Ronnie Kasrils: las dos caras de Zuma ya existían en los días del exilio

15/11/2017 | Entrevistas


El último libro de Ronnie Kasrils se revela que el Presidente sudafricano, Jacob Zuma, ya era un líder deficiente incluso antes de su juicio por violación y de habérsele acusado de corrupción. En una entrevista de Greg Nicolson a Kasrils, éste explicó cómo los socios de la Alianza ignoraron las advertencias sobre Zuma y cómo el movimiento abrió el camino a esos líderes mediante las concesiones del ANC en la década de 1990.

A los 78 años, Ronnie Kasrils es formidablemente grande, como si el soldado que lleva dentro nunca fuera a desaparecer. Va vestido con un polo rojo y se sienta en un sofá con estampados diferentes en su casa de Greenside, Johannesburgo. Los recuerdos de sus viajes reposan en las estanterías. Comienza hablando de temas triviales, lo que casi te hace olvidar su papel en el movimiento de liberación.

Kasrils, que ocupó el cargo de Jefe de inteligencia de Umkhonto weSizwe (MK), fue miembro del comité ejecutivo nacional del ANC y del comité central del SACP, además de ser Ministro de Inteligencia desde 2004 hasta 2008. Escribió su libro más reciente, titulado Un hombre simple: Kasrils y el enigma de Zuma, para responder a una pregunta que se le hace constantemente: ¿cómo se transformó Jacob Zuma, el luchador por la libertad, un hombre del pueblo, en una figura corrupta y de mala reputación? Pero Kasrils defiende que Zuma nunca fue un hombre del pueblo.

ronnie_kasrils.jpg Kasrils afirma que la mayoría de los periódicos han resaltado los detalles «más espeluznantes» del libro. El principio de su relato se remonta a 1982. Zuma y Kasrils están bajo la lluvia en la frontera entre Mozambique y Suazilandia, porque los miembros del MK intentan introducir armas de contrabando en Suazilandia. Kasrils se cae al saltar por encima de una valla y se hace daño en el tobillo. La misión continúa, pero su contacto nunca llega, y tienen que regresar a una casa en Mozambique. Kasrils, enviado a Mozambique para ayudar a construir las fuerzas del MK después de pasar cuatro años en los campos en Angola, apoya su tobillo herido y Zuma le ofrece ayuda. Ya en la cocina, escucha a Zuma llamándole “blanco estúpido” por retrasarlos.

«Tiene dos caras», dice Kasrils el martes. Tras haber escuchado esos comentarios por parte de Zuma, comenzó a pensar sobre ello, e «incluso a inquietarse». Había escuchado recelos sobre Zuma, por ejemplo, que era encantador y un buen soldado, pero al mismo tiempo reservado y tendía a ser cercano a otros camaradas zulúes. Kasrils relató que antes de llegar a Maputo, los comandantes del MK, Joe Modise y Joe Slovo, habían cancelado una de las operaciones de Zuma por estos motivos. Menciona también a Thami Zulu, el líder del MK desplegado en Swazilandia, que fue detenido por la seguridad de ANC, liderada por Zuma, y murió poco después de su liberación. Zuma nunca ha explicado con claridad lo que le sucedió a Zulu.

Ya entonces, Zuma estaba mostrando sus cartas. Cuando Kasrils organizó una visita de Chris Hani¡, destacado líder del ANC, a sus camaradas en Swazilandia, Zuma canceló el viaje aludiendo a problemas de seguridad. Kasrils sospecha que Zuma quería evitar que Hani, el líder más prominente, ganara apoyos. «Lo importante es que Chris y yo nos reímos de ello y realmente creímos que esa era su forma de trabajar, pero la realidad es que Zuma evitó que Chris tuviera ese contacto para poder monopolizarlo».

«Una vez más, en la forma en la que intervino en lo que se refiere al control de la inteligencia y la seguridad, se puede ver al Zuma que vimos y con el que convivimos en el exilio», dice Kasrils. «Pone en el poder a personas que puede manipular. Lo perturbador es que lo que realmente hace a través de esa interferencia es desmoralizar, crear confusión e ineptitud alegando, igual que lo hacía en el exilio, que lo que está sucediendo es culpa de agentes extranjeros».

Un hombre simple: Kasrils y el enigma de Zuma resalta la división presente en el ANC y la Alianza antes de que Zuma subiera al poder y cómo las fuerzas de inteligencia y las instituciones de justicia ya se estaban utilizando con fines políticos. Cuando el último Ministro de Inteligencia antes de Zuma se convirtió en el líder del ANC, Kasrils fue testigo de la manipulación de las instituciones.

Desde entonces se ha convertido en un activista, pero antes del ascenso de Zuma, Kasrils trató de advertir a sus colegas. Habló largo y tendido sobre los defectos de Zuma durante una reunión del SACP en 2005. El entonces Presidente Thabo Mbeki perdía popularidad, en particular entre los izquierdistas del movimiento y entre aquellos que le veían como una figura demasiado autoritaria, al mismo tiempo que la popularidad de Zuma aumentaba, tanto por la percepción de que era un hombre del pueblo, como por la creencia de que hubo una conspiración contra él por la que no consiguió erigirse como el líder del partido.

Schabir Shaik ya había sido declarado culpable a causa de sus negocios corruptos con Zuma cuando Kasrils se dirigió a sus camaradas comunistas. «¿Por qué no cambiaron de opinión entonces?», se pregunta. Como respuesta afirma que los hechos eran claros «pero en política, los hechos son algo que se puede ignorar fácilmente cuando se tiene un objetivo que se quiere alcanzar a toda costa. El objetivo era la eliminación de Mbeki». El Secretario General del SACP, Blade Nzimande, defendió que Zuma podría dar cierto margen a la izquierda.

Kasrils le advirtió: «Estas confiando en un hombre del que deberías tener cuidado porque, las cosas en el partido van a cambiar. Zuma no es un héroe de la clase trabajadora, ni tiene moral revolucionaria”. Nzimande y otros seguidores de Zuma han llegado a lamentar haberle respaldado.

El libro de Kasrils incluye otros detalles dramáticos. Por ejemplo, recuerda cuando Fezekile Kuzwayo, más conocido como «Khwezi», le llamó y le dijo: «Tío Ronnie, Jacob Zuma me ha violado». Él se lo transmitió a Mbeki: «Señor presidente, hay un monstruo suelto y su nombre es Jacob Zuma”. Kasril relata cómo los partidarios de Zuma lo acusaron de idear la» trampa perfecta» contra él, una de las múltiples acusaciones de conspiración contra Kasrils que llegan del lado del entonces futuro Presidente. También narra cómo bebieron en la oficina de Mbeki en su última noche como Presidente, mientras observaban cómo se movía el reloj antes de tener que dejar oficialmente su puesto.

Kasrils renunció junto con varios otros a los que había designado Mbeki, pero su libro continúa rastreando los escándalos del gobierno de Zuma, como Nkandla y Marikana. Sin embargo, el relato crece en intensidad cuando profundiza en su teoría del Pacto de Fausto. Las paredes de la casa de Kasrils están cubiertas de obras de arte y carteles y su libro está lleno de referencias a la literatura clásica. Utiliza la clásica historia alemana del trato con el diablo para retratar la situación de Zuma, así como la del ANC desde la transición.

Zuma es Fausto y la familia Gupta es el demonio. «Está muy claro. Les vende su alma por dinero, dinero, dinero, fama, fortuna». En su libro, Kasrils enumera las concesiones económicas que hizo el ANC en las negociaciones para la democracia y admite que debería haber estado más atento. «La independencia política formal sin la emancipación económica de las masas fue un trampolín para todo tipo de depredadores buscando el poder para el enriquecimiento personal y al diablo el que llegue el último».

Cuando llegué a su casa, Kasrils firmó mi copia de su libro y me dijo: «¡Sigue haciéndolo!». Él, como muchos activistas, cree que para superar los problemas del país necesitamos un frente amplio, impulsado por los trabajadores y los pobres, para movilizar una visión común. Es un izquierdista y no sabe si las fuerzas actuales pueden unirse para impulsar el cambio, o si lo hacen, cuál podría ser el resultado.

Kasrils defiende en los párrafos finales de su libro que “no es difícil darse cuenta de que, sin ese núcleo de cambio organizado, una transformación de fondo no es posible. En este sentido, la clase trabajadora es la fuerza impulsora«.

Greg Nicolson

Fuente: Daily Maverick

[Traducción: Elvira Vara]

[Fundación Sur]


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