Ruanda: la verdad ¡por fin!

5/10/2011 | Opinión

Hecho único en la historia, el 6 de abril de 1994, dos jefes de Estado fueron asesinados al mismo tiempo. Se trataba de Juvénal Habyarimana, presidente de la República de Ruanda y de Cyprien Ntaryamira, Presidente de la República de Burundi. Los dos encontraron la muerte cuando el avión en el que se encontraban fue derribado en plena operación de aproximación al aeropuerto internacional de Kigali, capital de Ruanda.

El otro aspecto único de este acontecimiento trágico, en el que la tripulación francesa y los acompañantes de los dos presidentes perdieron la vida igualmente, es que no se hizo (y sigue sin hacerse) ninguna investigación oficial, por lo que los autores del crimen no fueron perseguidos judicialmente y menos todavía juzgados. Mientras, un tribunal internacional ha sido puesto en pie por las Naciones Unidas para juzgar a los asesinos de un antiguo primer ministro libanés, que ya no ejercía como tal más que en funciones en el momento del atentado que le costó la vida.

Ahora bien, el atentado en el que pereció el presidente de Ruanda trajo consigo una tragedia de una amplitud inaudita: el genocidio ruandés durante el cual centenares de miles de hombres, mujeres y niños fueron masacrados. ¿No hubiera sido deseable que los autores de un atentado que causó la peor de las matanzas del fin del siglo XX fueran identificados, detenidos y juzgados?

Durante demasiado tiempo han circulado muchas mentiras en torno a este atentado. Hoy, la verdad estalla por fin y sale a la luz gracias al Doctor Théogène Rudasingwa, antiguo secretario general del Frente Patriótico Ruandés, antiguo embajador de Ruanda en los Estados Unidos y antiguo jefe del gabinete del presidente Paul Kagame. Hace unos días, este hombre ha tenido el coraje de revelar lo que desde hace tiempo se sospechaba: Paul Kagame, entonces (6 de abril de 1994) comandante supremo del APR, ejército del FPR, es el responsable directo del asesinato de Juvénal Habyarimana, por lo que debe ser inculpado por este crimen y por las consecuencias del mismo.

Esta confesión del Doctor Rudasingwa hace todavía más odiosa la reciente visita de Paul Kagame a Francia y su recepción oficial en el Eliseo. El presidente Sarkozy sabía. Numerosas personas, testigos, familiares de víctimas, periodistas y políticos habían tratado de persuadirle que no recibiera al jefe de estado ruandés. No hizo caso alguno de estas advertencias y acogió en nuestro nombre al peor criminal actualmente en el poder. Actuando de este modo, el presidente francés ha cometido algo más que un error de apreciación; ha cometido una falta grave que ni los ruandeses ni los congoleños olvidarán fácilmente. Afortunadamente para él, con ocasión de las próximas elecciones presidenciales apenas se hablará de la cuestión ruandesa. ¡Una pena!

Hervé Cheuzeville, 3 de octubre de 2011

Publicado en Echos d’Afrique.

Traducción de Ramón Arozarena.

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