REFUGIADOS EN ÁFRICA, DESDE LA CUNA

17/06/2013 | Editorial

El jueves 20 de Junio es el Día mundial del Refugiado.

Este día me hace recordar los dos millones y medio de refugiados y desplazados que han vivido en esta situación durante los últimos 27 años en Uganda. Los niños-as nacidos durante este periodo no han conocido otra realidad que la situación de refugiados y desterrados, desde la cuna.

Las tres razones más importantes para esta situación de refugiados de unas 300 mil familias, durante tantos años en Uganda, son la inseguridad debida a la violencia causada por grupos guerrilleros, por los pastores armados de Karamoja y a la pasividad interesada del gobierno.

Actualmente, algunas familias de las regiones más afectadas en Uganda: Soroti y Gulu, están regresando a sus tierras. Otras encuentran que sus tierras han sido tomadas y otras no desean moverse porque no tienen a donde ir, dentro de su país.

Los refugiados son los desplazados internos, y también los que solicitan asilo humanitario, porque son forzados a salir fuera de sus tierras, casas y hasta de su país.

En la región de Bunyoro, Uganda, tuvimos durante unos treinta años, (1965-1995) unos 30.000 refugiados ruandeses (tutsis). Cuando estos tomaron el poder en el 94-95, fueron otros 30.000 ruandeses (hutus) los que llegaron a ocupar la misma región de Uganda.

En 2006 había 24.5 millones de refugiados en 52 países. La mitad de los refugiados son africanos. Mientras que el número de refugiados y de desplazados afecta a 44 millones de personas. Los dos grupos viven una situación semejante.

Existen una Convención de UN, 1951, sobre los Derechos de los refugiados, que en muy pocos países pasa de la teoría a la práctica.

Lo que realmente nos preocupa son las razones que obligan a estos más de 44 millones de ciudadanos a salir de sus tierras para salvar su vida como refugiados. En realidad se trata de personas que no pueden gozar de su dignidad y derechos humanos.

Esta es otra forma de esclavizar a millones de seres humanos. Todas las guerras, como la de Kivu, en la R.D. del Congo, Mali, Irak, Afganistán, Siria etc. reducen a millones de familias a vivir en el miedo, la inseguridad y la miseria de los refugiados.

Existen también esfuerzos por prevenir y mitigar el sufrimiento de los refugiados. Miles de personas se entregan voluntariamente a compartir su tiempo, talentos y bienes con los más marginados.

Lo importante es que vayamos saneando la raíz del mal, las causas que llevan a tantos millones de seres humanos a vivir en situaciones inhumanas, que podrían ser superadas. Esta situacion se vuelve más dramática cuando afecta sobre todo a niños-as y peronas vulnerables.

El ministro de juventud y derechos de menores en Uganda el Sr. Ronald Kibuule ha prometido defender la dignidad de los niños, especialmente de los que sufren minusvalías, y acaba de inaugurar un centro para su rehabilitación en Buikwe.

El gobierno promete, de palabra por ahora, acabar con: los sacrificios rituales, abuso sexual de menores, matrimonios forzados de niños, mutilación, niños soldados y trabajos forzados de menores.

Ya va siendo hora que aprendamos a respetar y promover la dignidad de cada ser humano que tiene que refugiarse para sobrevivir, sobre cuando la situación de refugiados afecta a menores y personas vulnerables.

Cuando permitimos que no haya sitio en nuestros paises para otros seres humanos, estamos siendo esclavizados nosotros mismos.

Autor

Más artículos de urcm2