Sierra Leona: Fuerte problema con las drogas

9/04/2010 | Crónicas y reportajes

Freetown – Unas 30 personas que tratan de vencer la adicción a las drogas como la cocaína, la marihuana, el alcohol y la heroína -conocida localmente como «brown-brown»- están en lista de espera para la ‘Ciudad del descanso’, el único centro de rehabilitación de drogas de Sierra Leona, que se encuentra en la capital, Freetown.

«Es terrible, la necesidad de tratamientos por el consumo de drogas ha aumentado mucho. Los padres vienen con sus hijos y tenemos que rechazarlos por falta de espacio», dijo el director del centro, el Pastor Morie S. Ngobeh.

La instalación -que también ayuda a personas con enfermedades mentales- tiene capacidad para 40 pacientes. «Que nadie os engañe –el problema del consumo de drogas en Sierra Leona va en aumento… todos los días», dijo Ngobeh.

El consumo local de drogas es motivo de creciente preocupación en toda África occidental, que se ha convertido en un centro del tráfico, según los participantes en una conferencia de la ONU en Freetown para hacer frente a la delincuencia organizada y el tráfico de drogas.

«Por cada tonelada de cocaína que pasa a través de Sierra Leona un par de kilogramos se queda aquí», dijo Kellie Conteh, coordinador de la Oficina de Seguridad Nacional.

«Esto alimenta el consumo local; nuestros jóvenes, miles de los cuales son desempleados y pobres, se meten en esto y cuantos más de ellos se introduzcan en este hábito, más cerca estaremos de llegar a una catástrofe que va a ser muy difícil de manejar.»

La mayoría de los drogadictos son pobres y con frecuencia recurren a la delincuencia para financiar su hábito, Ngobeh dijo. «Robos, hurtos, violencia en las calles -todas estas cosas están ocurriendo debido a las drogas. Estos jóvenes quieren dinero para las drogas y no se detendrán ante nada. … Los que vienen de familias ricas toman cocaína».

Durante la entrevista en la oficina de Ngobeh uno puede oír la risa de la gente que está viendo un programa de televisión, las voces de otros rezando y el ruido de las cadenas utilizadas para los adictos que están en riesgo de hacerse daño a sí mismos o a otros. Sólo tres de los 40 residentes llegaron voluntariamente, el resto fueron traídos por los padres o la policía, de acuerdo con Ngobeh.

En el centro City of Rest para la rehabilitación del consumo de drogas y alcohol y enfermedades mentales, un joven, con una expresión abatida en su rostro, se asoma a una ventana. Ha fracasado en el período de prueba post-tratamiento del centro, pero el Pastor Morie S. Ngobeh, el director, tiene fe en que el joven tendrá éxito la próxima vez.

Las recaídas entre los drogodependientes atendidos en el centro han disminuido significativamente desde que los períodos de prueba se introdujeron en 2008.

En la primera semana después del tratamiento los pacientes salen del centro durante el día pero regresan por la noche. En la segunda semana pasan la mayor parte del tiempo al aire libre, con visitas al centro durante el día y son sometidos a análisis para determinar si se han mantenido libres de drogas.

«Si consiguen mantenerse libres de drogas durante estas dos semanas entonces están listos para graduarse, pero sólo si les hemos encontrado alguna ocupación», dijo Ngobeh. «Pero incluso después del alta nos mantenemos en contacto con ellos durante un año».

«Algunos de ellos nunca han tenido un título o certificado antes». Dijo Ngobeh mostrando el certificado de graduación que se entrega al final del tratamiento.

City of Rest ofrece rehabilitación, oración y asesoramiento, ayuda con la inserción profesional y la formación profesional para ayudar a los ex adictos a ser autosuficientes. «No nos limitamos a enviarlos de nuevo en la sociedad, trabajamos con los padres o patrocinadores para encontrarles un trabajo, o [ayudarlos] a volver a la universidad», dijo.

Esto presenta otro reto. Alrededor del 60 por ciento de los jóvenes de Sierra Leona están desempleados, según el gobierno, y la falta de trabajo es la razón principal por la que muchos jóvenes consumen drogas.

«Los jóvenes se sienten frustrados cuando no tienen nada que hacer», dijo Joe *, que vende marihuana en Freetown.

Refiriéndose a los jóvenes sentados en bancos, fumando porros y bebiendo bolsitas pequeñas de ginebra –que se pueden adquirir en cualquier parte- Joe dijo: «Todos los que estamos aquí somos trabajadores capacitados … pero no hay trabajo. Los jóvenes usan la marihuana para olvidar”.

Ngobeh dijo que el gobierno debe abordar el problema con urgencia. «Tienen que tomar en cuenta la situación, de lo contrario la próxima generación será una generación de inútiles. Sí, no se puede bromear al respecto». Y sugirió que el gobierno use a los ex drogadictos rehabilitados en la lucha contra el tráfico de drogas en África occidental.

«Se necesita un gigante para matar a otro gigante. [Las autoridades] están desplegando personal en las frontera para detener el tráfico de cocaína, para impedir que estas drogas entren en el país, pero esas personas no tienen idea», comentó Ngobeh. «Si usted capacita a personas que se han rehabilitado y los pone en la frontera, no hay manera de que las drogas pasen por allí, esta gente las detectará.»

City of Rest, abrió sus puertas en 1996, y está financiado por donaciones privada provenientes de distintas iglesias. La gente viene de todas partes de Sierra Leona y de los países vecinos, e incluso ciudadanos de Sierra Leona procedentes de Europa han recibido tratamiento allí. Una nueva instalación para albergar 70 personas se está construyendo a las afueras de Freetown, y si llega el apoyo financiero necesario, se crearan otros centros en otras regiones de Sierra Leona, como Bo y Makeni, dijo Ngobeh.

* Nombre no verdadero

(IRIN, 7 de abril de 2010)

Traducción: Chema Caballero.

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