Es evidente que el concreto rechazo europeo hacia los refugiados Africanos y de Oriente Medio, ha mostrado que los discursos de los líderes europeos y mundiales sobre derechos humanos, democracia y justicia social, son mera retórica, rozando incluso la hipocresía, además de un auténtico escándalo.
Analicemos brevemente algunas de las causas de raíz por las que tantos refugiados se ven obligados a abandonar sus familias, tierras y países de origen. Estas mismas razones motivan la fuga de cerebros de África, con todas las nefastas consecuencias para los países africanos.
Mencionaré tres causas importantes de la salida de tantos refugiados y cerebros de los países africanos: la sobrepesca, la explotación sangrienta de los minerales y el acaparamiento de tierras, que siguen aumentando y empobreciendo el continente africano.
Por desgracia, además de las graves injusticias cometidas, esta explotación de los recursos africanos conlleva siempre violencia que afecta sobre todo a las poblaciones de las regiones afectadas, y les expulsa de sus tierras ancestrales y forma de vida. Son todas manifestaciones de un sistema financiero que es injusto e inhumano en su raiz.
La Sobrepesca:
El nuevo acuerdo para una pesca sostenible, entre la UE y varios países africanos, pretende reducir la pesca ilegal que está sofocando la pesca local y causa un serio deterioro del medioambiente.
Lo que estos acuerdos (SFPA), facilitan ante todo son las posibilidades de pesca y sobrepesca en las costas africanas, para satisfacer los mercados europeos. China y Rusia siguen la misma política pesquera que la UE, agravando así las consecuencias de la sobrepesca.
Varios países africanos como Senegal y Mauritania denuncian que esta industria pesquera beneficia las potencias extranjeras y perjudica toda la industria local. Según “Greenpeace”, el 80% de los zonas donde pesca la UE, en costas africanas, sufre a causa de la sobrepesca.
La minería irresponsable
La UE ha llegado a un acuerdo político para fomentar una mayor transparencia, responsabilidad y respeto de los derechos humanos, entre las compañías que extraen los recursos minerales en el continente africano.
Las compañías que exportan: tin, tantalum, tugsten, oro y diamantes a la UE, deberán ahora verificar y publicar que todo el proceso de explotación de minerales se realiza según las normas establecidas. Esto es lo acordado.
Los minerales africanos entran en Europa de dos maneras: como materiales sin procesar o ya procesados pero dentro de otros componentes y productos electrónicos y de joyas, para evitar precisamente los controles. Según el acuerdo, solo los materiales minerales sin procesar deben ser controlados. Hecha la ley, hecha la trampa.
Acaparamiento de tierras agrícolas
Según los informes de “GRAIN”, en 2008 y en 2016, la alimentación depende más y más de los alimentos importados, mientras que los gobiernos africanos siguen permitiendo que las empresas extranjeras sigan acaparando mayores extensiones de tierras y alimentos en África.
La base de datos de Grain muestra que 491 “acuerdos” cubriendo una extensión de 30 millones de hectáreas, en 38 países africanos, siguen agravando la escasez de alimentos y provocando un mayor número de empobrecidos y de refugiados africanos.
Los precios de alimentos sigue subiendo y el cambio climático agrave más la situación de los agricultores africanos.
Los nuevos acuerdos para regular estas operaciones y reducir la destrucción medio ambiental, son opcionales y por tanto, más que ayudar lo que hacen es agravar la situación, y dejar más tierras en menos manos.
Existen varios movimientos a nivel nacional e internacional, de activistas, agricultores, pueblos pastoriles, periodistas, y otros, para denunciar y frenar este acaparamiento de tierras. Muchos de estos activistas locales han dado su vida por la causa. La solidaridad y compromiso por la justicia, sigue creciendo.
Solo este compromiso a nivel nacional e internacional podrá superar estas injusticias de gobiernos y multinacionales, llegará a promover una mayor justicia social y la seguridad alimenticia.
