Solange Lisuku una periodista valiente en Kivu Sur , por Antonio Molina

22/04/2014 | Bitácora africana

Los que andamos todos los días buscando noticias en la prensa africana sabemos que la profesión de periodista independiente es una de las más peligrosas en muchos países. “Reporteros sin Fronteras” establece cada año una escala de países donde la libertad de prensa no existe o donde el periodista libre se juega el tipo. Por orden de peligrosidad están Somalis, Eritrea, Sudán, Yibuti, Etiopía, Gambia, Suazilandia, Ruanda, Guinea Ecuatorial y Zimbabue. En unas naciones hay guerras y en otras gobiernos fantoches, marionetas de dictadores.

¿Quién es Solange Lusiku?

Pues nada menos que la directora de la única revista mensual libre del Kivu Sur. Su trabajo lo lleva adelante en medio de mil y na dificultades e imprevistos, pues sus encuestas ‘escuecen’ a los políticos corruptos, que abundan en aquella provincia limítrofe con Ruanda y plagada debandas de guerrilleros rebeldes expoliadores de la riqueza mineral.

Doña Solange tiene 41años y es madre de seis hijos. Ya le bastaría, como a tantas otras madres congoleñas, con luchar cada día para sacar adelante a su numerosa prole. Pero no, Solange combate cada día por la libertad de prensa. Nació y creció en la ciudad de Bukavu y dirige “LE SOUVERAIN” refiriéndose a la soberanía del Pueblo. Su actividad y su empeño se han visto premiados con el doctorado “honoris causa” de la universidad de Lovaina (Bélgica) en 2012 y el año pasado, 2013, recibió el premio de “MUJER MÁS VALIENTE” concedido por la embajada de los Estados Unidos de Kinshasa, la capital del Congo.

Cuando salió de la universidad, Solange hizo sus primeras armas como periodista en varias emisoras locales de radio. Allí se dio a conocer por su carácter rebelde y su gusto por las encuestas de periodismo de investigación. En el 2007,el anciano propietario de “LE SOUVERAIN”, Emmanuel Barhayiga Shafeli le propuso la dirección del periódico. Solange aceptó con recelo, pues se preguntaba si sería capaz de salirse airosa de un reto semejante. Ella lo cuenta: “Me hice la valiente y empecé a viajar por el Congo, a mi costa, para encontrarme con otros colegas y establecer una red de corresponsales y colaboradores.”

En la capital, Kinshasa, imprimió la primera edición de su mensual: Sólo ¡250 copias! que se llevó de la imprenta a casa, cargándolas sobre la cabeza a la manera tradicional. Después ha preferido imprimir la revista más cerca, yanto en Ruanda como en Burundi, vecinos de Kivu, pues en Bukavu no hay imprentas. Cada vez que atraviesa las fronteras con su periódico tiene dificultades con la policía y los aduaneros. Para evitarlo, ella viaja en un bus y las revistas en otro transporte diferente.

El mensual tiene muchas secciones: Temas sociales, deportes, actualidades, noticias culturales y políticas. Pone un cuidado especial en enfocar la política local desde un punto de vista crítico. Tema muy delicado en el reino de la corrupción. Los artículos críticos sobre los gobernantes y las encuestas sobre la corrupción no han pasado desapercibidos. Por ello, se han recibido en la redacción de “Le Souverain” intimidaciones y amenazas de muerte. En octubre de 2012, Solange tuvo que huir del Congo por tres meses, para colocar a sus hijos en lugar seguro. En los últimos cuatro años en Bukavu asesinaron a tres periodistas. Solange reconoce: “Queremos vencer, pero sin exponernos a morir.”

Conclusión

Una vez más en ‘La otra cara de África’ admiramos el coraje y la valentía de tantas personas, que aunque no son anónimas, tampoco son “famosas” para merecer que los medios de nuestros países pongan en relieve su ejemplo, de manera que los estereotipos peyorativos sobre los africanos vayan evolucionando hacia imágenes más positivas y reales.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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