Seguridad alimentaria y erradicación de la pobreza en África.

16/10/2017 | Editorial

20171016efs-web.mp3



Los días 16 y 17 de octubre nos recuerdan dos de los retos más urgentes que vive hoy la humanidad, particularmente entre los pueblos africanos: la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.

Estos dos desafíos están estrechamente interconectados entre sí, y al mismo tiempo están muy relacionados con otros temas, como son: la gobernanza irresponsable, el acaparamiento impune de tierras y de recursos por algunos de gobiernos y multinacionales, la injusta desigualdad entre una minoría (20%) que acumula la gran mayoría de los recursos globales (80%), la insuficiente colaboración de la comunidad civil para luchar por su propia liberación, por una justa distribución de los recursos, y por una mayor solidaridad.

Según la UA, África pierde al año, debido a la corrupción de sus líderes, más de 200.000 millones de dólares. Jefes superricos roban los bienes de los ciudadanos. Donde hay corruptos, suele haber corruptores.

La seguridad alimentaria en toda sociedad, conlleva la erradicación de la pobreza, y requiere también: paz social, educación en valores y responsabilidad social, servicios de salud, colaboración ciudadana, líderes íntegros, un sistema económico centrado, no en el lucro financiero a toda costa, sino en un desarrollo sostenible para todos.

Reconocidos economistas globales, premiados por el Premio Nobel de Economía, como Gedfrey Sasch, Paul Krugman, Oliver Hart, Jean Tirole,y Angus Deaton, apuestan claramente por un Desarrollo Sostenible, para asegurar una vida digna para todos (tierra, trabajo y techo), en un Planeta cuidado por todos.

Además afirman que, no podemos dejar esta responsabilidad de promover un Desarrollo Sostenible para todos en una Naturaleza protegida por todos, en manos de los Gobiernos y poderes financieros, porque ni quieren, ni pueden, ni saben cómo hacerlo. ¿Por qué permitimos a gobiernos irresponsables controlar nuestro bien común y llevarnos a un planeta inhabitable?

Esta gran responsabilidad está en manos de la sociedad civil, en todos los Pueblos de África y del mundo. Necesitamos sensibilización, denuncia-aislamiento de las Instituciones opresoras y compromiso para ofrecer alternativas más humanas y colaborativas, como el Desarrollo Sostenible.

Los numerosos y fuertes Movimientos Sociales que florecen ya en 37 países africanos, así como los bien conocidos Movimientos de agricultores en muchos países de América latina, son la mejor prueba de que la población joven y particularmente las mujeres están llegando a ser las auténticas pioneras de su propia liberación de todas las nuevas esclavitudes, impuestas por los poderosos corruptos, sean regionales o extranjeros.

Los gobiernos, Instituciones mundiales y los empresarios nunca van a liberar a los pueblos, en África y en el mundo, de la pobreza y de otros males derivados como el hambre, pobre educación y salud, migraciones masivas, violencia, acaparamiento injusto de recursos, etc.

Existe una mercantilización de los alimentos-recursos, así como un desigualdad escandalosa. Comportamientos más justos, colaborativos y pacíficos brotaran siempre de la ciudadanía.

Los ejemplos de la sociedad civil que se compromete por la salvaguardia de la paz, de la democracia y de la Constitución, son numerosos, como hemos visto: en Burkina Faso, Mali, R. Centroafricana, Tanzania, Kenia, Uganda, etc. y hasta en España.

Las diferentes marchas de las mujeres tanzanas en 2014-15, consiguieron por fin el derecho de todas las mujeres en Tanzania, a poder ser propietarias de tierras.

El reciente y significativo testimonio de unas 27.000 mujeres israelíes y palestinas que han dado una paso al frente por la paz y la reconciliación entre Israel y Palestina, supone una muestra más de que son los grupos más vulnerables y marginados, los que mejor pueden mostrarnos el camino hacia la liberación y la convivencia digna y pacífica. El movimiento nació en 2014, tras la tensión entre Israel y Hamas.

La pobreza, muestra su cara más cruel en el hambre, falta de educación con calidad, pobres servicios de salud, y mínimas oportunidades de trabajo.

El continente africano es el más empobrecido del mundo. Con la excepción de tres, 28 de los países más pobres del mundo se encuentran en África.

Según la FAO, el número de personas empobrecidas (sanidad, escolarización, nutrición, agua..) en el Planeta es de 2.200 millones, las personas que padecen hambre en el mundo ha llegado a 815 millones, unos 20 millones más que el año anterior. Más de 300 millones de personas viven en África con menos de $1 al día, cuando es el continente más rico en todo tipo de recursos, humanos y naturales.

La seguridad alimentaria en África, requiere con urgencia toda la atención, dijo el Director General de la FAO, Jacques Diouf, en Roma, el 6 de mayo de 2010. El objetivo son las inversiones responsables, los pequeños campesinos y la agricultura familiar. Afirmaciones que se oyen en los discursos de gobiernos y empresarios, pero que se quedan casi siempre en papel mojado.

Acabar con el hambre en el mundo podría ser sencillo. Ya en 1964 Raoul Follereau pidió a U Thant, entonces secretario general de la ONU, que cada uno de los países miembros tomara de sus respectivos presupuestos lo que cuesta un día de armamento y lo pusieran en común para acabar con el hambre en el mundo. No se le hizo caso.

La confianza más sólida para superar todo empobrecimiento, causado por una gestión irresponsable de recursos y de servicios, reside en manos de la sociedad civil, sensibilizada y colaborativa, tanto en África como en el resto del globo.

Si continúan el hambre y el empobrecimiento de millones de personas, en África y en el mundo, es porque lo seguimos permitiendo.

¿Qué futuro estamos construyendo para las próximas generaciones?

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster