Restablecer la sensatez en la Inmigración

12/06/2008 | Opinión

Muchos ugandeses se quejan amargamente de que los países más ricos, como Reino Unido y los Estados Unidos, les deniegan el visado, a menudo, por buenas razones. El umbral que hay que pasar para que te den un visado a menudo es la honestidad, que las razones del solicitante para realizar la visita, pasen el test de veracidad.

Los ugandeses que superan este test ahora deben aguantar sospechas adicionales porque los pasaportes ugandeses están bajo presión por la conducta de los altos funcionarios del Estado o sus familiares.

Un consejero presidencial, con pasaporte diplomático, se enfrenta a una sentencia de cárcel por blanqueo de dinero. Otro antiguo ayudante del hermano del Presidente está cumpliendo 12 años de prisión por tráfico de drogas. Antes de esto, como todos los Tom, Dick y Deng del mundo podían obtener un pasaporte ugandés, el país se convirtió en el favorito de la región para los rebeldes y los terroristas potenciales.

Las víctimas silenciosas de la “bastardización” del pasaporte ugandés son los viajeros legítimos: Miles de estudiantes ugandeses que realizan sus cursos en el extranjero; millones de dólares que se comercializan entre los empresarios locales en las capitales de todo el mundo, que visitan a menudo.

Cuando los Gobiernos extranjeros, que han puesto en la lista negra a países como Nigeria, famosa por exportar el crimen a todo el mundo, empiezan a imponer controles a los ugandeses porque su documentación de viaje es sospechosa, la vida de los ugandeses normales puede complicarse.

Este asunto debe tratarse más que como una simple vergüenza para Uganda. Los documentos ugandeses y su conservación es uno de los grandes retos y muestra cuán imprudentes e incompetentes son los dirigentes de este país. Casi cualquier documento es falsificable, incluyendo los títulos de propiedad de tierras, que avalan los préstamos de los bancos, socavando de este modo la confianza de los prestamistas y prejuzgando la legitimidad de los acreedores.

La inmigración sin restricciones ha inundado el país con extranjeros que han importado al país el crimen organizado. ´Se desconoce el número exacto. Pueden entrar y salir del país porque es fácil comprar documentos ugandeses de residencia y para viajar.

Documentos de nacimiento y de defunción, permisos de conducir, permisos de comercio y prácticamente cualquier documento legal se puede encontrar en el mercado negro, la policía ahora considera crimen de guante blanco los principales delitos cometidos en este campo. El Presidente apenas puede convencer al país de que dirige un barco efectivo. Sencillamente, esto debe parar. Debe restablecerse la sensatez.

Editorial publicado en el diario ugandés ‘Daily Monitor’, el día 6 de junio de 2008.

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