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Inicio > Bitácora africana > ![]() ![]() Ávila laurel , Juan Tomás Juan Tomás Ávila Laurel, escritor ecuatoguineano nacido en 1966 en Malabo, de origen annobonés actualmente reside en Barcelona . Su obra se caracteriza por un compromiso crítico con la realidad social y politíca de su país y con las desigualdades económicas. Estas preocupaciones se traducen en una profunda conciencia histórica, sobre Guinea Ecuatorial en particular y sobre África en general. Tiene más de una docena de libros publicados y otros de inminente publicación, entre ellos las novelas y libros de relatos cortos La carga, El desmayo de Judas, Nadie tiene buena fama en este país y Cuentos crudos. Cuenta tambien con obras de tipo ensayístico, libros de poemas y obras de teatro. En Bitácora Africana incorporamos el Blog "Malabo" que el escritor ecuatoguineano Juan Tomás Ávila Laurel escribe para la revista digital FronteraD . Desde la Fundación Sur agradecemos a la dirección de FronteraD y al escritor Juan Tomás Ávila Laurel la oportunidad de poder contar en nuestra página web con esta colaboración. ![]() Por si acaso, Guinea Ecuatorial , por Juan Tomás Ávila Laurel 9 de octubre de 2017. Visto el estado de excitación y alegría apenas contenida de muchos guineanos ante los hechos que tuvieron lugar luego del referéndum en Cataluña es necesario relacionar inmediatamente aquel estado de ánimo con los hechos que dicho sentimiento han tenido en el pasado y pueden tener lugar en el futuro de Guinea Ecuatorial.
Efectivamente, sabemos que la sola mención de cualquier hecho identitario al margen del poder hegemónico en la Guinea actual se recibiría con desconfianza por el poder vigente, y la apelación del hecho identitario con fines emancipatorios sería catalogado inmediatamente como un ataque a la unidad nacional. Y es aquí donde habría que hacer aclaraciones sobre los hechos pasados: ninguna de las etnias que hoy pueblan la Guinea puede reclamar ninguna contribución por esta cacareada y sacralizada unidad nacional. Ninguno de estos pueblos atesoraba conocimientos para entrar en conocimiento con los restantes. Habida cuenta del carácter archipiélago del país, hemos de aportar la información de que ninguno de los pueblos aludidos tenía ni la ciencia ni los conocimientos náuticos suficientes para entrar en contacto con los otros. Así que la unidad del país guineano es una acción exclusivamente colonial Y sin los fondos económicos necesarios para emprender una tarea tan fatigosa como la independencia, podemos afirmar que la misma es por obra y gracia de España, presionada por las potencias coloniales de entonces. Guinea no accedió a la independencia mediante una acción militar de los guineanos, algo impensable, y ningún grupo étnico capitaneó los procesos de dicha independencia, aunque pronto despuntaron los oportunistas que recibieron las armas que dejaron los colonos y convirtieron aquella Guinea en un erial, cuyas consecuencias son vigentes hoy en día. Es significativo lo de la ausencia de hechos bélicos, pues los mismos, pese a su atrocidad, suelen ser glorificados para la exaltación del poder, con la creación de héroes y fechas significativas, pues hoy en día, y pese a que no hay declarada oficialmente una guerra en el territorio, los que retienen el poder, nativos de una zona geográfica de una etnia concreta, han arbitrado un método para hacernos creer que la eliminación física de individuos puede ser una vía para la promoción social y política, un hecho que se recrudece durante los procesos electorales. Estas muertes darían lugar para un estudio profundo de prácticas humanas llamativas; estamos viendo, pues, que cualquier poder hegemónico necesita del derramamiento de sangre. Todos los antecedentes enumerados, y otros que no citamos porque sería una larguísima lección de historia, nos mueven a decir que en el futuro, cuando un grupo nacional distinto del poder hegemónico actual, reclame o cuestione los pilares de esta unidad nacional y los mismos de siempre quieran desatar una guerra por una supuesta defensa, nosotros nos desmarcaremos de sus viles pensamientos y diremos lo que hemos dicho arriba, enumerando los hechos por los que ningún grupo nacional puede proclamarse garante de la unidad, aprovechando tal circunstancia para seguir cometiendo abusos, como los que hoy jalean alegremente. Original en : Fronterad
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