellos han desertado porque no se les paga, según ha declarado el coronel del ejército, Ahmed Aden Dhayow.

“Algunos han dejado el ejército y han vuelto a su vida de antes y otros se han unido a los rebeldes”, añadió.

El ministro del estado de Somalia para la Defensa, Yusuf Mohamed Siyad, confirmó que algunos de los soldados entrenados se han unido a los militantes de Al Shabaab, pero no quiso especificar el número de deserciones.

Estos acontecimientos ponen de relieve un problema crucial al que se enfrentan los esfuerzos de reconstrucción del ejército de Somalia que está en la bancarrota: hay que garantizar el pago de los salarios de los soldados, no sólo su entrenamiento y formación.

Sin cobrar durante meses

El fracaso a la hora de resolver el asunto del pago puede amenazar el éxito del programa de formación que han implantado Estados Unidos y la Unión Europea, en mayo en Uganda y que ha sido presentado como el mayor esfuerzo realizado para reconstruir el ejército en 20 años.

La financiación del ejército somalí es un asunto complejo en el que intervienen las contribuciones de las naciones donantes, la ONU y el gobierno de Somalia. Algunos países de forma individual, a veces prometen hacerse cargo de los salarios de un número limitado de soldados durante algunos meses y cuando se acaba el dinero, los soldados no vuelven a cobrar.

Estados Unidos han proporcionado 2 millones de dólares para pagar a los soldados somalíes y adquirir equipos y otro tipo de abastecimientos en Mogadiscio, desde 2007, según el departamento de Estado. Otros 12 millones de dólares fueron destinados al transporte, uniformes y equipos, pero Estados Unidos se ha negado a decir qué parte de esos pagos van a parar al entrenamiento.

Durante una visita reciente de la Associated Pess [agencia de noticias de EEUU] soldados con cara abatida estaban sentados bajo árboles espinosos cubiertos de polvo en la principal base militar del gobierno, el cuartel Jazira, que carece de aseos, de clínica, incluso de una cerca que lo rodee. Contaron que no habían cobrado, algunos de ellos durante meses, añadiendo que sus salarios son interceptados por altos oficiales.

Cuando se les preguntó para que dieran más detalles, oficiales de rango medio miran de reojo a sus colegas, cargados con bolsas de plástico de espaguetis, la ración de comida del día, antes de decir que no podían discutir el problema.

“No hay dinero suficiente para pagar a todos”, declaró el coronel Ali Hassan mientras que un grupo de oficiales escuchaba, pero rápido añadió “aunque estamos contentos, hay algo de dinero”.

A principios de este año, se confiscaron las armas a soldados entrenados y se les dieron palos en su lugar, después de que hubiera estallado una crisis violenta entre los que habían sido pagados y los que no. La Unión Africana, que tiene soldados de la misión de paz, AMISOM, en ese campamento militar, suspendió temporalmente los pagos por miedo a que los hombres a los que se había pagado fueran asesinados por los que no habían cobrado, según contó un oficial relacionado con el entrenamiento y la formación.

Los soldados también tuvieron problemas con algunos comandantes de batallón que robaban su ración de comida, según ha contado un oficial europeo. Estados Unidos ha enviado un cargamento de alimentos en abril para intentar ayudar a los malnutridos soldados a recobrar su fuerza, según el oficial.

Estos oficiales han hablado en condiciones de anonimato, porque no tienen autorización para hablar con los medios.

Siyad, el ministro de Defensa, dice que Estados Unidos está financiando en la actualidad los salarios de cerca de 1.800 soldados somalíes, y otros 3.300 soldados estaban siendo pagados por otros donantes. Sin embargo, eso es sólo la mitad de los 10.000 soldados autorizados por el acuerdo de paz por el que se formó el gobierno de coalición.

Otros países han contribuido a programas de formación para las fuerzas de seguridad, principalmente Francia y Alemania. Un curso de entrenamientos financiado por Alemania, para 900 policías somalíes acaba de terminar en Etiopía, según un oficial occidental en Nairobi, pero se teme que los soldados con formación/entrenamiento deserten, ya que no se ha previsto el pago de sus salarios.

Algunos pagos internacionales se canalizan a través de un fondo administrado por PricewaterhouseCoopers, un acuerdo diseñado para evitar el robo masivo de salarios y combatir la deserción de hasta el 90 %, que sufrió un anterior esfuerzo de la ONU para reformar la fuerza policial.

Sin embargo, los diplomáticos se quejan de que la lista de soldados que ha facilitado el gobierno es diferente a la que ellos tienen de los que están autorizados a pagar. Oficiales como el general Ahamad Buraale, al mando del campamento militar de Jazira, también dicen que PricewaterhouseCoopers ha sido demasiado lento a la hora de emitir lar tarjetas de identidad que permitirán a los soldados recibir su salario. La firma no ha querido hacer comentarios sobre el asunto, alegando un acuerdo de confidencialidad con su cliente.

Siyad afirma que es vital que los 2.000 soldados somalíes que van a recibir seis meses de entrenamiento en Uganda reciban sus salarios. La Unión Europea encabezará la formación, mientras que Estados Unidos ha prometido pagar los salarios de los graduados hasta enero, asegura Patrick Geyson, un consejero político del programa de la Unión Europea.

“Tanto la policía como los soldados necesitan alimentar a sus familias”, afirma Geyson. “Hay que pagarles todos los meses, si no, se verán obligados a encontrar otras soluciones”.

Programas de entrenamiento multimillonarios

Puede que sea difícil garantizar el pago de los salarios a los soldados a largo plazo. Muchos donantes son reticentes a contribuir con dinero para un ejército que es famoso por cometer crímenes como violaciones, secuestros y asesinatos.

El nuevo comandante del ejército es considerado por los oficiales internacionales como una gran mejora con respecto al anterior, un señor de la guerra que utilizaba el ejército como una milicia de clan para extorsionar a los civiles. Pero los donantes siguen siendo cautelosos.

Mientras tanto, el gobierno somalí se ve obligado a depender de los países donantes que a menudo pagan con retraso, socavando la confianza de los soldados en la regularidad de los cheques de pago y alimentado las deserciones y la corrupción. Hay muy pocas señales que indiquen que el gobierno somalí va a ser capaz algún día de prestar servicios sociales, elaborar una estrategia militar y pagar a su ejército él mismo.

Siyad asegura que el éxito de los multimillonarios programas de formación militar financiados por los contribuyentes americanos y europeos depende completamente de la capacidad de pagar a los que se gradúen. “Si no se hace esto, entonces es mejor que ni empecemos. Porque de esta manera los soldados se unirán a la oposición”, explica.

Mohamed Olad Hassan (Associated Press)

News 24, Suráfrica

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