RDC: tiempo de enseñanzas

13/02/2012 | Opinión

Con un retraso considerable, la CENI (Comisión electoral) ha publicado los resultados de las elecciones legislativas del 28 de noviembre de 2011. El proceso electoral se ha caracterizado por múltiples violaciones del código electoral y por operaciones de recuento opacas que hacen imposible una verificación auténtica de los resultados. Los esfuerzos de la comunidad internacional para asistir a la CENI han sido rechazados y, en consecuencia, los resultados de un proceso no creíble son los que van a determinar la fisonomía de la nueva Asamblea nacional.

Una Asamblea nacional entre el mantenimiento de los grandes equilibrios políticos y cambios sutiles.

Sea cual sea el crédito que se conceda a los resultados de las legislativas, hay unas cuantas grandes tendencias incontestables:
• una fragmentación creciente del paisaje político;

• un retroceso de ámbito presidencia, pero sin que pierda su posición dominante;

• una renovación de la oposición, pero sin progresos notables;

• reforzamiento de la estructura etno-provincial de la política congoleña.

Assemble-Nationale-RD-Congo-2006

Nationaly-Assembly-2011-french

La tendencia dominante es la fragmentación. En 2006, los 5 partidos que presentaron más de 300 candidatos (PPRD, MLC, RCD, MSR y FR) habían obtenido 243 escaños, esto es, el 48,6% de la Asamblea, mientras que en 2011, 9 partidos presentaron más de 300 candidatos, pero no han logrado entre todos más que 220 escaños. Solo 11 partidos tienen más de 10 elegidos y de los 498 partidos que se presentaron, la mitad sólo ha conseguido 1 diputado. En consecuencia el gran ganador de las elecciones no es ni el partido del presidente Kabila (PPRD) ni la UDPS de su gran opositor Etienne Tshisekedi, sino los micro-partidos que han logrado entre 1 y 3 diputados. La nueva Asamblea contará con 29 partidos más que la surgida de las elecciones de 2006. Frente a esta oleada de los pequeños, los grandes retroceden. El PPRD no obtiene más que 61 de los 111 de 2006. Está pérdida es generalizada, pero hay pérdidas y super-pérdidas: el MLC pierde 41 escaños, el PALU 15, UDEMO 7, RCD-Nacional 14. Es una pérdida que afecta tanto a la mayoría como a la oposición de la Asamblea nacional de 2006.

Aunque el partido presidencial haya perdido diputados, es incontestable que el conglomerado “Mayoría presidencia” es la fuerza dominante de la futura Asamblea, a partir de las cifras de la CENI. Los aliados en torno al presidente suman 341 escaños, pero hay cambios en el interior de este colectivo; el PALU cede el paso al PPPD, una creación novedosa de antiguos miembros del PPRD y el MSR de Pierre Lumbi se convierte el tercer pilar de la mayoría presidencial, que de algún modo se dispersa. Hay que poner de relieve que a pesar de la dispersión señala en el campo presidencia a mayoría de las personalidades clave del “sistema Kabila” e incluso miembros de su familia han sido reelegida, salvo los ministro de Exteriores, Medio ambiente y Minas.

Si bien en la mayoría se han producido algunos cambios, en la oposición lo han sido profundos. El MLC ha perdido el primer puesto para situarse detrás de la UDPS y ha aparecido un tercero, Vital Kamerhe, con su partido UNC. No obstante, esta oposición sólo existirá si Etienne Tshisekedi permite que sus diputados ocupen sus escaños. La política de escaños vacíos no haría sino debilitar aún más la oposición.

Las elecciones legislativas demuestran ampliamente el carácter etno-provincial de los partidos políticos congoleños. Sólo el PPRD obtiene diputados en las 11 provincias y solamente 5 partidos los obtienen en más de 6 provincias. Cada uno tiene ciertamente una base electoral fuerte en algunas provincias. Por ejemplo, de los 41 diputados de la UDPS, 25 provienen de los Kasaï, y de l0s 17 de la UNC, 10 provienen de los Kivu. Tanto la mayoría como la oposición poseen una base en las provincias de las que son originarios sus líderes.

Tiempo de enseñanzas

Con vistas a las elecciones provinciales y locales, algunos actores internacionales han hecho un llamamiento para que se extraigan algunas enseñanzas de las elecciones presidenciales y legislativas:

• En lo concerniente as la CENI, qué ha pasado para que se hayan producido tantas lagunas e inexactitudes en el fichero electoral, que han provocado que millones de personas no hayan podido votar

• Sobre el funcionamiento de la Corte Suprema y las garantías de independencia de magistrados nombrados en plena campaña electoral.

• Por qué la Naciones Unidas no alertaron sobre la deficiente preparación y sobre la necesidad de retrasar las elecciones; si han participado en la comisión de consolidación de los resultados y si la MONUSCO ha garantizado la integridad de las cajas donde estaban depositados los documentos electorales.

• Sobre las misiones de observación, si se han contentado con una observación muy corta.

• Sobre los donantes de fondos y su disposición a financiar, tras unas elecciones calificadas por ellos como no creíbles, las elecciones provinciales con una CENI desacreditada.

• Sobre la decisión de la UDPS, si va a seguir la política de escaños vacíos o si está dispuesta a utilizar el foro parlamentario y ser el motor de una alianza entre opositores.

La publicación de los resultados de las legislativas no pone fin al proceso electoral y los problemas siguen en pie. ¿Cómo se van a organizar las elecciones en los distritos en los que se han anulado? La CENI ya ha dicho que se aplazan las elecciones provinciales previstas para marzo; estas elecciones son además importantes para la elección de los senadores. Podría modificarse la configuración actual de la CENI. La financiación de los procesos electorales (provinciales y locales) sigue siendo una cuestión de envergadura.

El hecho es que durante el mes de enero se ha producido una recrudescencia de las tensiones intercomunitarias y de las acciones de los grupos armados en el Kivu-Norte. Frente a las tensiones intercomunictarias, a la inutilidad de los recursos legales y al silencio de la comunidad internacional respecto al recurso a la fuerza por parte de Kabila, la tentación de la violencia como medio de presión es grande para los perdedores de las legislativas en las zonas de fuerte densidad miliciana.

La reacción de los donantes de fondos occidentales es actualmente dubitativa. A pesar de las críticas públicas, las opciones van desde la tentación (fuerte) de no hacer nada y la de una revisión del compromiso internacional con el régimen de Kabila. Lo mínimo que podría pedirse es que debe evitarse en las próximas elecciones provinciales lo sucedido en las celebradas el 28 de noviembre de 2011.

Thierry Vircoulon y Marc-Andre Lagrange

International Crisis Group (ICG) – 9 de febrero de 2012

Resumen y traducción: Ramón Arozarena

11.02.2012

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