¿Por qué millones de africanos de las zonas rurales son pobres?

15/10/2009 | Opinión

Cada año, millones de africanos se encuentran con que no tienen dinero suficiente para cubrir sus necesidades básicas a pesar de que ven signos de desarrollo y poder económico a su alrededor.

A veces las causas están fuera de su control como las enfermedades, la edad, la discriminación, las grandes compañías y los sindicatos o situaciones económicas como la inflación… si pudieran echarían del poder a los culpables de estas situaciones; Pero otras veces, sin embargo, sus propias decisiones les hacen directamente responsables de su situación: el bajísimo nivel de educación y la elección de estudios son dos de esas decisiones.

Si echamos un vistazo a las escuelas africanas, nos encontramos con que se han convertido en “apoyos institucionales” SÓLO para privilegiados, cuando se supone que son instrumentos para la educación de toda la sociedad.

Definitivamente, necesitamos pensar en una alternativa a la educación actual, a nivel de contenido y de organización. Sobre todo, se necesitan urgentemente alternativas a la educación en sí misma: su naturaleza y su función en la sociedad. Se requiere una educación que fomente el aprendizaje continuado a lo largo de toda la vida como algo esencial, particularmente en esta era de continuo avance científico y tecnológico. También se debe promover desde la educación la lucha contra las fuerzas socio-económicas, creando conciencia de la necesidad del aprendizaje continuado a lo largo de la vida.

Sólo mediante la educación los africanos estarán capacitados para responder de manera efectiva a los cambios que se producen a su alrededor.

Según un reciente informe de investigación sobre el sistema educativo en África, la marginalización que sufre África en el mundo de los negocios debido a su baja capacidad de utilización de la información, la convierte en vulnerable a todas las formas de explotación de los países avanzados.

Esta marginalización ocurre no sólo como resultado de la pobreza económica sino sobre todo debido a la falta de educación básica.

Partiendo de que la búsqueda del saber y su utilidad es la medida del progreso humano en el mundo actual, la supervivencia de África depende de la importancia que se le de a la educación.

La educación debe ser considerada como un proceso no limitado al aprendizaje formal o institucional solamente; debe ir más allá de las clases en las escuelas, debe fomentar las actividades culturales y creativas. Mi opinión es que se debe motivar a la gente de todas las edades y antecedentes al aprendizaje continuado por el simple bien de la adquisición de conocimiento.

Se deben fomentar las campañas contra el analfabetismo mediante la difusión de lecturas redactadas en la lengua local, como por ejemplo kiswahili.

También debería darse en la lengua local el material de aprendizaje que permita a los jóvenes a arreglárselas dentro de la sociedad y a entender el resto del mundo.

Se podría aumentar el número de profesores de los programas de alfabetización mediante la contratación y la formación en servicio y el empleo de profesores retirados…Nos hemos comportado hipócritamente al permitir que los profesores jubilados languidezcan en la pobreza en vez de usarlos cuando todavía se les necesita.

Para asegurar la eficacia de los programas de educación civil, se requiere la estrecha colaboración del gobierno, las ONGs y el sector privado para identificar y priorizar las zonas más necesitadas.

Como he mencionado antes, la escuela no debe ser el único lugar donde se aprenda. En África, como es sabido, la radio, por encima de todos los demás medios, permite que las noticias del mundo se conozcan en tiempo real en los rincones más recónditos de la tierra. A veces cuando se visitan pequeños pueblos de África, se puede oír la: Washington DC, BBC London, Moscú, etc…Esto demuestra que el mundo entero se entera de lo que ocurre en todo el mundo.

Claramente, requerimos fomentar la educación de la población, generar una visión más racional de la vida, comprender nuestra propia historia, nuestro entorno natural y social. Luchar contra la discriminación contra la edad y las mujeres.

La educación debe luchar contra los demonios de nuestra sociedad, tanto económicos como morales; debe promover en la población un sentido de auto reflexión y de habilidad para manipular la naturaleza para la propia supervivencia.

Y la cuestión es: ¿Qué es lo que hace la escuela si la educación se rige por un sistema arcaico que lleva rápidamente a perder el contacto con las personas a las que está destinada a servir?

Vicente Obiro Orute Obunga

Vicente Obiro Orute Obunga es Director Ejecutivo de la red de voluntariado de África, una organización de voluntarios comprometidos con el cambio social y económico en todo el mundo.

Publicado en Arusha Times, Tanzania, número 00587. Del 3 a 9 octubre, 2009.

Traducido por Mª Ángeles Aragoneses, para Fundación Sur.

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