Eventos internacionales cancelados, clubes cerrados, teatros cerrados. Espacios de entretenimiento vacíos. Una ciudad parada, una isla sin movimiento. “Tenemos una isla muerta y un país muerto, ya que los acontecimientos son los que mueven la economía. Puede haber tiendas y todas las demás estructuras abiertas, pero no hay dinamismo dentro de la ciudad que se parezca a los eventos”.

Debido a la pandemia de COVID -19, varios eventos en Cabo Verde fueron cancelados, como Gamboa Festival, Kriol Jazz Festival, Atlántico Music Expo, Grito Rock Praia, Baía das Gatas y Summer Carnival y otros actos, no solo de dimensión internacional, sino de gran impacto a nivel nacional o regional para las empresas y los diversos sectores que las rodean, así como para el público que las consume.

En São Vicente, por ejemplo, la isla vivió últimamente, antes de la pandemia, de «una dinámica con la realización de diversos eventos, así como de fiestas privadas» y la covid-19 llegó a cancelar «drásticamente» esta dinámica.

Según algunos de nuestros entrevistados, que viven exclusivamente en esta área, de la celebración de eventos, ha sido una situación difícil de manejar. «Fuimos los primeros en detener las actividades y seremos los últimos en volver», declara Aderson «Detcha» Soares de la empresa D´Eventos, responsable de organizar grandes eventos en la isla y a nivel nacional, como el CV Color Festival, que este año entraría en su sexta edición y que debido a la pandemia fue cancelado.

Eurico Évora, promotor de eventos en la isla, de la compañía SV Tour, también habla sobre este tema relanzando el debate sobre los eventos, que muchos confunden con la organización de fiestas y «por lo tanto, no ven al sector como un motor económico y lo relacionan solo con la parodia».

La prohibición de la organización de fiestas privadas, en las discotecas hace que la isla de São Vicente esté en este momento «muerta» a nivel de entretenimiento.

Aderson Soares recuerda que desde marzo, “estamos sin trabajo y recaudando gastos. Solo hemos tenido flujo de salida en la tesorería y no tenemos perspectivas de entrada de capital y son muchas pérdidas acumuladas a lo largo de los meses”.

Según el director general de D’Eventos «en este momento tenemos una pérdida de 13 actos», algo que él considera «difícil» de superar para una empresa como la que administra. Sin mencionar el evento más grande de la compañía, el «CV Color festival», que este año se realizaría en ocho islas.

Sin embargo, todos reconocen que la salud pública es lo primero y, por lo tanto, a pesar de las diversas limitaciones, han estado haciendo muchos «malabarismos» en su vida diaria, para poder superarlos sin darse por vencidos. Soares, afirma que con esta pandemia, muchos comenzaron a ver la ventaja de los eventos. No solo las empresas, sino también lo que hacen por una isla como São Vicente, que tiene una agenda centrada en torno a eventos. “La gente ve lo que se está haciendo por la isla. Podemos decir que es «un golpe para la economía de la isla». Sin entretenimiento, hay una falta de motivación para que la gente salga de casa y financieramente es una máquina que, en línea con otros sectores, hace girar la economía local. “Con todos los eventos detenidos, todo alrededor se detiene. Por ejemplo, sin eventos, las ventas de bebidas disminuyen, las personas de respaldo, músicos, no trabajan, iluminación, sonido, artistas, DJs, porteros, seguridad, bar, policía, proveedores de bebidas. , comida, producción de carteles, camiseta”. Sin eventos, estas compañías también reducen los ingresos, explica Detcha Soares.

Y São Vicente vive de eventos desde enero, con los preparativos para el carnaval, hasta diciembre, con la temporada navideña. Y en el medio, la temporada alta, que es de junio a septiembre.

Staff Promo, que en años anteriores, en este momento, estaría preparando «grandes eventos» como São João (que ya pasó), Kavala Fresk Feastival, Summer Festival y Baía das Gatas, también garantiza que no hay ninguna compañía en la industria que esté preparada para pasar tanto tiempo sin trabajar, es por eso que se está volviendo más complicado cada día y que han estado viviendo de las reservas de la compañía, para no rendirse. Los eventos culturales y deportivos, como festivales, fiestas y juegos de diferentes modalidades, solo se reanudarán en Cabo Verde «a partir del 31 de octubre». «Podría prepararme para octubre, pero con la imprevisibilidad de la propagación del virus, no podemos programar nada, porque no sabemos si volverán a imponer restricciones», justifica la misma fuente, pensando en «Hallowen», es decir, cómo preparar un mini carnaval.

Sin las condiciones necesarias para celebrar eventos y fiestas, las empresas no pueden pagar los salarios y recurren al «despido». «Y ni siquiera podemos obtener crédito bancario para tener acceso a ayudas para la tesorería, debido a la confusión», afirma Detcha Soares, quien garantiza que están solos, operando unicamente con fondos de la compañía.

Elvis Carvalho

Fuente: Noticias do Norte

[Fundación Sur]

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