¿Porqué los africanos sin papeles deberían tener derecho a trabajar legalmente en Europa?

29/09/2011 | Opinión

Le gustaría trabajar legalmente, pero no se lo permiten. Usted no puede estar sin trabajar, no si quiere comer. Tiene dos opciones, trabajar ilegalmente (economía sumergida, dinero negro, nombre falso, sin papeles, etc.) o “legalmente” (trabajo honrado con papeles) pero por medios ilegales. Estas son las opciones a que se enfrentan los inmigrantes africanos indocumentados en Europa. ¿Cuál elegiría? probablemente yo me decidiera por el trabajo legal por medios ilegales. ¿Pero qué implicaciones tiene?

Este es uno de los asuntos investigados por el programa semanal “Surprising Europe” (Sorprendente Europa). Para trabajar legalmente usted necesita tener la identidad de alguien a quien se le permita trabajar. Se estima que hay unos 8 millones de africanos sub-saharianos viviendo en Europa, muchos de ellos con derecho a trabajar. No es difícil encontrar alguien abierto a la idea de “prestarte” su identidad por un precio. A eso se le llama “clonación”. Solicitar un trabajo, cuenta bancaria o carnet de conducir, etc., en su nombre, tomar su pasaporte como prueba de identidad. No tiene incluso demasiada importancia si no te pareces mucho a la persona de la foto del pasaporte (eche una mirada a la foto de su verdadero pasaporte y compruebe si se parece a usted) además, es probable que la persona que supervisa su pasaporte sea de raza blanca por lo que al igual que todos, tenderá a tener problemas para distinguir una cara de otra si pertenecen a una raza diferente a la suya, es el problema de “todos parecen iguales”. Una vez que consiga un trabajo “legal” (con el cual conseguirá probablemente otra tarjeta de identificación), carnet de conducir, cuenta bancaria, ¡ya está metido en el sistema! Todo lo que necesita hacer entonces es habituarse a su nuevo nombre. La persona a la que pidió la identidad prestada ni siquiera necesita vivir en el mismo país que usted, así es como alguien que vive en el Reino Unido, puede vivir en Francia, Alemania y España al mismo tiempo.

A veces leemos cosas sobre lo que piensa y hace esta gente, oh chaval, ¡eso es muy fuerte! Yo no podría hacer eso de ninguna manera. La cuestión es que cuando estás contra las cuerdas, la salida no es “fuerte” en absoluto. Sólo es la salida. Supongo que la pregunta que deberíamos hacernos es: Si la gente está dispuesta a trabajar, ¿debe estar en primer lugar contra las cuerdas?

“La dictadura de la deuda”

De cualquier modo esto es sólo un reportaje corto del episodio de la semana “Tomando medidas”, pero encaja con el tema principal sobre los inmigrantes indocumentados africanos luchando por el derecho a las cosas que todo el tiene garantizas, el derecho a trabajar legalmente, vivir en edificios seguros, no ser explotado, etc. Como todos sabemos, Europa en las últimas décadas no ha sido proclive en dar la bienvenida a los africanos de cualquier clase. Si usted nació en el Reino Unido pero creció, por ejemplo, en Nigeria tendrá más dificultades para conseguir su pasaporte británico en estos últimos diez años que si hubiera sido en los años 90 y más difícil que en los 80 y así sucesivamente. Y estamos hablando de gente que tiene el derecho a un pasaporte británico y a vivir libremente en el Reino Unido. Entonces se puede imaginar cuánto más difícil se han puesto las cosas para las gentes que los gobiernos europeos saben que nadie reclamará si las mantienen fuera de las fronteras. Algunos podrán argumentar, bueno, no podemos dejar que todo el mundo entre. Si las cosas no van bien en África, lo sentimos. El problema está en que Europa ha sido cómplice en hacer que “las cosas no vayan bien” en África, con o sin la ayuda de los sucesivos gobiernos corruptos. Ahora estamos en el desarrollo del cuarto asalto para “ayudar” a destrozar a un continente entero. Todo el mundo conoce cual fue el primer asalto. No está de moda hablar de ello, pero todo aquel que la rechace [la esclavitud], incluidos sus efectos sicológicos y económicos, – http://news.bbc.co.uk/2/hi/africa/6504141.stm – como historia antigua, sin duda será poco honesto. El segundo asalto fue la gran “C” y su herencia, dejando de lado el tema de “exterminar a todos los salvajes”, las fronteras de los países y la forma en que se utilizó a las tribus para enfrentar a unos contra otros, fueron y continúan siendo minas psicológicas que todavía hoy funcionan. Las minas económicas son los acuerdos que los países tuvieron que aceptar para poder ganar su independencia, véase por ejemplo “Como Francia vive a expensas de África a causa del Pacto Colonial”. Estos acuerdos tenían más opciones de mantenerse si los líderes de los países africanos eran los líderes con los que los poderes europeos estaban contentos. Esto suena como una especie de teoría de la conspiración, pero si alguien lideraba un país africano, poco después de su independencia, y no seguía ese camino a rajatabla, era probable que muy pronto se encontrase fuera del poder, o peor aún, [asesinado] como fue el caso de Patrice Lumumba.

El siguiente asalto comenzó en los años 60 y continuó a lo largo de los 70, fue cuando el FMI y el Banco Mundial dieron una lluvia de créditos con un interés extremadamente bajo a países en desarrollo (no sólo africanos, también sudamericanos). A ningún país se le obligó a coger el dinero, pero si se gobierna un país que ha sido sistemáticamente expoliado en los últimos siglos es muy probable que se coja, especialmente si aquellos que te alientan a tomar los préstamos son tus “amigos”, el nombre de “Banco Mundial” evoca la imagen de una institución financiera creada para el beneficio del mundo entero. Pero el Banco Mundial y el FMI se crearon después de las secuelas que dejó la II Guerra Mundial para impedir crisis financieras como la de la República de Weimar, que llevó a Alemania al fascismo. Y el poder de cada país en estas instituciones se basa en el tamaño de su economía, lo que significa que un puñado de países, dirigidos por EEUU, pudo dictar la política. Y los intereses de los países económicamente más poderosos estarán bien servidos si los países en desarrollo están permanentemente en deuda con ellos. Esto es exactamente lo que sucedió cuando en los años 70 y el principio de los 80 los intereses se dispararon hasta el 21%, o más, cuando en algunos casos se partía de poco más del 6%. Fue entonces cuando el FMI y el Banco Mundial establecieron el Programa de Ajuste Estructural (PAE), al que Naomi Klein ha tildado de “La dictadura de la deuda”.

Cualquier africano que estuviera en África recuerda lo que significó el PAE cuando se implementó por primera vez en su país y el colapso que generó en el sistema, como se dispararon los precios de la noche a la mañana (si alguna vez se preguntó a qué se refería Fela cuando cantaba sobre el amigo que quería comprar un ventilador en O.D.O.O. (Overtake Don Overtake Overtake) ya tiene la respuesta, son los efectos del PAE). Para aquellos que no conocen el PAE, este era un programa de privatización, desregulación y medidas de austeridad impuestas para asegurar que los países africanos mantuvieran el pago de su deuda con los nuevos y altísimos intereses (deudas que se incrementaron en más del 500%, con 229.000 millones de dólares USA transferidos en pagos desde los países del África sub-sahariana hacia Occidente entre 1980 y 1993, de acuerdo con las conclusiones de un estudio de “Halifax Initiative”). El PAE significó una reducción del gasto en todas las cuestiones básicas para el desarrollo a largo plazo que debe tener un país, sanidad, educación e infraestructuras, véase “Ajuste estructural, principal causa de la pobreza”:

Las medidas de ahorro que los países europeos están teniendo que hacer ahora, al rebufo de la última crisis financiera, no son nada comparadas con los PAE. Significaron cortar los subsidios a los pequeños granjeros y cambiar la estrategia de la actividad agrícola de los cultivos alimentarios, tales como el grano que la gente puede comer, para pasar a cultivos comerciales como el caucho, que sólo puede ser vendido como materia prima a países con infraestructuras capaces de transformarlo en alguna otra cosa. Significaron la venta de las reservas de grano, que evitaban morir de hambre a la población cuando llegaban épocas de sequía o de malas cosechas; esto es parte de la tragedia que ahora está sucediendo en el Cuerno de África, la sequía puede ser un castigo divino, pero las hambrunas las genera el hombre, por lo tanto no tendrían que suceder, véase ¿Cómo el Banco Mundial y el FMI han hecho inevitable la hambruna africana? También significó la eliminación de los aranceles y el control de precios, permitiendo de tal manera que las importaciones de EEUU y Europa inundasen el mercado. Así es como África pasó de ser un exportador neto de alimentos a finales de los años 60 a no ser capaz de autoabastecerse en la actualidad.

Por todo ello, para muchos africanos en África tiene sentido salir de sus países e irse a Europa. Y por qué la idea de una “Europa blindada” es como una bofetada en la cara para los africanos indocumentados en Europa. Como dice el invitado de esta semana al programa, el artista gabonés de hip-hop Lord Ekomy Ndong, “Si prendes fuego a la selva es normal que los animales corran hacia un lugar más seguro, que podría ser este, Europa”.

¿Entenderán al final los europeos por qué el sistema que pone contra las cuerdas a los inmigrantes africanos indocumentados es moralmente inaceptable? ¿Podrían juntarse las variadas demandas de los africanos indocumentados en Europa?, ¿Quién sabe? sería políticamente muy difícil para cualquier gobierno europeo regularizar a los sin papeles africanos en el momento económico actual, pero quizás una amnistía soterrada en tiempos venideros, tal vez. Las peticiones y cuestiones pueden sonar no razonables a los que desconocen el fondo de la cuestión, pero como dijo Bernard Shaw: “Las personas razonables se adaptan al mundo, las que no razonan intentan adaptar el mundo a su ellos mismos. Por lo que todos los avances dependen de los irracionales”.

Programa número 7 de “Surprising Europe” emitido en Al Jazeera.

Cada programa de “Surprising Europe” tiene una duración de 25 minutos y una vez que se ha emitido los lunes puede verse en Al Jazeera.net o en YouTube.

Artículo publicado en This is Africa, el 19 de septiembre de 2011.

Traducido para Fundación Sur por Juan Carlos Solís Santander.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster