Se encuentra implícito en la Declaración de los Derechos Universales por la Salud el que todos tengamos acceso a las medicinas esenciales, por Amparo Cuesta

28/06/2011 | Bitácora africana

Sin embargo todos los que hemos trabajado en el continente Africano sabemos que eso no es así. Día tras día muchas personas regresan a sus hogares en las áreas rurales con un par de aspirinas en sus manos para tratar la pulmonía, la malaria, una infección urinaria, una inflamación de rodillas, una artritis y enfermedades muy comunes que les aquejan. Ya no hablo de las enfermedades “olvidadas”.

El 30% de la población mundial no puede ejercer ese derecho puesto que carece de estos medicamentos. En algunos países y lugares de África este porcentaje asciende hasta el 55%. Millones de personas sufren y mueren por enfermedades que tienen un tratamiento sencillo.

La razón principal de esta situación es el coste alto de los medicamentos que se producen en Europa y en Estados Unidos. Y estos precios altos existen porque tenemos un sistema de protección de patentes que utiliza y promueven las compañías farmacéuticas para proteger sus derechos de propiedad intelectual. Las patentes crean un monopolio que protegen los precios altos al prohibir la competición y que se manufacturen versiones de medicamentos genéricos mas baratos de esas patentes. No les interesa…y así mantienen los precios. De esta manera las personas pobres no tienen acceso a los medicamentos esenciales que dice la Declaración de Derechos Humanos.

Algunas veces me pregunto el por que existen Premios Nobel, o Príncipe de Asturias y altos galardones que premian el trabajo de investigación y descubrimientos de científicos que dedican sus vidas a la ciencia para mejorar la vida del ser humano. Si esos descubrimientos son utilizados solo por unos pocos y sin posibilidad de acceso para todos resulta un hecho inmoral. Mas grave si esos descubrimientos han hecho posible la vida a muchos desde el descubrimiento de la penicilina, por ejemplo, y siguen sin ser asequibles en el siglo XXI para Todos.

Autor

  • Cuesta, Amparo

    Amparo Cuesta, (Hermanas Misioneras de Ntra. Sra. de África). Valenciana de nacimiento ha trabajado al servicio de la sociedad de Malawi más de treinta años. Durante su labor en África ha ejercido como enfermera, especializada en medicina tropical, encargándose de la dirección de hospitales de misión. De 1997 a 2003 participó activamente en la coordinación del Programa de Atención al Enfermo de Sida, un proyecto de vanguardia en el campo de la salud pública, dirigiendo la labor de más de quinientos voluntarios. Del 2008 al 2009 trabajo en Argel desarrollando una actividad cultural al servicio de los estudiantes argelinos. En el 2012 formo parte del staff de los Misioneros de África en su casa de Jerusalen ( Santa Ana) los cuales ofrecen sesiones de renovación espiritual y bíblica a sacerdotes y misioneros, as, con mas de 15 años de misión o sacerdocio. Desde su regreso de Malawi es parte del staff de la Fundación Sur y forma parte del grupo AEFJN- Antena Madrid (África, Europa, Fe, Justicia Net) que lucha por los derechos de los países africanos.

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