Senegal ,Dieynaba Ndoye Bakiri más que locomotora., por Antonio Molina

3/05/2011 | Bitácora africana

Siempre que encuentro una africana que triunfa en la ruda competición de la vida moderna, me felicito y me pregunto ¿porqué las demás mujeres del Continente no lo consiguen también?
La respuesta, un tanto fatalista, se resume a decir, porque “unas nacen con estrella y otras nacen estrelladas.” Es verdad que las situaciones y el entorno influyen mucho en la orientación de cada persona. Veamos como se desarrolla la vida de Dieynaba.

BIOBREVE

La niña nace en el Senegal, pero como su padre es funcionario de la embajada de Francia en Dakar, pronto es trasladado a Irak, de allí da un salto a la embajada de Londres y finalmente a Koweit…Ahora vive jubilado en Dakar.

La lengua materna de Dieynaba es el wolof y en la escuela primaria aprende el francés, que es lengua oficial en Senegal. Luego durante los años en que su padres trabajó en la embajada de Francia en Londres estudia el inglés. La chica además de inteligente es estudiosa, su poliglotismo la favorecerá durante sus estudios, de forma que en septiembre de 1994, con el diploma de bachillerato científico debajo del brazo, la joven se marcha a París para seguir sus estudios universitarios.

SU CARÁCTER

Dieynaba es la primogénita de una letanía de ocho hermanos. Ella asumía su papel de “pequeña mamá” de los hermanos menores. Se ocupaba de ellos, jugaba con los más pequeños, a los mayorcitos les ayudaba en los deberes del colegio. Aún ahora ayuda a sus hermanos en sus estudios universitarios y les va abriendo algunas puertas para situarse en la vida. Alguno trabaja con ella.

SU VIDA DE ESTUDIANTE

Cuando llegó a París se encontraba muy sola. Ningún pariente o conocido en la capital. Ella había conseguido una beca del estado de Senegal, pero debía trabajar como “fille-au-pair” para financiar su estancia. Hace la experiencia de varias familias. Algunas personas hacen comentarios humorísticos, un tanto racistas, sobre ella. Un día escuchó que comentaban:”Cuando sonríe en una habitación oscura, sólo se le ven los dientes.” La señora de la casa completaba: “Cuando fríe los alimentos utiliza mucho aceite, llenando de grasa la cocina.” En fin nada grave, dice ella quitándole importancia a esos comentarios indelicados.

VIDA PROFESIONAL

Para sus prácticas de becaria al final de carrera, Dieynaba escoge una empresa que adoptara la diversidad étnica de sus empleados. Se trata de Schlumberger, una sociedad franco-americana de servicios petroleros.

Termanada su experiencia, la compañía Schlumberger la contrata. Dieynaba confidenciaba:”Yo tenía que demostrar mis capacidades y mi excelencia el doble que mis colegas europeos, primero por ser mujer y segundo por ser africana…pero yo fui subiendo gradualmente hasta los puestos de dirección.”

En Inglaterra, ya madre de dos hijos, es nombrada responsable de la venta de sistemas de transmisiones informáticas. Después, en Francia, es la encargada de ventas de sistemas de seguridad informática para toda Europa. Finalmente asciende al puesto de directora del reclutamiento del personal y de la comunicación de su empresa con las Escuelas Superiores Universitarias.

De pronto, en 2006, la Sociedad Schlumberger decide reducir su plantilla. Dieynaba Ndoye y su amiga Cécile Abric dejan la firma con un buen finiquito. Con ese dinero ellas deciden montar una empresa propia.
Cécile pensaba organizar un parque de atracciones infantil y Dieynaba prefería crear un “espacio de belleza”, algo más completo que un salón de belleza dedicado a las mujeres africanas y mestizas. Ella invicaba su experiencia: En los Centros Comerciales Dieynaba tenía que consagrar mensualmente un día entero para la peluquería, la compra de los productos de belleza y maquillaje, etc… Para convencer a su amiga, un día la lleva de paseo al barrio parisino de Strasburgo-St.Denis. Ellas, mujeres elegantes, son asaltadas por bandas de vendedores ambulantes de tejidos africanos, de productos de belleza para pieles morenas, esmalte para las uñas y muchas cosas más. De esta forma se dieron cuenta de que las necesidades de las africanas en París son enormes.

Para completar su proyecto, al que dan el nombre de “COLORII”, convencer a los bancos hasta obtener los créditos necesarios e infundir confianza en sus socios inversores necesitan dos años. En este espacio de tiempo buscan locales adecuados y estratégicamente ubicados y contactan a los fabricantes y distribuidores de productos de belleza tropicales.

INAUGURACIÓN DE LA PRIMERA BUTIQUE

En septiembre 2007, abren en las “Halles” su primer establecimiento. Efecto de bola de nieve, en los centro comerciales de la región parisina, Rosny – 2 y Herví – 2 abren sendas tiendas, después le toca a Argenteuil y la última implantación ha sido en el barrio chic de la Defense, donde inauguraron dos beauty stores consagrados a los cosméticos.

Hoy la empresa tiene 40 empleados,de los que el 80% son africanos, que a pesar de sus buenos salarios, aún les cuesta encontrar pisos de alquiler en esos barrios “demasiado blancos”, como si los negros sólo pudieran residir en las periferias.

AMBIENTE ENTRE BASTIDORES

Su hermano Ahmed Ndoye, de 34 años, reconoce que no siempre es fácil trabajar a las órdenes de su hermana. Explica:”Dieynaba es muy organizada y está siempre dispuesta a escuchar, pero a veces la discusión sube de tono, aunque no tenemos miedo a decirnos las cosas claras en la cara. Lo que me cuesta es comprender el optimismo de mi hermana en el contexto moroso de la crisis actual.”

RESULTADOS

En tres años, el negocio se ha multiplicado por tres, llegando en 2010 a los 3.500.000 de euros de volumen. Dieynaba sueña con abrir un “COLORII” en Dakar, capital de su querido Senegal, “la tierra donde descansa mi espíritu” y a donde ella vuelve cada año de vacaciones para encontrarse con sus padres, ya jubilados.

Que el ejemplo de esta señora senegalesa, empresaria dinámica, anime a otras mujeres africanas a lanzarse en los negocios, pero con bases sólidas; donde cuenta mucho en el mundo actual, una buena formación, si posible universitaria, unida a la experiencia profesional.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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