Senegal: ¿Son los derechos de los inmigrantes de lo que se han mofado unos políticos complacientes?

25/06/2009 | Opinión

“Cuando vi eso, realmente me eché a llorar… ¡Es como si le conociese! No podía imaginar que en este milenio siguiésemos tratando al ser humano de esa manera, ¡es escandaloso!”, comenta un senegalés en un foro.

Todos hemos sentido la misma pena que esa mujer al ver ese horrible vídeo de un inmigrante senegalés amordazado por policías españoles en el aeropuerto de Madrid. Su único crimen es ser “un sin papeles”. Y esto sólo es una pequeña parte de lo que sufren los inmigrantes senegaleses en los países occidentales.

El Estado tiene el derecho y la obligación de defender a los senegaleses sea cual sea el lugar en el que se encuentren. Pero en lugar de esto, es el primero en complicarles la vida con molestias administrativas que no acaban nunca. ¿Cuántos inmigrantes han visto que no les han renovado sus permisos de estancia o de trabajo, porque el Estado ha sido incapaz de proporcionales un pasaporte? ¿Cuántos de ellos han perdido su trabajo como consecuencia de estos problemas con el pasaporte? ¿Cuántos piensan en ir a las representaciones diplomáticas en el extranjero de los países africanos para solicitar apoyo cuando se enfrenten a problemas de racismo, asuntos administrativos, dificultades financieras o problemas sanitarios? ¿Qué saben sus representantes diplomáticos acerca de sus condiciones de vida, de sus dificultades y de sus proyectos? No tienen ni idea. Y sin embargo, la misión de un cónsul o de un embajador no se resume a expedir documentos administrativos o a funciones mundanas.

Sus dirigentes han firmado unos acuerdos de repatriación con los países europeos, a cambio de cantidades miserables de dinero, que sólo sirven para llenar sus cuentas bancarias. Para introducirnos en sus planes, nos exponen el argumento según el cual estas firmas van a permitir que los jóvenes trabajen en España, que los empresarios, artistas y estudiantes obtengan fácilmente un visado francés, que los estudiantes senegaleses en Francia consigan pequeños trabajos en los establecimientos de McDonald, que los jóvenes con diplomaturas trabajen en Francia durante tres años, a fin de conseguir experiencia. Todo esto está muy bien. Pero tras la firma de estos acuerdos, ¿dónde están los contratos prometidos por los españoles? ¿Es más fácil actualmente que un senegalés tenga un visado francés? ¿Viven ahora mejor los estudiantes senegaleses? ¿Cuál es el porcentaje real de senegaleses con una tarjeta de residencia competente, de acuerdo con los objetivos fijados por el acuerdo con Francia?

Nuestras ONG, que sólo viven gracias al Estado y a la Unión europea, cierran los ojos cuando se habla del trato otorgado a los inmigrantes en los países de acogida. Es totalmente absurdo verles defender con ardor la casusa palestina, el mandato de arresto internacional contra Al Bashir el derecho de ser homosexual, mientras que a través de sus ojos se ve que sus compatriotas son víctimas del racismo, son molestados, sufren violencia física y moral, son asesinados, etc.

Está claro que los inmigrantes senegaleses sólo pueden contar con ellos mismos. En mi humilde opinión, tienen la manera de defenderse eficazmente, ya que representan una fuerza financiera y electoral nada despreciable. Si están unidos, es decir, si piensan primero en sus intereses comunes y superan sus diferencias políticas, representan una fuerza de presión enorme sobre los gobernantes africanos.

¿Cuántas personas en Senegal mantienen los víveres, hábitos y joyas de los inmigrantes, o hechos por ellos? ¿Cuántas casas y terrenos pertenecen a los inmigrantes? ¿Cuántas personas se curan con el dinero de los inmigrantes? ¿Cuántos trabajos han creado los inmigrantes en ese país? ¿Cuántos colegios, hospitales, carreteras y perforaciones han construido gracias a su dinero?

Según la BAD, Banque africaine de développement (Banca africana para el desarrollo), en 2005, la cantidad total de transferencias de dinero de los inmigrantes hacia Senegal fue más o menos de 823 mil millones de francos Cfa, alrededor del 19% del Producto Interior Bruto (PIB). Como recordatorio, el PIB es un indicador económico que mide el nivel de producción de un país. Se define como el valor total de la producción interna de los bienes y servicios de un país llevada a cabo durante un año, por los agentes que residen en el territorio nacional. También es la medida de ingresos procedente de la producción de un país dado.

Por una parte digo que los inmigrantes representan una fuerza electoral. En términos de voz es menos verdad, pero en términos de influencia, la representan perfectamente. ¿Quién no tiene un conocido en el extranjero? Sabemos que el Estado no satisface las necesidades de alimentación, sanidad y educación de la población. Para las familias numerosas, son los inmigrantes los que lo hacen. Entonces, ¿por qué votar a un candidato que nos vaya a privar de apoyar financieramente a los inmigrantes? Personalmente, si un pariente cercano que está en el extranjero me pida que vote a un candidato que podría mejorar sus condiciones de vida, sin duda lo haría, porque también me interesa.

Como igualmente digo más alto, los inmigrantes deben poder contar con el Estado, que sólo está para llevarse el dinero. Ellos tienen que luchar para mantener a las familias. Cuando un inmigrante es víctima de un acto violento o de la injusticia en un país de acogida, ni las ONG ni las familias protestan, mientras que lo hacen por causas que no nos conciernen directamente, o por un mísero político encerrado por el régimen. Como se dicen en wolof Oudé, “ni mou la guissé, la lay euwolé”. Somos responsables de parte de las dificultades de nuestros compatriotas en el extranjero.

Actualmente, con el desarrollo de los medios de comunicación y de Internet, no podemos comunicar, denunciar, ayudarnos mutuamente, sensibilizar y compartir información. En resumen, dirigir el combate para defender a los inmigrantes. Estas armas son más eficaces que los insultos, los machetes, las piedras y demás. Los países occidentales y los gobernantes africanos están ligados a esa imagen de ángel, es a esa imagen a la que tienen que atacar.

Todos sabemos que los inmigrantes son maltratados y asesinados durante las expulsiones a sus países de origen, pero el hecho de haberlo visto en imágenes ha provocado que muchas personas se hayan dado cuenta de esta realidad. Estoy muy sorprendido de ver la conmoción y las reacciones que ha suscitado este vídeo, visto por millones de personas por todo el mundo en menos de 24 horas.

Personalmente no aprecio mucho a los periodistas africanos, pero hay que reconocer que se encuentran entre las escasas personas que se preocupan porque los inmigrantes aparezcan en los reportajes, emisiones de televisión y radio, pero denunciando también sus condiciones de vida a través de los periódicos y las páginas web. Deben redoblar sus esfuerzos. Cada uno de nosotros debe esforzarse más, con los medios que tenga, para defender a estas personas valientes. Es injusto que nosotros vivamos cómodamente mientras que les vemos ahogándose en un océano de soledad y odio.

Amadou Mahany Cissé

Diplomado en Estudios estratégicos y políticos de defensa

Publicado en Le Quotidien, Senegal, el 20 de junio de 2009.

Traducido por Patricia Herrero Pinilla, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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