Razonamiento, Por Francisco-Javier Lorente Páramo

20/06/2008 | Bitácora africana

Francisco-Javier Lorente Páramo nos da su visión, su razonamiento personal de lo que a su modo debiera ser África , hacia donde debiera ir . Y como siempre lo importante es que África nos ocupe y nos preocupe.

Antropólogos, científicos, historiadores y pensadores han estudiado, y siguen estudiando, la evolución de la humanidad desde la primeras manifestaciones del “homo sapiens” hasta nuestros días. Debaten sus conclusiones, libres de ideología previa o tintados de ella. Nada que objetar a lo que es la vida misma: una olla en ebullición.
El pensamiento único dominante, tomado de alguna de las conclusiones citadas, desvía toda la responsabilidad del subdesarrollo de gran parte de África hacia las potencias colonizadoras de antaño. Es frase al uso, queda bien el decirlo y deja a los lectores u oyentes satisfechos por tener a quien culpar y anestesiados para seguir indagando.

No obstante, atrevámonos a pensar.

La extracción, exhaustiva, a veces, de materias primas durante la colonización es asunto cierto y una realidad conocida.

Sin embargo, hay otra realidad, tan cierta como la anterior, sin considerar. No necesita demostración, es visible y palpable: las potencias colonizadoras descubrieron o valorizaron las materias primas existentes, no conocidas o no aprovechadas por los nativos, como el petróleo y muchos minerales, aplicaron y dejaron el arte del laboreo para obtenerlas, sin lo cual éstas serían baldías, e introdujeron y dejaron los adelantos agrícolas, técnicos, comerciales, etc. que Europa, y el llamado mundo occidental, apoyado en anteriores conocimientos milenarios africanos y asiáticos, tardó muchos siglos en conseguir con grandes trabajos y su cuota de dolores, guerras incluidas, generadoras, tristemente, de avances científicos y técnicos. Dicho de otra manera: la explotación, durante un tiempo históricamente corto, de sus recursos naturales ha supuesto, para algunos países, el paso rápido de la prehistoria a la edad moderna sin esfuerzos de investigación, aunque no llegue a todos todavía. ¿Cuánto hubieran tardado en dar este salto sin la aportación europea y occidental?

Expuestas las dos realidades ¿Cuál de las dos vale más económicamente?

En lo económico, exclusivamente, parece evidente que vale más la segunda realidad.

El razonamiento, expuesto en chasis para no enturbiar su rotundidad, está revestido de todas las excrecencias de las colonizaciones antiguas: nefando mercado esclavista inicial, malos tratos, abuso de poder, mezquina remuneración de la mano de obra, baja valoración de las materias primas extraídas, guerras provocadas por éstas y otras tropelías. Sí, tristemente, fue así en África, en todo el mundo y en todos los tiempos. ¿Quién está libre de pecado y puede tirar la primera piedra? Así actuó el imperio romano, modelo colonizador en Europa y, de forma notable, en España. El hecho generalizado no anula su maldad sino que lo transfiere a la condición humana sin convertir.

Sin embargo, el mismo razonamiento, expuesto en chasis, contiene aportaciones merecedores de atención: propagación del cristianismo, edificación de universidades, escuelas y hospitales, implantación de un idioma extendido, largamente, por países desarrollados que facilita el acceso a las nuevas tecnologías y establecimiento de avanzadas normas jurídicas de convivencia. Todo ello con, beneficios e inconvenientes, excelencias y imperfecciones, éxitos y fracasos, como en toda actividad humana.

El reconocimiento de que la colonización ha tenido luces y sombras, no solamente sombras carentes de toda luz, atenúa la reivindicación constante y evita el rechazo esterilizador que anula o dificulta la asimilación de conocimientos y la conjunción de fuerzas, nativas y foráneas, origen de todas las civilizaciones, como ocurrió en todos los países romanizados, entre ellos, España. En estos, se valora, con olvido de los agravios, la romanización recibida que elevó su cultura.
Según un religioso, misionero muchos años en centroáfrica, el desarrollo técnico actual de un país del África central es equivalente al español de hace unos sesenta años. Aunque abierta esta apreciación del misionero a los ajustes de técnicos e historiadores ¿no corrobora todo lo dicho anteriormente?

África, inmensa y vital, patria de la Eva negra ubérrima, madre de todos los pueblos, según las últimas investigaciones antropológicas, necesita apreciar lo comunitario, según oí decir a una religiosa centroafricana, contagiarse de ilusión, adentrarse en las nuevas tecnologías que le permitan, en un tiempo necesario difícil de rebajar, no esperar todo de la ayuda, que no le falta ni le faltará, huir de las disquisiciones interminables y enfilar la proa al futuro.

Creo que es el camino posible para el desarrollo de África que permita resolver sus necesidades materiales. Lo han seguido la mayoría de los países asiáticos como China, India, Corea del Sur, Taiwán, Singapur y otros que avanzan en el despegue. Japón lo hizo, hace bastantes años, hasta igualar a los países más avanzados. ¿Son los africanos diferentes a los asiáticos? No, sólo otra historia.

Autor

  • Fco Javier Lorente Páramo es crítico de arte y es un gran enamorado de África. Colaborador infatigable de muchos seminaristas ecuatoguineanos en sus estudios en España así como de la Diocesis de Malabo y divulgador de la prensa misionera especialmente Mundo Negro

Más artículos de Lorente Paramo, Javier