Samia Suluhu Hassan, por Ramón Echeverría

8/04/2021 | Opinión

Los medios, incluida Fundación Sur, han resaltado estas últimas semanas dos importantes nombramientos políticos de mujeres africanas. La primera, la nigeriana de 66 años Ngozi Okonjo-Iweala, economista y experta en desarrollo internacional, ha sido nombrada Directora General de la Organización Mundial del Comercio. La otra es la primera mujer presidenta de Tanzania, Samia Suluhu Hassan, de 61 años, que ha jurado su cargo tras la muerte el 17 de marzo de John Magufuli, de quien Suluhu Hassan era vicepresidenta. Los seis años de gobierno de Magufuli, en particular sus tendencias autoritarias y su negacionismo del Covid 19, han conseguido dividir y polarizar a la población y aislar internacionalmente a Tanzania. Y dado que Samia Suluhu Hassan es conocida por su talante dialogante y conciliador, su presidencia ha suscitado muchas esperanzas dentro y fuera del país. Tanzania’s Samia Hassan has the chance to heal a polarised nation (La Tanzana Samia Hassan tiene la oportunidad de curar a una nación polarizada), tituló The Conversation el pasado 22 de marzo. Al día siguiente, Fundación Sur publicaba un artículo del periódico tanzano Daily News que reproducía la felicitación que la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris había enviado a Samia Suluhu Hassan. Pero con Samia Hassan, como con el tándem estadounidense Biden-Harris, no conviene alimentar excesivas esperanzas para no sentirse eventualmente decepcionados.

Se espera que Hassan continúe la política económica y el combate contra la corrupción de los primeros años del mandato de Magufuli, pero sin imitar su autoritarismo dictatorial que terminó asustando a inversores locales y extranjeros. Se espera igualmente que desaparezcan la agresividad hacia la oposición, los arrestos abusivos y la represión de la sociedad civil. Parecen indicarlo las primeras declaraciones de la presidenta y los cambios en el gobierno llevados a cabo en esta primera semana de abril, en los que Hassan ha reintroducido en el gobierno a personajes importantes que Magufuli había cesado, y apartado a algunos de los más directos colaboradores del difunto presidente.

samia-suluhu-hassan-2.jpg¿Abandonará también la política del Covid de su predecesor, tal como lo auspicia la comunidad internacional? En junio de 2020 Magufuli declaró que, gracias a la oración, Tanzania había vencido a la pandemia. Y ante los casos de Covid, los sanitarios se vieron obligados a no reconocerlos oficialmente como tales, mientras procuraban seguir las indicaciones de la OMS. A día de hoy siguen vigentes las estadísticas presentadas entonces, según las cuales se han dado en Tanzania un total de 509 casos de Covid, de los que 21 fallecidos, así como la ley aprobada en 2018 por la que puede castigarse con penas de prisión a quienes cuestionen las estadísticas oficiales del gobierno. Ojeando esta semana la prensa tanzana, impresiona ver cómo todavía en las reuniones del gobierno y actos oficiales, y hasta en mítines para promover la emancipación de la mujer, brillan por su ausencia mascarillas y distancia social. Sin embargo el 1 de abril se pudo leer en Al Jazeera que el Ministerio de Sanidad había publicado en su página web instrucciones justificadas científicamente para el tratamiento del Covid, entre las que se incluían el PPE (Equipo de protección personal) para los sanitarios y mascarillas para los pacientes. Parece que algo cambia, pero tímidamente, para evitar la impresión de que la presidenta barre de un plumazo ese pasado del que también ella formó parte.

A lo que sí puede contribuir Samia Hassan es al fortalecimiento y normalización de las relaciones entre Tanganica continental y Zanzíbar, las dos partes que constituyen la “Jamhuri ya Muungano wa Tanzania” (República Unida de Tanzania). Sus raíces históricas y económicas en Yemen y Omán, las relaciones comerciales con los países del Mar Indico, y el provechoso tráfico de especias y esclavos, hicieron que Zanzíbar fuera hasta comienzos del siglo XX el principal polo del desarrollo económico y cultural de África Oriental. Tras la independencia en 1963 (fue protectorado inglés desde 1890), la “Revolución de Zanzíbar”, en la que miles de árabes e indios murieron o fueron expulsados, y la proclamación de la “República de Zanzíbar y Pemba”, Zanzíbar se unió a Tanganica en 1964 para formar la actual Tanzania. Aunque, más que unirse, Zanzíbar fue subsumida o integrada, algo que la población zanzibarí, musulmana en casi su totalidad y consciente de su rica historia, nunca ha asumido del todo, a pesar de que Zanzíbar, con su propio parlamento y presidente, mantiene una importante autonomía. A muchos zanzibaríes les resulta avasallante la injerencia del gobierno central en los asuntos de la isla, y a los habitantes del continente les parece excesiva la influencia de los políticos zanzibaríes en la República Unida de Tanzania, influencia favorecida desde los tiempos de Nyerere para fomentar una mayor cohesión entre las dos partes del país. En 1977 se unieron TANU (Unión Nacional Africana de Tanganica), el partido de Nyerere que había gobernado desde la independencia, y el ASP (Partido Afro Shirazi) que gobernaba entonces en Zanzíbar, para constituir el Chama cha Mapinduzi (CCM, Partido de la Revolución). Se prohibieron los demás partidos políticos. En 1992, cambios en la constitución hicieron de Tanzania un estado multipartidista, pero CCM sigue todavía en el poder. En el continente, lidera la oposición CHADEMA (Partido de la Democracia y el Desarrollo). En Zanzíbar lo hace CUF (Frente Cívico Unido, Chama cha Wananchi), partido con una fuerte base local, que en todas las elecciones (locales y de la Unión) se ha enfrentado a CCM (siempre más o menos victorioso), acusándolo de fraude y prepotencia. La última fue la de noviembre de 2020 en la que Magufuli pretendió haber sido elegido con una abrumadora mayoría.

Samia Suluhu Hassan nació en Makunduchi, en el extremo sureste de Unguja (el nombre swahili de la mayor isla de Zanzíbar), una antigua ciudad en la que, siguiendo tradiciones que llegaron a África Oriental desde Shiraz (Sudoeste de Irán), se celebra con el nombre de “Mwaka Kogwa” (espectáculo del año) el nuevo año persa. El año 2000 entró en el parlamento de Zanzíbar, y durante 10 años ocupó diferentes ministerios en el gobierno zanzibarí de Amani Karume, hasta que en 2010 fue elegida como miembro del CCM en el distrito de Makunduchi para el parlamento de la República Unida de Tanzania. Fue Ministro responsable de los Asuntos de la Unión bajo el presidente Jakaya Kikwete. Se pudo apreciar el carácter conciliador de Hassan cuando en noviembre de 2017 visitó en un hospital de Nairobi al líder del CHADEMA, Tundu Lissu, que había sobrevivido a un atentado del que muchos culpaban al presidente Magufuli. Ahora Samia Suluhu Hassan es el primer ciudadano zanzibarí, y por ende la primera mujer tanzana, que preside la República Unida de Tanzania. Es una ocasión única para que, como titulaba The Conversation, la nueva presidenta tanzana aproveche la oportunidad que se le brinda de reforzar la unión, respetando las diferencias, entre Zanzíbar y Tanganica.

Ramón Echeverría

[Fundación Sur]


Artículos relacionados:

La nueva presidenta de Tanzania se enfrenta al primer caso de corrupción en su mandato

¿Quién es Samia Suluhu Hassan, nueva presidenta de Tanzania?

El gobierno de Tanzania resuelve la disputa entre la cementera Portland y los residentes «ocupas»

El opositor Tundu Lissu habla sobre el legado del presidente de Tanzania

Ha muerto el presidente de Tanzania

Un colegio de educación especial de Tanzania pide auxilio

La muerte priva a Tanzania de 10 personalidades destacadas en febrero

La OMS pide a Tanzania que actúe frente al COVID-19

El líder opositor de Zanzíbar muere por la covid-19

Tanzania apuesta por el talento tecnológico local

El gobierno de Tanzania declara que no vacunará a sus ciudadanos contra la covid-19

El presidente de Tanzania opta por remedios naturales para la covid-19

El apoyo de la UE a Tanzania genera controversia internamente

El presidente de Tanzania libera a 1.789 inmigrantes etíopes encarcelados

El gobierno de Tanzania declara que no vacunará a sus ciudadanos contra la covid-19

El apoyo de la UE a Tanzania genera controversia internamente

El presidente de Tanzania opta por remedios naturales para la covid-19

La Casa de las Maravillas en vías de reconstrucción

Al menos 50 personas mueren anualmente por animales salvajes en Tanzania

Tanzania quiere alcanzar la suficiencia de semillas

Arrestado el presidente del principal partido de la oposición en Tanzania

Magufuli proclamado vencedor en las elecciones de Tanzania

El líder de la oposición en Tanzania califica de fraudulentos los resultados electorales

Siete opositores presuntamente asesinados en Tanzania

El presidente de Tanzania promete apoyar al sector pesquero tras su reelección

Facebook lanza una campaña ’para combatir la desinformación’ antes de las elecciones de Tanzania

Tanzania limita propagación del incendio del monte Kilimanjaro

Incendio forestal en el monte Kilimanjaro

Tanzania y Burundi acuerdan un plan para construir ferrocarriles y refinerías

El candidato opositor a las presidenciales de Tanzania es suspendido por siete días

Los líderes de Ruanda y Tanzania se reúnen para fortalecer lazos comerciales

La igualdad de genero en la agenda del partido ALIANZA para el Cambio Democrático de Tanzania

Tanzania recibirá fondos de la Unión Europea para paliar los efectos de la crisis económica de la covid-19

El asistente de un cadidato a las presidenciales de Tanzania arrestado por lavado de dinero

Los obispos de Tanzania instan al Gobierno a una economía social de mercado para erradicar la pobreza

Una humilde vendedora de comida es arrestada en Tanzania con más de 51 kg. de heroína

Magufuli sorprenderá a los tanzanos con más trabajo

Tanzania prohíbe tres aerolíneas kenianas más en su espacio aéreo

Tanzania incauta ocho granjas de flores abandonadas por morosidad

Ha muerto Benjamin Mkapa, expresidente de Tanzania

Tanzania hace grandes avances en la lucha contra el Sida

Inversión en un proyecto de agua en Tarime

Tanzania aprueba un proyecto de ley para dar inmunidad a los líderes

El presidente de Tanzania ordena la reapertura de los colegios

El líder de la oposición de Tanzania es atacado

El presidente de Tanzania declara el país libre de la covid-19

Tanzania permite finalmente la exportación de concentrados minerales

Tanzania reabrirá las universidades en medio del silencio sobre el coronavirus

Tanzania pide la cancelación de la deuda en África para luchar contra la COVID-19

Inundaciones en Tanzania

Dirigentes opositores de Tanzania condenados por hacer una protesta ’ilegal’

Las fuertes lluvias causan 40 muertos en Tanzania

Elecciones en Tanzania: la vida ha empeorado bajo Magufuli (parte 2/2)

Elecciones en Tanzania: la vida ha empeorado bajo Magufuli (parte 1/2)

Tanzania: el corazón de la naturaleza africana (2/2)

Tanzania: el corazón de la naturaleza africana (1/2)

El Gobierno tanzano indulta a más de 5.500 prisioneros

La inflación del maíz en Tanzania

Tanzania obtiene nuevas semillas con las que impulsar la producción de aceite de palma

La sociedad civil de Tanzania denuncia al Gobierno de Magufuli

Tundu Lissu jefe de la oposición de Tanzania gravemente herido en atentado

Político de la oposición local de Tanzania asesinado

Tanzania, elegido presidente el candidato del partido gobernante , la oposición contraataca

Un candidato de la oposición de Tanzania pide que se repitan las elecciones presidenciales

El ex Primer ministro tanzano Edward Lowassa se pasa a la oposición para las elecciones presidenciales

Elecciones en Tanzania: votaciones “calientes”, aunque normales

El primer ministro tanzano suspende a tres altos cargos de la Agencia de Construcción

El gobierno tanzano abandona su estrategia de descalificar a candidatos de la oposición para las próximas elecciones

Tanzania arresta a cuatro contratistas de nacionalidad china por ’proyectos de construcción lenta’

Tanzania importa 30 millones de preservativos en medio de los temores de escasez

Cientos de refugiados burundeses regresan a sus hogares desde Tanzania

La OMS acusa a Tanzania de retener información sobre posibles casos de ébola

Crecen las exportaciones e importaciones en Tanzania

Tanzania en peligro tras los casos de ébola en Uganda

El FMI indica a Tanzania como puede cumplir el plan de Visión 2025

El presidente de Tanzania ordena destituciones por corrupción

Tanzania: la importancia de las tradiciones

La economía de Tanzania camino de un crecimiento económico del 7,2% en 2016

Autor

  • Echeverría Mancho, José Ramón

    Investigador del CIDAF-UCM. A José Ramón siempre le han atraído el mestizaje, la alteridad, la periferia, la lejanía… Un poco las tiene en la sangre. Nacido en Pamplona en 1942, su madre era montañesa de Ochagavía. Su padre en cambio, aunque proveniente de Adiós, nació en Chillán, en Chile, donde el abuelo, emigrante, se había casado con una chica hija de irlandés y de india mapuche. A los cuatro años ingresó en el colegio de los Escolapios de Pamplona. Al terminar el bachiller entró en el seminario diocesano donde cursó filosofía, en una época en la que allí florecía el espíritu misionero. De sus compañeros de seminario, dos se fueron misioneros de Burgos, otros dos entraron en la HOCSA para América Latina, uno marchó como capellán de emigrantes a Alemania y cuatro, entre ellos José Ramón, entraron en los Padres Blancos. De los Padres Blancos, según dice Ramón, lo que más le atraía eran su especialización africana y el que trabajasen siempre en equipos internacionales.

    Ha pasado 15 años en África Oriental, enseñando y colaborando con las iglesias locales. De esa época data el trabajo del que más orgulloso se siente, un pequeño texto de 25 páginas en swahili, “Miwani ya kusomea Biblia”, traducido más tarde al francés y al castellano, “Gafas con las que leer la Biblia”.

    Entre 1986 y 1992 dirigió el Centro de Información y documentación Africana (CIDAF), actual Fundación Sur, Haciendo de obligación devoción, aprovechó para viajar por África, dando charlas, cursos de Biblia y ejercicios espirituales, pero sobre todo asimilando el hecho innegable de que África son muchas “Áfricas”… Una vez terminada su estancia en Madrid, vivió en Túnez y en el Magreb hasta julio del 2015. “Como somos pocos”, dice José Ramón, “nos toca llevar varios sombreros”. Dirigió el Institut de Belles Lettres Arabes (IBLA), fue vicario general durante 11 años, y párroco casi todo el tiempo. El mestizaje como esperanza de futuro y la intimidad de una comunidad cristiana minoritaria son las mejores impresiones de esa época.

    Es colaboradorm de “Villa Teresita”, en Pamplona, dando clases de castellano a un grupo de africanas y participa en el programa de formación de "Capuchinos Pamplona".

Más artículos de Echeverría Mancho, José Ramón