Por más mujeres independientes

11/11/2020 | Opinión


En un momento de la historia de Estados Unidos en el que las mujeres negras de todas las regiones del país podrían haberse unido y exigido la igualdad social y reconocido el impacto del sexismo en nuestro estatus social, permanecimos en gran parte en silencio”, así comienza la escritora afroamericana Bell Hooks (1952) su libro ¿No soy mujer? Las mujeres negras y el feminismo, publicado por primera vez en 1981 por South End Press.

Que el hombre ha construido una sociedad predominantemente patriarcal y sexista en el mundo es un hecho indiscutible. Quizás, por eso tenemos dificultad para escuchar, interactuar, equiparar y pensar la realidad desde múltiples perspectivas, lo que nos permitiría entender que la idea de género no debe limitarse solo al binomio masculino y femenino: debe incluir otras formas de identidad sexual y afectiva.

feminismo_liberacion_mujer_emancipacion_2_cc0-2.jpgEs, en esencia, sobre estos temas en los que estaba pensando cuando el pasado sábado por la noche escuché con atención la conversación en directo entre Luamba Muinga (moderadora), quien llevó el diálogo con inteligencia, tacto y asertividad, Yola Balanga (artista plástica e intérprete ), Ana Paula Lisboa (escritora), Aline Frazão (música) y Renata Torres (actriz y performer) organizada por el Laboratorio de Crítica y Curaduría, en el marco del proyecto «Artivismo esencial: Enfoques discursivos», al que el lector puede acceder visitando online www.platformlabcc.com o a través de la página del laboratorio en la red social de Facebook.

La conversación duró más de dos horas: se ubicó en el extremo opuesto del silencio y siempre tuvo un tono refrescante. Puso sobre la mesa una serie de preguntas relacionadas con el rol y el lugar de la mujer en la sociedad de hoy en día, desde perspectivas diferentes a las que escuchamos expresadas por organizaciones de mujeres de partidos políticos tradicionales, en un registro que pasó por la biografía y experiencia de las artistas que participaron en él.

La artista visual y plática Yola Balanga, quien se ha destacado con sus performances, nos habló de cómo sus estudios de arte y su experiencia como performer la ayudaron a conocer mejor su cuerpo y a reflexionar sobre su lugar en la familia, en la sociedad, el arte y la vida. El cuerpo de Balanga es un vehículo de reflexiones y denuncias de la violencia contra la mujer, es un lugar de diálogo con los rituales sagrados, o también es un escenario de experiencias artísticas y estéticas.

Ana Paula Lisboa, quien además de ser, como aparece en su Instagram, «artista textual, diosa, loca y hechicera», se definió como una «trabajadora cultural», habló del descubrimiento, en Luanda, de la manera de vivir la raza, el género y la política diferente a los que conoció antes cuando vivía en Río de Janeiro: descubrir que, en Angola, los blancos son, después de todo, tienen raza, o que es imposible controlar el espacio de interacción con el otro y que el contacto puede ocurrir en cualquier momento le permitió comprender y practicar la escritura y, en general, la literatura como un espacio de innumerables posibilidades, experiencia que no puede disociar de su condición de mujer y de negra. Saber que es más creativa cuando está menstruando y ovulando que cuando no lo está, fue una confesión inesperada.

La cantante y compositora Aline Frazão nos habló de varios temas, pero, al menos para mí, la cuestión de la valentía, el pragmatismo y las decisiones estratégicas que deben tomar los creadores a la hora de producir y posicionar su obra es uno de los temas a los que me interesó poner más atención, aun viendo el camino musical que has desarrollado sin estar (pese a que le gustaría) afiliada a ninguna asociación de músicos y compositores de nuestro país. Siempre tomamos decisiones políticas: nada en cada uno de los gestos del artista es neutral.

La intérprete y actriz (muy conocida como comediante) Renata Torres me hizo reír tanto como me dejó preocupado: las dificultades que enfrentó en su vida diaria por su afirmación profesional y el hecho de que informó que el Ministerio de Cultura perdió el original de su título de licenciatura me escandalizó. Sin embargo, me hizo reír cuando contó aspectos de su vida y, en particular, de su experiencia como hermana menor educada entre chicos hasta el punto de que sabe orinar de pie, con mejor puntería que muchos hombres.

Durante muchos años, el silencio de las mujeres ha condicionado el avance de su lucha por tener, en todas partes del mundo, los mismos derechos reservados a los hombres sin los cuales, dígase en voz alta, los derechos humanos no son más que retórica y una escenificación repugnante: sólo tendremos sociedades más justas cuando tengamos más mujeres libres, educadas, formadas, creativas e independientes.

Adriano Mixinge

Fuente: Jornal de Angola

[Fundación Sur]


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Autor

  • Adriano Mixinge

    Historiador y crítico de arte. Licenciado por la Universidad de la Habana (1993). Investigador del Museo Nacional de Antropología de Luanda. Editor cultural del “Jornal de Angola” y Comisario de la “I Bienal de Arte de Johannesburgo” (1995). Desde 2003 es miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA). Autor de la novela “Tanda” (2006). Ha sido el consejero Cultural de la Embajada de la República de Angola en Francia. En noviembre de 2008 organizó el proyecto “Angola, mon amour” en el Museo de Quai Branly. Es autor de las obras Made in Angola: Arte contemporânea,artistas e debates, O Ocaso dos Pirilampos y O Beijo da Madame Ki-Zerbo.

    @AdrianoMixinge

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