Retraso de las elecciones en Nigeria: razones y consecuencias

Nigeria aplazó abruptamente sus elecciones presidenciales horas antes de que las urnas se abriesen. Las elecciones para la presidencia y el parlamento han sido pospuestas al sábado 23 de febrero, mientras que los destinados a elegir la asamblea estatal y el consejo de área federal se han recolocado en el 9 de marzo.

No es la primera vez que sucede algo así en Nigeria. Las elecciones de 2015 también se pospusieron 6 semanas para permitir al gobierno intensificar su lucha contra Boko Haram y por la seguridad general de la comisión electoral en áreas volátiles. Sin embargo, dicho retraso benefició al partido de la oposición, que finalmente ganó esas elecciones.

Lo acontecido el pasado sábado es diferente por tres razones principales. En primer lugar, justo un día antes la Comisión Electoral Nacional Independiente (INEC, por sus siglas en inglés) había insistido en que Nigeria estaba preparada para unas elecciones libres y justas. Así pues, el hecho de que haya cambiado de opinión tan bruscamente ha suscitado preguntas sobre la verdadera razón de la demora. En segundo lugar, los dos partidos principales no estaban preparados para el shock del anuncio. De hecho, agentes de ambos partidos fueron invitados a una reunión en la víspera de las elecciones donde se barajaron todas las opciones posibles, pero en la que nunca se mencionó la posposición. Por último, las elecciones han sido aplazadas apenas seis horas antes de que comenzara la votación. En el año 2015, se anunció una semana antes de la primera fecha oficial.

Uno de los rumores que más se extendió en las horas siguientes al comunicado fue que la comisión electoral había identificado serias amenazas de seguridad en las últimas 24 horas. Esto puede estar conectado con la matanza de 66 personas en Kaduna el viernes, y las cuatro personas detenidas en Zamafara por portar armas AK47.

No es una sorpresa el hecho de que el anuncio haya alimentado las sospechas en una lucha tan apretada entre los partidos. La oposición, representada por el Peoples Democratic Party (PDP), ha protestado contra la decisión considerándolo un acto de “agenda deliberada y predeterminada” por parte del partido gobernante para frustrar la voluntad del pueblo. El presidente Muhammadu Buhari también expresó su decepción, argumentando que su administración seguía comprometida a realizar elecciones libres y justas.

¿En qué medida se justifica el aplazamiento?

La comisión electoral ha citado una serie de desafíos logísticos. Además de todo lo relacionado con la distribución del material electoral, también ha citado las malas condiciones meteorológicas y la destrucción de materiales a causa de incendios. En las últimas dos semanas, varios ataques con fuego han sido registrados en las oficinas de la comisión electoral en tres estados (Anambra, Abia y Plateau), que han causado la destrucción de miles de materiales electorales vitales, como lectores de tarjetas o tarjetas de votantes.

Además de esto, hay que tener en cuenta que en el período previo a la votación, las papeletas de voto y los registros electorales se guardan normalmente en las cámaras del Banco Central de Nigeria, y se distribuyen a los pocos días antes de las elecciones. Con 15 millones de nuevos votantes desde las elecciones de 2015, parece que la comisión electoral y el Banco Central han subestimado la escala de la tarea, pues en la víspera de las elecciones todavía quedaban pendientes por entregar materiales vitales en algunos estados. Todas estas cuestiones podrían haber afectado a los resultados; por lo tanto, la comisión electoral tenía sus razones para posponer las elecciones. Lo enigmático es por qué retrasaron el aplazamiento hasta el último minuto.

¿Qué ocurrirá ahora?

Independientemente de cómo se lleven a cabo las elecciones en las nuevas fechas anunciadas (23 de febrero y 9 de marzo), y teniendo en cuenta lo sucedido en ocasiones previas, los partidos perdedores culparán a este aplazamiento de su derrota.

Un desafío serio al que se enfrenta la comisión electoral es cómo puede salvaguardar los materiales electorales que ya se han distribuido y evitar que lleguen a malas manos. Dado que algunos materiales sensibles ya han llegado a la mayoría de los estados, hasta los próximos comicios todos los ojos estarán puestos en la comisión electoral y los operativos de seguridad.

Finalmente, no queda claro cómo, en apenas una semana, la comisión electoral va a conseguir afrontar y superar los desafíos logísticos que citó como razón principal del aplazamiento. Además, ¿cómo garantizará que la decisión se basó totalmente en la logística y no en la coacción? Definitivamente, la comisión electoral deberá administrar las críticas recibidas por el aplazamiento de forma imparcial.

Olayinka Ajala

Fuente: Mail & Guardian

[Traducción y edición, Javier Ramos López]

[Fundación Sur]

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