«seis días de huelga de hambre, seis, por Juan Tomás Ávila laurel

16/02/2011 | Bitácora africana

Valldoreix, Barcelona, 16 de febrero 2011

Claro, son seis, pues el quinto lo pasé en el aire, casi. Si os dijera que viajé en el mismo avión con un hijo y un primo de Obiang, parecería ciencia ficción, no? Pues el uno es el Secretario De Estado de Deportes, Ruslán Obiang, y el otro… es el tristemente célebre torturador Manuel Nguema, del que dijeron que apagó su teléfono cuando unos hombres armados asaltaron el palacio de su primo. Claro que cuando lo vi, seguido por los aduladores de siempre, creí que venía a por mí, pese a estar casi retirado de las tareas represivas.

Queridos amigos y amantes de la libertad que apoyan nuestra causa. No crean que lo que hacen es en vano. Están luchando por la dignidad del hombre, de la mujer, del niño y de todas las niñas de Guinea Ecuatorial. Creanme que ahí en Guinea se cometen cosas que si las cometieran en cualquier país libre la mitad del gobierno estaría condenado. Allá cualquiera que pudiera hablar sabría que las chicas de menor edad son esperadas a la hora de la salida de la escuela por hombres adultos sentados al volante de cochazos. Muy conocida es la frecuencia de la espera de un señor muy relacionado con el presidente. De él se ha dicho incluso que llega a manosear a las que van a sus cosas, apoyado en el flamante coche de turno. El que esto escribe lo ha visto en acción, curiosamente el mismo que llevó unos altavoces para reventar un mitin de un partido de la oposición. Los hombres adultos referidos arriba son muchas veces altos miembros del gobierno.
En Malabo y en Bata los agentes aduaneros cobran por los géneros comprados por los viajeros sin que se pudiera justificar el concepto. Es irreal que por llevarte un lector de DVD tengas que pagar la aduana en un país que no fabrica nada, pero no se entiende que la paga se haga al mismo aduanero y ahí mismo meta el dinero en el bolsillo, ante el mundo internacional entero. De eso hablé en la bitácora Malabo. Pero claro, ellos no pueden ser sancionados porque vienen enchufados por unos parientes que tienen edificios que costarían millones de dólares, en un país sin ninguna industria, o algún negocio de venta masiva que justificaría aquel millonario ingreso. De dónde sacan el dinero? Del Estado de Guinea Ecuatorial, o de las empresas, que cobran lo desembolsado a los ciudadanos. Entonces en Guinea las cosas están por las nubes. Y no se puede vivir así.

Hace poco un chico contaba que un amigo suyo le sustrajo un lector de vídeo. Lo denunció a la policía y los agentes fueron a la casa del amigo ladrón y descubrieron lo robado. Recuperado, le dijeron que pagara una importante cantidad, siendo el perjudicado. No lo hizo porque los policías no sabían que su padre era un alto cargo militar de una capital de provincia, quien recorrió 50 kilómetros para quitar a su hijo de las garras de otros ladrones. Eso sí, el ladrón no armado quedó encerrado en los barracones de la policía, multado con una cifra desorbitante. Este dinero sería para los policías de turno, y siguen cobrando de las arcas del Estado, como los aduaneros.

Creen que en Guinea un padre puede hacer la entrega de su hija menor a un hombre con poder para estar mejor relacionado? Esto ocurre. Y es que, como le gustaba decir a un viejo maestro, hoy militante de la oposición, la verguenza ha terminado en este país. El que crea que todo esto lo hacemos así por nuestra condición africana, no cree en la raza humana. Busquemos, pues, en este sexto día de huelga, un poquito de dignidad en un rincón del mundo llamado Guinea Ecuatorial. Sigo con fuerzas y mi salud no ha sufrido altibajos especiales, pese al quebranto.

Decir que estoy en casa de una amiga en Valldoreix, Barcelona, y que todo el que pida mi teléfono lo tendrá y será atendido si puedo. También se me puede venir a ver.

Quiero decir a todos los que apoyan la causa que toda ayuda es necesaria. Todos los grupos formados no pueden tener la misma ubicación, las mismas tareas ni las mismas prioridades. Pero todos tienen el mismo objetivo, devolver la libertad al pueblo de Guinea Ecuatorial. Entonces, todas estas personas, todos estos grupos cuentan con mi apoyo y considero a todos como un pilar para este objetivo común. Las novedades de mi estado las emitiré personalmente, de manera que no haya malos entendidos ni rumores que desconcierten.

Gracias a todos.

Autor

  • Ávila laurel , Juan Tomás

    Juan Tomás Ávila Laurel, escritor ecuatoguineano nacido en 1966 en Malabo, de origen anobonés, actualmente reside en Barcelona. Su obra se caracteriza por un compromiso crítico con la realidad social y política de su país y con las desigualdades económicas. Estas preocupaciones se traducen en una profunda conciencia histórica, sobre Guinea Ecuatorial en particular y sobre África en general. Tiene más de una docena de libros publicados y otros de inminente publicación, entre ellos las novelas y libros de relatos cortos La carga, El desmayo de Judas, Nadie tiene buena fama en este país y Cuentos crudos. Cuenta también con obras de tipo ensayístico, libros de poemas y obras de teatro.

    En Bitácora Africana incorporamos el Blog "Malabo" que el escritor realiza para la revista digital FronteraD. Desde CIDAF-UCM agradecemos a la dirección de FronteraD y a Juan Tomás Ávila Laurel la oportunidad de poder contar en nuestra Portal del Conocimiento sobre África con esta colaboración.

    @Avilalaurel

    FronteraD - @fronterad

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