Existen muchas dudas y preguntas sobre las grandes Organizaciones Internacionales, como son: Las Naciones Unidas (ONU), con sus derivadas, La Unión Africana (AU, siglas en ingles), etc.
Las preguntas no surgen tanto sobre su necesidad en la sociedad actual, pues la mayoría entiende su vital relevancia, para un mundo globalizado.
Las dudas surgen sobre su composición, criterios de actuación y forma de funcionamiento.
Hoy me refiero a la Unión Africana en particular. Esta organización no parece gozar de gran credibilidad.
Los críticos afirman, que: es demasiado lenta en responder a retos de seguridad, que parece priorizar el poder por encima de la justicia, y que no representa de forma creíble las necesidades del continente africano.
La AU es criticada por ser ineficaz, burocrática, y por preocuparse más de sus tiranos que de los grandes retos de los africanos. Estas críticas tienen su valor, pero no representan toda la realidad de la AU.
El padre Bernad y el presidente Akinsanya, piensan que África está mucho mejor gracias a la AU, a pesar de sus limitaciones y escasos medios financieros.
África es el continente más empobrecido y el más azotado por la violencia.
Mientras que el presupuesto de la ONU alcanza los 5,2 billones de USD en 2014, el presupuesto de la AU en el mismo año fue de 308 millones de USD.
Las intervenciones en cualquier campo: medicina, nutrición, pacificación, mediación etc. son muy costosas. La ONU estima que se necesitan 600 millones de USD para controlar el Ébola.
La comunidad internacional debe asumir su gran responsabilidad en seguir causando los resultados nefastos de empobrecimiento y violencia que sufren los pueblos africanos, y por tanto debe colaborar ahora para superar dichos retos.
La AU ha desarrollado un papel importante en la pacificación de Somalia, en conseguir una política común en cuanto a la protección del medio ambiente, en la superación de grupos terroristas, seguridad marítima y en cuanto a una mayor cooperación regional, como en la Unión de África del Este.(EAU).
A cada uno, su mérito!
