¿Por qué, los negocios más lucrativos son los más crueles, en África y en el Globo?

27/06/2016 | Editorial

El día mundial contra el tráfico de drogas, nos recuerda, que junto con el tráfico de armas y el tráfico de personas, son al mismo tiempo los negocios más lucrativos y los más destructivos de la vida humana.

Hoy centramos nuestra atención sobre el tráfico de drogas particularmente, en África.

Las nuevas rutas de la droga internacional corrompen África, porque los carteles suramericanos de la droga se benefician de países destrozados por la guerra, especialmente en África occidental.

África occidental ha pasado a ser uno de los principales centros de operaciones mundiales de contrabando de cocaína de América del Sur a Europa, con el consiguiente impacto desestabilizador para la seguridad y el desarrollo de los países de la región.

Alrededor del 27% (40 toneladas) de la cocaína que se consume cada año en Europa llega por la nueva ruta africana, que atraviesa países como Nigeria, Ghana, Liberia, Sierra Leona, Guinea, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Senegal, Malí y Mauritania.

En el otro extremo del continente, África oriental es el principal conducto para el tráfico de heroína, que llega de los países asiáticos a través de los aeropuertos internacionales de Addis Abeba (Etiopía) y Nairobi (Kenia), con destino a los mercados europeo y estadounidense, según la JIFE de la ONU.

El escenario es perfecto. Un continente acosado por la pobreza y el desempleo, con una costa extensa y escasamente vigilada, y unos países violentados por guerras interminables, con gobiernos débiles, y funcionarios mal pagados. ¿Qué más puede pedir una organización criminal?

«Los carteles de la droga no sólo compran propiedades inmobiliarias, bancos y empresas, compran también elecciones, candidatos y partidos. En una palabra, compran poder», asegura Antonio María Costa, director ejecutivo de la Oficina de la ONU contra la droga.

En la nueva ruta, tiene cada vez más importancia el tráfico aéreo en aviones privados, que pueden transportar entre 500 y 1000 kilos de cocaína desde América del Sur a África. La mercancía se reparte en cantidades menores para su envío por tierra, mar y aire a Europa, particularmente a través de España.

África está destinada a convertirse en el «mercado del futuro» de las drogas ilegales, según la ONU.

Pierre Lapaque, representante de la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito (UNODC) en África Central y Occidental, afirmó que el continente negro ya se ha convertido en un centro de paso para las drogas que viajan de Latinoamérica a Europa. Se estima que cada año pasan por esa región entre 35 y 40 mil kilos de droga

“Realmente es muy sencillo. El perfil del consumidor de droga es el de un hombre de 25 años o menos. Ahora que los mercados norteamericanos [Canadá y Estados Unidos] y el europeo están completamente saturados, los beneficios y el crecimiento son limitados, y los narcotraficantes han tenido que buscar nuevos mercados en otros lugares. En el futuro, el negocio de la droga se desarrollará en zonas donde una gran parte de la población tiene menos de 25 años y cuyo poder adquisitivo ha crecido. Así que están apuntando a África”, dice P.Lapaque.

Las organizaciones terroristas, como las yihadistas, necesitan ser financiadas y tienen que acudir a distintas fuentes para hacerlo. Una de las maneras en que recibían dinero era a través de los rescates por secuestros. Hoy necesitan encontrar nuevas fuertes de financiación, como el tráfico de drogas, de armas, de petróleo y de personas.

Los traficantes de drogas y de armas, y las redes que tratan con personas ganan cada año más dinero que la suma de las economías de Polonia y Argentina, o que la riqueza de Grecia y Arabia Saudí juntas.
También obtienen más ganancias que la producción anual de los Países Bajos.

Según un informe de la Oficina de Crimen y Droga de la ONU, la delincuencia organizada derivada de estos tres mercados (droga, armas y tráfico de seres humanos) mueve 683.000 millones de euros y supone el 1,5% del PIB mundial y el 70% de estos ingresos ilícitos se pueden blanquear a través del sistema financiero.

En cuanto al tráfico de armas se refiere, el Kalashnikov es el rey, según denuncia un informe de Oxfam, en un 95% se fabrica fuera de África, a donde buena parte llega a través del incontrolado tráfico ilegal desde países como China, Israel, Rusia, EEUU, UE y de más de veinte países. El gasto mundial anual en guerras o en la preparación de conflictos se acerca a los 1,8 billones de dólares, siendo EE.UU. el país que más gasta.

El comercio de drogas genera la mitad de las ganancias de la delincuencia organizada: solo el tráfico de cocaína mueve más de 64.600 millones de euros.

Sudamérica es epicentro de la producción de coca; por ejemplo, los agricultores andinos han obtenido ya 760.000 millones de euros del comercio de cocaína en América Latina.

La cocaína y la heroína son los dos mercados de droga que más circulan por África, y más dinero generan: unos 116.000 millones de euros al año.

Destacable es el caso de Afganistán, donde la producción de opio aumentó un 133% en Afganistán y genera 1.064 millones de euros, el 9% del PIB. La ONU calcula que el 90% del opio que se consume en el mundo proviene de este país.

El tráfico de personas es ya un negocio que funciona en 161 países. La ONU advierte de que la trata de personas es un negocio que se ha expandido y que hace circular 24.328 millones de euros anualmente.

Por ejemplo, España es un país de destino y tránsito de hombres, mujeres y niños sometidos a trabajo forzoso y trata sexual. Las víctimas proceden de Europa del Este, América Latina, Asia Oriental y el África subsahariana. También dentro del territorio español pueden operar redes de explotación sexual en clubes de alterne o pisos, un delito que se enmarca en el fenómeno de trata de personas. El negocio de la explotación sexual y laboral mueve en Europa 2.280 millones de euros.

Es necesario empoderar a la población civil en África, sobre todo a los jóvenes y mujeres, para que a través de sus prometedores movimientos sociales, promuevan la auténtica democracia, exijan responsabilidad social de sus agentes sociales, potencien la creación de empleo y un desarrollo integral para todos.

Sobre estas bases de unas raíces y actividades sociales saneadas, no solamente desaparecen las condiciones para el abuso de la dignidad y de los derechos humanos, sino que se potencian los medios para trabajar por el bien común.

Los negocios más lucrativos son los más crueles, porque no son “trigo limpio” y porque en el centro de atención, está el feroz lucro monetario a cualquier precio, y no la dignidad y bienestar de las personas y de la sociedad.

«El sistema social y económico es injusto e inhumano en su propia raiz.» (EG.nº59)

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