Las Naciones Unidas aseguran que 2.000 soldados ruandeses han entrado en el este de la República Democrática del Congo, donde los rebeldes opuestos al gobierno de Ruanda, han establecido su base desde hace años.
Un portavoz de la ONU dice que la medida de Ruanda es parte de un acuerdo de paz alcanzado con el gobierno congoleño.
Sin embargo, la presencia de soldados ruandeses dentro del Congo seguro que va a desatar la polémica y podría tener un fuerte impacto por todo el África Central.
Ruanda ha sido descrita por algunos como el Israel de África.
La etnia tutsi de Ruanda experimentó su genocidio en 1994, pero un gobierno dominado por los tutsi, llegó al poder entonces y ha gobernado desde entonces.
Como los israelíes, los tutsis tienen enemigos en sus fronteras, y ahora han enviado su poderoso ejército para ocuparse de los que se han asentado en la vecina República Democrática del Congo.
Miles de desplazados
Los paralelismos con Israel no son exactos, por supuesto. Ruanda y Congo R. D. han estado luchando lo que se llama una guerra impulsada por poderes externos, [proxy war]: Ruanda acusa a Congo de esconder a las milicias hutu que participaron en el genocidio de 1994, y Congo acusa a Ruanda de respaldar a un movimiento separatista tutsi congoleño.
Recientemente, los dos países han acordado trabajar juntos, militarmente, para hacerse cargo de la parte hutu de esta ecuación, y la entrada del ejército ruandés en el este del Congo, puede verse en este contexto.
Así, esta medida tiene potencial para avanzar hacia la paz. Pero está llena de peligros.
Los recientes enfrentamientos en el este del Congo, entre congoleños, ha ocasionado un cuarto de millón de personas desplazadas.
La mayoría de ellos se sentirán aterrorizados ante la presencia ruandesa y es posible que se produzca un nuevo desastre humanitario.
Y, por supuesto, no es probable que las milicias ruandesas hutu, una máquina militar bien entrenada, se rindan ante el ejército de la Ruanda dominada por los tutsi, sin oponer resistencia.
Así pues, también existe una posibilidad real de que los ruandeses combatan contra otros ruandeses, en suelo congoleño.
Mark Doyle. Corresponsal de la BBC.
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