Ruanda: los agricultores producen más pero comen peor

22/04/2010 | Crónicas y reportajes

Las cosechas de maíz son muy abundantes en Ruanda desde la puesta en marcha de la nueva política agrícola, pero los agricultores no logran venderlas a un precio como para comprar alimentos.

Las dos piezas de la pequeña casa de Kalimunda, 36 años, campesino de Kirehe, en el este de Ruanda están llenas de sacos de maíz seco; otros están colgados en las paredes o en el techo. “Hay maíz por todas partes. Incluso nos acostamos sobre ellos”, cuenta. “Desde finales de febrero un buen número de campesinos de la región del este han abandonado sus casas para almacenar en ellas su cosecha”, atestigua el Sr. Bahorana de RDO, una cooperativa de agro-ganaderos de esta región.

En el distrito de Nyagatare, los aldeanos no han plantado más que maíz en las cerca de 11.000 hectáreas consolidadas y han producido 40.000 toneladas. Según Natalie Niyonagira, agrónoma del distrito de Kirehe, se prevé al menos 50.000 toneladas y en el norte hay cerca de 10.000 que esperan comprador. “Los campesinos han puesto sus tierras en común y han plantado en ellas el mismo cultivo para obtener una producción importante”, explica Joseph Sibomana, muy orgulloso, en su campo en el valle de Rugeramigozi, en el sur. “La utilización de fertilizantes y de semillas seleccionadas nos ha permitido producir más, pero todavía no tenemos beneficios ya que las cosechas están almacenadas sin ventas”, se resigna un agricultor de Gakenke, en el norte. Según un agente de RADA, la Oficina ruandesa de desarrollo agrícola, “los agricultores del norte como los del este están obligados a vender su cosecha a un precio irrisorio para obtener otros productos alimenticios”.

Una pérdida que perdura

“Hoy, un kilo de maíz se vende a 120 Francos ruandeses (0’20$) mientras que el coste de producción medio del agricultor está estimado en 140 francos ruandeses (0,25$), explica Joseph Gafaranga, secretario ejecutivo de Imbaraga, una cooperativa que agrupa a más de 21.000 agricultores del norte. Por eso el ministerio de Agricultura ha anunciado que el Estado va a comprar toda su producción y la va almacenar para periodos de hambre o de carencia de semillas.

Según los técnicos agrícolas, la política de consolidación de las tierras y la regionalización de los cultivos ha favorecido el aumento de las cosechas de la estación de cultivo A de 2010. La puesta en común de tierras, conocida con el nombre de land consolidation es un programa del gobierno cuyo objetivo es que sólo se cultive una planta en grandes extensiones a fin de pasar de un cultivo de subsistencia a uno comercial.

Desde la puesta en vigor de la nueva política agrícola, la Green revolution en 2007, cada región debe concentrarse en los cultivos priorizados. Según el ministerio de Agricultura, la provincia del este sólo debe plantar café, arroz, maíz, banano y piña; la del sur, sólo mandioca, trigo, té, café; en el oeste es el té, el café y la patata; en el norte, la patata, el pelitre, trigo y maracuja. En cuanto a la ciudad de Kigali, producirá flores y frutas. “Allí donde los agricultores han respetado las instrucciones de los técnicos, utilizando semillas seleccionadas y pesticidas, las cosechas han triplicado, afirma un agente del ministerio de agricultura. El gran problema sigue siendo el de encontrar salida a esta producción, si no, les van faltar gravemente a los campesinos otros alimentos, lo que significará una pérdida enorme para el país”.

Actualmente, los mercados están vacíos de productos alimenticios…, lo mismo que de clientes. “Morimos de hambre al lado de la abundancia de maíz. Se nos prohíbe vender nuestra cosecha como queramos. Sin embargo, no tenemos dinero para comprar otros alimentos. Todos los días comemos maíz, incluso los niños no tiene otra cosa. No se puede vivir solamente a base de maíz”, se queja un habitante de Gakenke, en el norte.

Para Gafaranga de Imbaraga, la nueva política agrícola, que ha contribuido grandemente al aumento de la producción, tiene ciertamente ventajas: “En dos años solamente, 39 agricultores del norte han podido comprar sus propias camionetas gracias a sus ingresos agrícolas”, se alegra. Pero, las autoridades deberían ser flexibles y dejar a las gentes sin grandes propiedades que planten cultivos que les reporten más rápidamente”, sugiere. Para él, las cebollas u otras verduras cultivadas en pequeñas parcelas dan más que el maíz o la patata. Pero hoy, los campesinos que se resisten al cambio ven sus cultivos destruidos. Así, en Cyove, Musanze, en el norte, los dirigentes locales han ordenado arrancar en todos los campos todos los cultivos distintos al maíz, elegido en esta región para esta estación.

Albert-Baudoin Twizeyimana

(Syfia Grands Lacs/Rwanda, 15-04-10)

Traducción: Ramón Arozarena.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster